El estar a tu lado me incentiva a escribir, siempre lo hice pero no creí que fuera buena en ello; de manera inconsciente me llevas a explotar el arte que llevo en mí; de una forma paradójica mis talentos van saliendo y cada vez me voy aceptando más tal y como soy, a través de tus ojos me veo y siento que soy alucinante; pienso, como no me había dado cuenta antes. Amas tanto lo que soy y lo que hago que me haces sentir la mujer más única y especial; te impresionas como un niño cada vez que escribo, lo lees, y me ínsitas a leerlo en voz alta, al inicio me da temor que oigan mi arte pero tú me incentivas a gritarlo a viva voz.
Me quitas los miedos tal cual me quitas las bragas, de manera que hacer el amor no es solo algo físico, va más allá del ser, del amar, las galaxias y otras dimensiones ya no se ven lejanas; haces que mis temores se lancen a bailar bajo la lluvia en medio de la autopista con todos los semáforos en verde. Tienes la mirada más profunda e inquietante que he visto y eso me agrada, me llena el alma, la vida; esta corta y vacía vida que llevaba se va llenando de bellos atardeceres, de arte, de pasión, y porque no decirlo de ti; y te preguntas porque te volviste la persona más importante para mí, si llenaste todos los espacios en blanco que le faltaban a mi libro vacío sin líneas de este suceso que pasa ante nuestros ojos, y muchos le llaman vivir. Pero toda esta perfección terminaría siendo tan solo un espejismo.
Editado: 10.07.2018