Capítulo 4: Seth

Me desperté al escuchar el constante sonido del golpeteo en la puerta, por lo tanto, me dirigí hacia ella. Al abrirla vi a Jeon.

¿Estaría aquí por el libro? Imposible, me aseguré de que nadie me viera guardando lo. Menos mal que está dentro de mi mochila y no a la vista.

- Buenos días Señor, siento despertarle, sólo quería preguntarle si... ¿Puedo acompañarle en la investigación? Seré de ayuda, lo prometo ¿Siiii?

¿Este era el mismo niño de ayer que no tenía ninguna expresión? La persona que yo tenía delante estaba poniendo cara de cachorrito abandonado para que lo dejara acompañarme. ¿Sufriría de bipolaridad? No lo sé, pero las personas que vienen de su región se las caracteriza por sus cambios de humor.

Dejando eso, estaría bien un poco de ayuda. Debe conocer bien el pueblo, incluso la zona que lo rodea.

- Si claro, puedes acompañarme, me vendrá bien un poco de ayuda. Puedes tutearme, me siento mayor al tratarme de usted.

A él se le escapó una risa tímida.

- Si, si claro no se preocupe... quiero decir no te preocupes. Muchas gracias por dejarme acompañarte. Este pueblo es muy aburrido y no hay personas de mi edad, es bastante solitario.
 

- Pues vamos a ello, empecemos por la iglesia, me gustaría saber por qué el toque de campanas.
 

- Sólo sé que es para prevenir las desapariciones, vayamos con cuidado, se suele poner furioso cuando se le pregunta demasiado. 
 

- Entonces me pensaré bien lo que le diré, no quiero tener problemas con nadie.
 

Una vez listo nos fuimos a la iglesia. Se encontraba en el centro, bastante grande para ser de un pueblo pequeño.

Las puertas estaban cerradas o eso parecía. Al tocar esta se abrió lentamente.

-Luke, ¿Puedo pasar primero, porfis?

-Adelante.

Se le veía interesado e ilusionado, normal, el pobre siempre está sólo y sin amigos. Todo esto será una gran aventura para él.

Pasamos al interior de la basílica, estaba bastante oscuro, además, había un fuerte olor a incienso. Seguimos avanzando hasta ver en el altar una silueta de un hombre rodeado por un círculo de velas. Estaba hablando lo que parecía ser latín, sosteniendo una biblia en la mano izquierda y en la otra llevaba un cuchillo. Al ver esto los dos nos miramos asombrados por lo que estaba pasando.

A causa de las velas y el incienso se creó una neblina en todo el interior, decidimos que lo mejor sería avanzar para ver al hombre.

Íbamos escondiéndonos por detrás de las columnas que había en todo el pasillo central. Hasta que por fin pudimos ver todo más claro y... Nos paramos en seco, el aire se me fue de los pulmones.

- Luke mira lo que hay debajo.

Dijo con la voz temblorosa y no era para menos, debajo del hombre del cuchillo había otro tirado en el suelo. Lo más sorprendente aunque parezca mentira es que estaba crucificado.

De repente dejó de recitar a saber dios que y clavó el cuchillo en el cráneo de la víctima. Supongo que estaría inconsciente puesto que no emitió sonido alguno.

Presenciar este acto me hizo sentir escalofríos por todo el cuerpo. El cura, supongo, por las ropas que llevaba, miró hacia donde estábamos. Pero no podía vernos ¿verdad? La neblina ayudaría en algo ¿No? Rezo para que así sea.

Al detallarlo tenía todo su rostro manchado de sangre y sus ojos rojos a causa del humo. Parecía un animal a punto de atacar. Daba esa sensación al estar un poco encorvado con el brazo en alto sosteniendo el arma y mirando todo a su alrededor con extrema atención.

- Luke será mejor que nos vayamos de aquí.

Dijo susurrando tan bajo que casi ni lo escuché.

- Pienso lo mismo, ya vendremos otro día, ahora no es un buen momento.

Antes de irnos saqué fotografías a todo. Tenía que tener pruebas de esta locura para incriminar lo. No saldría impune ante este acto que debería haber quedado en el siglo pasado. Nadie esperaría esto de un cura

Sabía que los párrocos tenían mucho tiempo libre, entiendo que se aburran, pero... Esto queda descartado de toda diversión.

Ya afuera de la iglesia miré a Jeon, no tenía buena cara, estaba más pálido que de costumbre, tenía los ojos enrojecidos y no era a causa del humo, no, si no de retener las lágrimas que amenazaban con salir. Todo su cuerpo temblaba. No creo que aguante mucho tiempo de pie en ese estado. Lo mejor será llevarlo  a su casa. Así podría tranquilizarse, mañana seguiríamos investigando, por hoy era suficiente.

Después de dejarlo me fui a "Dionysus", con todo lo que había pasado se me fue el apetito y eso que no desayuné nada. 
Lo que haría al llegar sería descansar e intentar borrar las imágenes de mi mente que aparecían constantemente sobre lo sucedido. No se lo diría a nadie, estaría loco si hiciese eso. Estoy seguro que llegaría a sus oídos y no quiero tener a un asesino detrás mía. Necesito pasar lo más desapercibido posible para llevar a cabo la investigación sin problemas.

-Buenos di...

Se calló al verme, mi cara sería un poema en ese momento.

-¿Estás bien chico? No tienes buen aspecto.

-No se preocupe, se me ha olvidado desayunar, sólo eso.

-¡Pero que despistado chico! Siéntate donde quieras, en un santiamén tendrás tu desayuno.

Asentí. Lo mejor sería ingerir algo, no quiero descuidar mi salud. No pasó mucho cuando ya lo tenía delante con mi desayuno.

-Mira, se que fuiste a la iglesia, por eso estas así.

Levanté la mirada, ¿Cómo lo sabía?

-Hay ojos por todos lados, anda con cuidado.

Regresó a su lugar, ¿Eso había sido una amenaza o una advertencia? Da igual, seguiría su consejo, en caso de serlo claro.

Decidí escribir todo lo sucedido en mi cuaderno de notas. Sí algo llegaba a pasarme tendrían conocimiento de lo ocurrido.

Día 1 
He ido a la iglesia para preguntar el por qué sobre el toque de queda. Lo ocurrido allí fue impactante, he presenciado nada más y nada menos que un ¡sacrificio humano! El párroco no es tan pacífico como debería ser. Por si es poco me han amenazado con tener cuidado de todo lo que haga o así lo he sentido yo. No puedo fiarme de nadie, sobre Jeon todavía no estoy seguro, veremos con el paso del tiempo si es tan bueno como parece.