Mitad mentira. Mitad verdad

17

capitulo 17

 

"Vamos a ser amigos, fue lo que prometiste el día en que nos conocimos. Ok, no estaba convencido más tuve que aceptar por culpa del destino. Pero pasaba el tiempo y la verdad te fui queriendo y termine por encontrarte en cada sueño, en mis deseos" 



La semana habia transcurrido demasiado lenta para su gusto. Parecía que los días duraban meses, tan mal era su persepcion del tiempo que ni siquiera le había prestado atención al clima, arboles danzando al compás del viento, brisa golpeando suavemente en el rostro de los transeúntes, la cuál ayudaba a refrescar aquellos calores de verano  

Sebastián amaba cuando eso ocurriría, sobre todo cuando salía al campo de fútbol, era simplemente increíble. Sin embargo esos días estuvo tan sumido en su mente que solo había espacio para una persona en sus pensamientos. Alexander 

Llevaba semanas sientiendose extraño con respecto a ese chico, él le hacía desconocer todo lo que creía de si mismo, le provocaba tanto y tantas cosas que cada vez que pensaba en él, lo veía o lo nombraban en su presencia, algo inquietante se instalaba en su pecho. Era tan llamativo  

Alexander lo tenía constantemente en una montaña rusa de sentimientos. Lo podía llevar de emociones como la molestia e irritación a la alegría, euforia y paz, aquella era la que más le gustaba pero sobre todo la que más lo aturdia  

Podia pasar horas en silencio recordando cada pequeño detalle, desde su rostro, la ropa que usaba, sus gustos, sus gestos y movimientos. Últimamente su mente estaba en una constante lucha, por momentos rememoraba a Alex con aquel chico que llevo al entrenamiento, aquel del que a pesar de no recordar el nombre no lograba olvidarse. Cada que cerraba los ojos se encontraba de nuevo esa imagen; veía a ese tipo mirando a Alexander, la sonrisa que le dirigía y sobre todo la maldita energía que desprendían cuando estaban juntos. No soportaba a ese chico, lo quería lejos de él y de Alex 

Pero su cerebro no paraba ahí, si no que también le recordaba como Bárbara coqueteaba con su amigo, y le embolvia la asfixiante sensación que le provocaba el verla tocarlo, sonreírle y mirarlo como si el castaño fuera lo mejor de su mundo 

Se preguntaba ¿Por qué me pasa ésto? ¿Por qué aquel por el que no puedo sentir más que amistad, logra ponerme tan celoso? No había una respuesta concreta, pero eso no cambiaba que cada que alguien intentaba llamar su atención o le miraba de más, Sebastián quería moverse hacia él y alejarlo de todos, rodearlo con los brazos y llevarlo lejos 

Terminaba tan frustrado. Se regañaba así mismo, sabía que sentirse así estaba mal, no debía sentir eso por Alex 

Sebas siempre fue un chico celoso, celaba a sus padres cuando alguien intentaba coquetear con alguno de ellos, celaba a su hermano Derek, sobre todo era celoso con Abigail, tanto que incluso aunque le gustaría que su hermano y ella fueran pareja, a veces no podía controlarse, pero esos celos eran diferentes, con Alexander todo se sentía diferente, pues con el experimentaba no solo celos, él le robaba sonrisas, felicidad y por momentos le arrebataba uno que otro suspiro 

Sobre todo últimamente que recordaba aquel día que, después de comportarse como idiota por estúpidos celos y haber tratado mal a Alex, habían quedado de verse en casa del oji-verde, su familia había salido a hacer quien sabe que, de lo emocionado que estaba ni presto atención a sus padres cuando ellos se despidieron  

Ese día Alex llegó vistiendo una playera blanca lisa, acompañada de unos pantalones deportivos color gris y unos tenis blancos, quizá un look muy sencillo y básico para hacer deporte; pero ante los ojos de Sebastián era todo lo contrario 

Una sensación tan electrizante le recorrió el cuerpo entero. Quiso correr y encerrarse en su habitación en ese momento para entender que era lo que estaba experimentando. Cada que se encontraba con su mirada o con su cuerpo la piel se le erizaba y sus manos sudaban, la sonrisa que le dedico Alex, fue su ancla, pues lo mantuvo en su lugar, lejos de obedecer aquella voz que gritaba en su cabeza ¡Corre! 

Y junto con eso revivia en su mente ese día, recordaba invitarlo a pasar y a desayunar juntos, donde descubrió que Alexander en ropa deportiva y desayunando crepas de queso con fresa y leche condensada, sería un gran problema en su vida, se sentía embobado ante aquella imagen, lo ponía increíblemente mal, el pulso se le aceleraba y una sensación que para entonces el desconocía se instaló en la parte de baja de su estomago, inconcientemente sus manos tocaron sus rodillas y las apretó fuerte Intentando calmarse sin lograrlo completamente. En otro intento fallido de distraerse y además porque en verdad lo sentía, volvió a disculparse 

Alexander en respuesta sonrió malicioso, con aquella sonrisa de niño travieso que "sin saberlo" le encantaba 



Sebastián 



Flashback 



Te he dicho que ya está, no te preocupes, pero veo que seguirás disculpantote hasta que te diga que te perdono—hizo una pausa y me miro fijamente mientras mordía ligeramente su labio inferior—Te reto a uno contra uno, si me ganas te otorgó el perdón—dijo burlon—El trato es, el primero en anotar cinco goles gana, Pero si yo gano tendrás que compensarme ¿Va?— 

Sonrei ante su propuesta, creía que bromeaba así que no acepte 

¿Entonces videojuegos o película?—Alexander no quitó su sonrisa y negó con la cabeza—¿Hablas en serio? Alex perderás, soy un casi profesional --

Entonces no tienes nada que perder Oní ¿Qué te detiene?— Nos miramos por un instante, mi cuerpo empezó a cosquillear. Su seguridad me cautiva que no pude hacer las que aceptar. Me gustaba su instinto competitivo ¡Esto será divertido!Esta bien , juguemos  


Subi a mi habitación por una pelota de fútbol y una mini portería. Nos instalamos en el patio trasero de mi casa, era grande y estaba empastado, perfecto para jugar  

¿Estas listo? --

Dale ya Orconí—dijo sin perder su sonrisa 

¿Algo que añadir Borja?— 

Nada por mi parte—dijo mientras tomaba el balón de mis manos para lanzarlo a sus pies y correr hacia la portería  

Sus movimientos fueron rápidos, tanto que tarde algunos segundos en reaccionar. Mi condición física era muy buena por lo que no me costó demasiado alcanzarle y quitarle el balón con un limpio movimiento, corrí hacia la portería y obviamente aquella "jugada" termino en gol 


Tendras que ser más rápido si quieres ganarme—Alexander hizo un pequeño puchero y sonrió  

Aun no cantes victoria Sebas—dijo burlón  


Con la pelota en sus pies volvió a dirigirse a la portería, me acerque sin mucho empeño a él para quitarle de nuevo el balón, pero no espere que el jugaría "sucio" , justo cuando estaba por quitárselo, me tomo entre sus manos de la cintura para tirar de mi y dejarme en el suelo y asi poder anotar un gol 

Mi pulso una vez más se aceleró, la sensación de sus manos en mi cuerpo me dejó aturdido en el piso y para terminar con mi estabilidad se le ocurrió "celebrar su gol" acercándose y tirándose ensima de mi 

Gooool—dijo cerca de mi oido—Asi celebran los profesionales cuando anotan ¿Sabes?—sonrio y siguió sobre mi 

Alex, ba... Bajate, ¡Eso es trampa!—le decía mientras con poco esfuerzo trataba de que se levantará  

Claro que no Sebas, aquí no hay referí. Esa es mi estrategia— decía mientras seguía arriba de mi  

Se le llama árbitro y no importa, eso es una falta clara  y de roja—Su cercanía más el olor de su desodorante y de su sudor me estaban poniendo nervioso— Ya pa-parate, que pesas... ¡ALEX!— 

No seas dramático Seb, solo es un juego y tú tienes ventaja, así que deja de ser malo y juguemos— dijo mientras se levantaba y me tendía una mano para ayudarme— ¡Esto es muy divertido! 

Despues de esto seguimos jugando, nuestro imaginario marcador tenía un cuatro contra tres; estaba a punto de marcar mi gol de la victoria, pero mis ojos se posaron en un Alexander un poco sofocado y haciendo puchero de molestia, solo eso, logro que me distrajera y que él pudiera quitarme el balón y anotar, ahora estábamos empatados  

Volvi a votar la pelota y Alex la ganó, quise quitársela, pero en los cuatro goles que había anotado note la alegría con la que me miraba, diciendo con el brillo de sus ojos miel, lo mucho que lo disfrutaba  

Y me encantaba ese gesto, lo que me provocaba era indescriptible, quería verlo todas las veces posibles y no pude, no quise más bien, evitar el gol de su victoria  

Alex grito de nuevo y celebró con un intento de baile, se veía tan tierno que solo pude reír y suspirar 

Ganaste, felicidades—Le tendi mi mano para estrechar la de él 

Gracias. Yo te dije que si me gustaba, además eres un gran entrenador—sonrio—pero no puedo otorgarte mi perdón, perdiste—dijo burlón 

Gracias, por lo de gran entrenador. Y la razón por la queganase fue un poco de eso y un poco la falta de reglas y la trampa que hiciste, claro está—dije irónico y burlón a la vez—¿Qué tengo que hacer para que me perdone joven Borja?— 

Tendra que invitar un  helado joven Orconí—hizo una pequeña pausa para pensar un segundo— mejor que sean dos, porque fuiste muy grosero al incinuar que hice trampa— 

No soy grosero, tú lo eres, por hacer trampa y por incinuar que miento—dije en el mismo tono burlón que él 

Aqui la pregunta no es si yo hice trampa, ¿Sabes?—me miro fijamente a los ojos—la verdadera pregunta es ¿Por qué te dejaste ganar? Ambos sabemos que sin problema podrías haberme ganado— Apesar de que sus palabras fueron dichas en un tono amigable y sin menor intención de causar demasiada importancia, para mí causaron un revuelo completo, porque aunque inconscientemente ya lo sabía o lo intuía nunca le había puesto un nombre a mis sentimientos. Pero en ese instante lo supe con certeza 


Alexander me gustaba y no como te gusta un amigo, me gustaba como hombre, me atraía sentimentalmente, la afirmacion en mi mente llego de golpe, entonces entre en pánico ¿Por qué a mi? Pensaba mientras sentía caer sobre mi, un peso tan grande que jamás en mis diecisiete años había sentido, era miedo, culpa, desconsierto y muchas más sensaciones que no había sentido hasta ese momento  

Ya no podía negarlo, Era tan obvio, los celos, suspiros, sonrisas y el ajetreo en mi cuerpo que sentía con mirarlo, el pensar todo el tiempo en él, ¿Cómo ignorarlo? 

Ademas, se suponía que quien debería estar en mi mente y causarme todo eso, sería Hanna, mi novia. Aquella que por titulo y derecho le correspondía eso de mi. Y justo ahi comprendi algo más, pues sin  ser consiente de ello, ella ya no formaba parte de mis pensamientos como al inicio, tampoco la incluía en mis planes. Ni siquiera era consiente de que en el tiempo que llevábamos de relación los mensajes por mi parte cada vez eran menos 

¿Estás bien Sebas?—Alex se acercó a mi y me tomo del hombro 

¿Qué?—Le mire confundido—Ah si, si solo que me quedé pensando en que debo llamar a Hannie, quedé de salir en la tarde con ella— 

Ahh—solto su agarre y se alejo de mi unos cuantos pasos—Ya... Entonces ya me voy— 

Si... De hecho yo debería alistarme para salir a tiempo ¿Te importa si dejamos el helado para después?— 

No, claro que no— 

Gracias amigo—dije haciendo un pequeño enfasis el la última palabra 

Ambos regresamos a la casa para despedirnos y que él se pudiera marchar 

Me la pase muy bien Sebastián. Gracias por el desayuno. Estuvo muy rico—Trataba de no rememorar ese momento, no me encontraba lo suficientemente estable para soportar otro remolino de emociones al recordarlo desayunando 

Yo tam... También Alex— 

El sonrió y se acercó a mi para abrazarme en forma de despedida , pero mi cerebro entro en estado de alerta y solo le tendi la mano para estrechar la suya 

Nosvemosmañanaenelset—dije muy rápido  

Claro— no lo mire, pero supe que le resultó extraño mi comportamiento por el tono que utilizo al contestarme 


Cuando Alexander salió de mi casa, me senté en el suelo y me perdí en mis pensamientos  


Obviamente le menti  a Alex, No iba a salir  con  Hanna, solo quería alejarlo, para  aclarar mi mente. Solo asi, después todo en mi sería normal de nuevo. Dejaría de lado todo esto que siento porque no es correcto 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.