Prólogo

Nunca considere el enamorarme de él como una opción. Tenía el plan perfecto escrito en papel invisible pegando en la mente. Soñaba con un futuro totalmente diferente, aunque tampoco me puedo quejar, sonreí todas y cada una de las veces que estuve con él, pero siendo sincero también llore y sufrí, ¡valió la pena!, él siempre lo valió todo.

¿Quieren saber qué fue lo que fallo?

La vida no conto con que yo sería un cobarde, alguien que nunca supo cómo empezar; en parte podría culparlo a él, la simple mención de su nombre me ponía idiota. Ese hombre es el sueño de cualquier persona. Fui afortunado al conocerlo, siempre supe que no fue suficiente, pero estoy agradecido; nunca nadie me hizo sentir como él. Nuestra conexión fue más allá de lo que cualquiera pudiera entender.

Al inicio luche contra mis sentimientos, pero fue inútil. Siempre fui de él, pero mis miedos me jugaron en contra, tuve que elegir entre la persona más increíble que había conocido o cumplir el sueño profesional que tenía desde pequeño.

Nunca entendí porque tendría que decidir, solo era un niño enamorado, así como todo el mundo se enamora yo también tenía ese derecho ¿Por qué ellos no tuvieron que dejar algo atrás por amor, o, a alguien por un sueño? Muchas personas contestaron “No es correcto, es una aberración”, “dos hombres no pueden amarse, es asqueroso”, “es un pecado, Dios hizo al hombre para estar con la mujer”, “¿Qué va a decir la gente?” y la más común “es una etapa, estas confundido” Pero, ¿Ellos que saben? Nunca entenderán lo que yo sentía cunado me besaba, cuando me tocaba, me hablaba o me miraba siquiera, jamás sabrán lo que yo sentía cuando él me sonreía.

¡Era injusto! Pero, yo solo podía amarlo más y soñar con un futuro donde solo estuviéramos los dos, no importaba donde, simplemente quería estar con él. Sin embargo, yo aún no sabía que todo tiene un fin y el de nosotros llego demasiado pronto, no tuve el tiempo suficiente para amarlo como lo deseaba.

Fui patético, porque solo pude tatuarme su nombre y cada uno de los recuerdos a su lado con una tinta que solo yo pudiera ver, porque a pesar de todo lo que vivimos, no era capaz de gritarle al mundo quien era yo, ni siquiera era capaz de susurrar su nombre en la oscuridad de mi habitación, por miedo que en ese instante todo lo que sabía de él, desapareciera para siempre.

"La vida nos lleva por el sendero que ella elija y yo llegue hasta ti sin siquiera buscarte"