Mitad máquina

-¿Que es esta luz? ¿Donde me encuentro?-

-Tranquilizante compañero llevas una semana inconsciente-

Me percato que es Rachel la que habla conmigo, no la veo porque la luz arremete contra mis ojos.

-¿donde estoy Rachel?- 

-estas en el laboratorio de Marta, llevas inconsciente una semana, casi mueres, Marta te salvó la vida-

No entendia ni alcanzaba a comprender lo que me decia, tampoco lograba recordar quién demonios era Marta.

-¿marta?- le pregunto intrigado -¿Cuál Marta?-

-la esposa de Bob-

De repente como un rayo los recuerdos vienen a mi mente, los recuerdos de aquel día gris, me lamento por haber tomado este caso. 

Aquel día salí al auto para poder perseguir al sujeto que acechaba la casa de Marta, cuando iba llegando al auto, una onda expansiva choca contra mi cuerpo y me hace volar un par de metros, sentí como el fuego alcanzó mi cara y recuerdo que todo se detuvo, pude ver a Rachel cubriendo a Marta con su cuerpo mientras yo volaba en los aires,vi la expresión de terror en la cara Marta y de repente... cai contra el suelo, golpee mi cabeza contra el pavimento y me desmaye.

-una semana dices- lamito intrigado -que hay del sujeto ¿logro escapar?-

Rachel baja la mirada muy levemente, mira a Marta y luego me mira a mi

-¿Dime logro escapar si o no?-

-si- su voz suena un tanto trágica, sus palabras guardan un secreto que no logro descifrar.

Intento hacer un movimiento para pararme de aquel lugar y mi cuerpo no reacciona.

-Rachel ¿Por qué no puedo moverme?-

-Smit, tu cuerpo sufrió daños irreparables, no pudimos salvarlo, tuviste suerte de que Marta tuviera un cuerpo experimental de la investigación que llevaba a cabo-

-asi es detective smit- interrumpe Marta -tuve que hacerle un transplante de conciencia-

-¿Que?- en ese momento no pude pensar en nada, solo en aquel momento en el que revelaron el descubrimiento de una nueva tecnología que cambiaría la vida misma, estaba en la sala de mi casa junto a mi padre, lo miré a los ojos intrigado al no comprender por qué era el bum del siglo, con el tiempo las personas fueron haciendo muchas mejoras en sus cuerpos, pero, por alguna razón no comprendía la necesidad, mi padre solía decirme que prefería morir como un ser humano completo. 

Amaba a mi padre, lo admiraba, sin importar nada siempre lograba lo que se proponia, hasta morir como un humano completo. Dos años después de aquel anuncio murió de un ataque al corazón. El sabía que necesitaba ese transplante y aún así se aferró a sus palabras y pensé, si un hombre no es fiel a su palabra, no es un hombre confiable. Me hice la misma promesa, morir como un humano completo, perdón...papá.

 Grite, de dolor, de angustia, de tristeza, de decepción.

-debi haber muerto ¿por qué no me dejaste morir?- le reclamé por su decisión.

-smit controlate- me dice Rachel -no podíamos dejarte en ese lugar, está fue la primera solución que apareció y la tomé-

Intento levantar mi cabeza, miro mi cuerpo, tenía un cuerpo mejorado, un cuerpo inmortal, pero, no me sentía vivo.

-¿Lograre moverme algún dia?- le pregunto a Marta 

-quedate una semana aqui, haremos unos experimentos y veremos cómo evolucionas- 

El odio invade mi ser, mi mente está inundada de pensamientos de ira, quiero matar al culpable de esto y talvez si tengo suerte, morir en el proceso.