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Capítulo 24 

"Si no sientes amor por mí, es injusto que sigas fingiendo algo que no es. No me digas amor eso me duele más, regálame la libertad”  

Hanna

Escuché el sonido de la puerta ser tocada y corrí a abrirla, sabía que era Sebastián y estaba feliz de verlo. Me había invitado al cine y tenía muchas ganas de salir con él, ya hacía bastante de nuestra última cita 


—Hola cariño— saludé a mi chico con un pequeño beso en los labios. 

Sebas siempre había sido penoso al besarme, pero nunca un beso me había congelado como el de hoy. Los labios de mi novio se sentían fríos y lejanos  

—Hola bonita, te traje esto— En sus manos traía un hermoso arreglo de girasoles y unos chocolates. Ese gesto amedrentó un poco  la desagradable sensación que me recorría el cuerpo, al menos hasta que note que su mirada huía de la mía  

—Gracias Sebi, están hermosos— tome las cosas y las puse en el recibidor de madera que teníamos a lado de la puerta  

—No agradezcas ¿Nos vamos? — Preguntó 

—¿Y si mejor nos quedamos a ver una peli aquí? No me apetece salir— Si algo andaba mal tenía que descubrirlo y en el cine no podriamos conversar. El solo afirmo con la cabeza —entondes veamos una pelicula— Se quedó un momento en silencio con la mirada en cualquier lado  

—Ve poniendo la película mientras voy a la tienda por comida chatarra ¿Quieres algo? — 

Mi padre siempre decía que "al buen entendedor, pocas palabras" y yo realmente era lista, Sebastián estaba más que incómodo, de hecho parecía sentirse culpable. No sabía el porqué,  ni que tanto nos afectaría pero me empezaba a sentir muy triste  

—Lo que tú quieras está bien— Ni siquiera pude fingir una sonrisa. Solo me gire y busque cualquier película que encontrará  

Sebastián no dijo más nada y se fue  

En mi mente pasaban muchas preguntas ¿Por qué se sentía culpable?  ¿Sería culpable la palabra correcta de su sentir? ¿Yo sería causante de su comportamiento? ¿ Habrá tenido un mal día y por ello estaba así?  

No tenía ni idea, aunque si hacía un poco de memoria, nuestra relación cada vez se sentia más "distante". Siempre supe que  nuestras salidas serían limitadas por su trabajo y escuela, pero para mí nunca fue problema, lo llevábamos bien 

El solía escribirme por las mañanas, quiza en las tardes y todas las noches también, a veces solo eran mensajes cortos o de buenos días o buenas noches. Pero desde un par de meses para acá, ya no eran diario esos mensajes, quizá tres o cuatro veces por semana y lo entendí 

Entendi que  tenía cosas por hacer, que sus entrenamientos serían más demandantes  por el inicio de la liga en segunda divicion, que las grabaciones estaban por finalizar y entonces tendría más trabajo, también entendí que los exámenes estaban por inciar y que tendría el tiempo contado, aun asi, al menos esperaba que cuando nos pudiéramos ver, estaríamos por completo para nosotros o que si había problemas lo hablaríamos y trataríamos de apoyarnos como hasta ahora lo habíamos hecho 

—¡Llegue!—hablo Sebastián—¿Qué película vamos a ver?— Mire a mi chico y seguí encontrando un semblante serio y de caído  

—"Yo antes de ti"—dije regresando la mirada a la televisión— No la he visto y dicen que es muy linda— 

—Okey— dijo sin más   

Me levanté del sofa y fui a la cocina por un tazón para poner la botana que había traído Sebas  

—Si quieres puedes poner eso aqui—Señale las bolsas de frituras 

—Claro— 

Sebastián y yo nos acomodamos en el sofá y ni siquiera hizo amague de querer abrazarme o si quiera de acercarse un poco a mi  

—¿Estas bien?— La película iba comenzando cuando pregunté, quería quitarme la duda, pero a la vez algo dentro de mí no quería saber la razón de su comportamiento 


—¿¡Qué!?— la típica reacción de alguien que no está prestando atención a lo que habla la otra persona 

—¿Que te pasa? Desde que llegaste has estado muy distante— No quería que sonara a reclamo, quería ser un poco comprensiva con el— ¿Sucedió algo malo? — 

Lo vi balbucear un poco, sus hombros se tensaron y lo vi ponerse nervioso.  

—No, claro que no—contesto a prisa  

—Si quieres podemos dejar la cita para otro dia— Sebastián no respondía solo miraba un punto fijo del suelo 

—No— por fin me miró y dio un suspiro seguido de una mueca disfrazada de sonrisa — Quiero... Quiero ver una película contigo — Claramente no actuó como esperaba en esta escena 

Ahora mismo, me sentía en una novela de bajo presupuesto, la actuación de Sebastián fue mediocre y solo logro herirme más  

—¿Sebas?— Lo mire. Necesitaba saber que diablos ocurría ahora mismo, no merecía esto—¿Que paso? Y no digas que nada porque tú comportamiento me está lastimando. Soy tu novia, si algo te ocurre puedo ayudarte, comprenderte o simplemente escucharte si lo requieres—  espere que me hablara pero solo me miraba con pena  

—Yo... Hanna, no se que quieres que te diga, todo está bien. Quizá solo estoy un poco cansado,  no es nada— Su voz no demostraba enojo por mi comentario, más bien sonaba cansado y triste — Perdón si te pongo incómoda, solo... Creo que es mejor que me vaya, no quiero arruinar tu día— 

—Sebas, solo quiero ayudarte—queria llorar por la frustración, no entiendo por qué pero esto me está sobrepasando, nunca había reaccionado asi 

—Lo sé— apretó los labios tratando de contener alguna exclamación, me miró y desvío la mirada— Te quiero— 

Sin esperar respuesta me dio un pequeño beso en la mejilla y salió de mi casa, ya no pude aguantar y pequeñas lágrimas escaparon de mis ojos