Mongomeri's Hospital ©

Capítulo 2: El deber llama

-¿Qué fue lo que pasó? - dijo la doctora Li luego de estabilizar a la paciente.

Alcé mis cejas algo nervioso - yo, no lo sé. Comenzó a convulsionar, quizás sea por la misma contusión que sufrió en el accidente.

La doctora Li me rebajó con la mirada e hizo una mueca - ya hizo suficientes cosas aquí, puede irse Akers.

Abrí mi boca, pero luego bajé mi cabeza al mismo tiempo que contengo mis palabras.
*Es una doctora de piso, no puedes quejarte Vincent*
Salí a paso rápido de la habitación, y tomé mi frente mientras siento que vibra el llamador en mi bolsillo. Rodé mis ojos al ver que me llaman desde Emergencias, se supone que debo estar preparándome para la cirugía, no yendo a ver gente con golpes.
Suspiré profundo y me apresuré, ya que me dio algo de miedo imaginar la cara de Adams, al ver que llego tarde.
Se sintieron unos gritos, lo cual me extrañó y abrí las puertas rápidamente.
No puede ser.

-¡Me arrancarás el brazo si sigues moviéndote! - gritó el chico desesperado.

El otro lo miró mal - ¡todo ésto es tu culpa!

-¡Akers! Un poco de ayuda no vendría mal - dijo Matthew enojado, mientras que con Patty intentan retenerlos.

Sacudí mi cabeza - ¿qué fue lo que pasó? - dije corriendo hacia ellos, sin sacar la mirada de sus brazos pegados por completo.

-¿Conoce el juego verdad o reto? - dijo unos de ellos mirándome irónicamente - bueno, eso fue lo que pasó.

Alcé una ceja e intenté ver más de cerca la situación, hice un poco de presión, y pude notar que uno de ellos comenzaba a sangrar y gritar.

-¿¡Cree que no intentamos hacer eso?! - cerró sus ojos - ¡por favor hagan algo! Nunca dijiste que éste pegamento sería tan fuerte - le susurró al otro enojado.

-¿Pegamento? ¿que clase de pegamento? - dijo Patty con sus ojos abiertos.

Mientras lo llevamos a una camilla, uno de ellos se quejó por lo bajo - mi papá trabaja en una fábrica de autos, y fuimos con unos amigos y...

-Ay Dios - dijo Matthew - traeré un intravenoso para una desintoxicación.

-¿Estaremos bien?

Alcé una ceja y me los quedé viendo - si siguen moviéndose, no.

Ambos se pusieron rígidos y en silencio. Patty sonrió de costado.

-Estarán bien chicos, ahora traeré algo para separarlos - dijo mientras busca unos guantes.

Me giré y busqué unas jeringas con anestesia. ¿Quien en su sano juicio se pega un brazo con alguien más?
Palpé sus brazos y coloqué la anestesia, mientras que Patty saca a la visa un bisturí.
Matthew vino al poco tiempo y le ayudé a colocarles la intravenosa, espero que no sea tarde y ya tengan una infección por el pegamento.
Preparé los elementos para suturar, luego de que Patty terminara de separarles la piel.

-No sentiras nada, pero necesito que te recuestes, así puedo cerrar la herida - le dije a uno de ellos, lo cual con cara de alivio, hizo lo que le pedí.

Me puse unos guates y tomé la aguja, para luego comenzar a suturar.
Once puntos por hacer una estupidez, y justo a tiempo cuando sentí el llamador en mi bolsillo; sonreí al ver que me llaman para cirugía.

-Uhh te odio tanto - dijo Matthew mientras sigue cerrando la herida del otro chico - lo que daría por una cirugía.

Reí por lo bajo y me giré para toparme con la cara sin amigos, de Adams.

-Akers - alzó una ceja - ¿a dónde tan rápido? Aún hay gente que te necesita en Emergencias.

Le sonreí de costado - tengo una cirugía programada con el doctor Stone.

Adams puso una cara de sorpresa - ah bueno, está bien ve - dijo agitando sus manos, y luego cambió su cara a molesta - ¡no te me quedes mirando! ¡el deber llama!

Me sobresalté por su grito - si, lo siento doctora Adams, ya me voy - dije caminando a paso rápido mientras salgo de la sala de Emergencias chocando de forma torpe con la puerta.

Que caracter, no entiendo como puede vivir de gritos esa mujer, Patty tiene razón, ¿como es que aún no se queda sin voz?
En fin, ahora estoy feliz de entrar a cirugía y saber que después podré volver a mi apartamento, y dormir algo, porque en éstos momentos literal, que estoy super cansado.
Resoplé por lo bajo en cuento vi las hermosas puertas del quirófano, al mismo tiempo que entro y lavo mis manos.

-Akers - dijo Stone con sus manos mojadas y en alto, antes de ingresar - ¿listo?

Sonreí de costado - si.

Ingresé al quirófano, mientras que viene una enfermera y seca mis manos, para luego ayudarme con la bata, el barbijo, el gorro y los guantes.
Cerré mis ojos y suspiré profundo tratando de enfocarme. La emoción me carcome por dentro, y cuando sentí que ya estaba listo, abrí mis ojos tranquilo, para situarme al lado del doctor Stone.

-Empecemos - dijo tomando un bisturí - enfermera, ¿pone la música por favor?

Que bueno que tengo barbijo, ya que sonreí por lo que acababa de decir. Siempre supe que por ahí sabían poner música durante una operación, pero jamás lo imaginé al doctor Stone.
Es decir es serio, amargado y cortante. Más bien me lo imaginaba operando en silencio y con cara de pocos amigos, totalmente contrario a lo que está haciendo ahora.




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