Luego de atender aquel trauma, la doctora Li vino personalmente, para llevarme consigo hacia la chica sin memoria.
Me comentó que su presión arterial se normalizó y los latidos del bebé mejoraron bastante.
Ahora sólo necesita hacerle un chequeo general, y prefiere que esté yo presente, ya que la paciente logró generar un vínculo de confianza conmigo, y eso es muy importante, ya que si pasa algo quizas que sea capaz de mantenerla calmada.
-Hola Vincent - sus ojos azules brillaron en el saludo que acaba de darme, el cual yo se lo correspondí con un asentimiento de cabeza.
-Bueno cariño, ahora sólo necesito que te recuestes y respires profundamente, así puedo hacer una prueba general de tu estado cardíaco - dijo la doctora Li, mientras se acerca hacia ella.
Noté sus manos tensarse, y supe al instante que estaba muy nerviosa, por lo que me arrimé y toqué su brazo para distraerla un poco - y dime, ¿ya tienes pensado algún nombre para el bebé?
Ella negó lentamente - no, pero estuve pensando un nombre para mí - dijo subiendo una ceja - es algo tonto sentirme sin nombre, me hace parecer que no existo - rodó sus ojos - ya sé, suena raro decir eso en voz alta.
Alcé mis cejas - ¿qué? No, para nada. Es normal, ¿y que nombre tienes en mente?
Ella infló sus cachetes - me gusta el nombre Helen - su expresión cambió en cuanto vio mi sonrisa de costado - ¿qué? ¿no te gusta?
Me encogí de hombros - es elección tuya, no mía.
Ella hizo una mueca divertida - dime que nombre te gusta a ti.
Negué ante su petición - mi deber aquí es mantenerte a salvo, no decir que nombre me parece el adecuado para tu rostro, que por cierto para mí es Emilia - alzó sus cejas sorprendida, y rio por lo bajo.
-La verdad que tienes cara de Emilia - dijo la doctora Li uniéndose en el debate del nombre.
Con una sonrisa asintió lentamente - Emilia será.
Li dejó el aparato de control a un costado de la camilla, y se volteó hacia la puerta, en donde poco después llegó Pobe.
Sin entender nada me senté en una de las silla de acompañante, para escuchar lo que tenían que decir.
-Bueno, según la historia de hoy, la paciente...
-Emilia - lo interrumpí y éste asintió complacido.
-Emilia, ya está apta para irse del hospital mañana mismo - dijo Pobe alzando sus cejas orgulloso e insistente en sus palabras.
-No - dije firmemente - ayer estuvo con picos de presión, y todavía sigo haciendo en ella, el seguimiento que Stone me dejó a cargo. Aún tiene delicada la zona de la operación - alcé mis manos - una semana, ¿no le pueden dar una semana más?
Li y Pobe se vieron extrañados ante mi reacción, y debo decir que yo igual, ¿por qué acabo de saltar tan a la defensiva?. Miré de reojo a Emilia, la cual tiene sus ojos algo vidriosos.
-Akers - gruñó el jefe de cirugía por lo bajo - ya hablamos del tema, sin seguro médico...
-Ella necesita cuidados, y más aún estando embarazada - abrí mis ojos intentando buscar algo de humildad.
-Lo siento, pero su salud hasta ahora marca un estado óptimo, y como médica puedo garantizar su dada de alta - Li se cruzó de brazos - y si piensa que...
-Vendrá a casa - dije sin pensar lo que acaba de pasar por mi cabeza, y me giré hacia Emilia - vendrás a mi casa, y allí te mantendré hasta que encuentres a tu familia.
Un silencio profundo invadió la habitación, en donde sentía todas las miradas puestas en mí.
Jamás me hubiera imaginado decir ésto, pero tengo razón. Y nunca se me pasaría por la cabeza, dejarla sola en la calle, sin dinero, sin memoria y encima esperando un hijo.
La perderé como paciente, pero no como la persona que es. No soy capaz de abandonarla, y mucho menos sabiendo que su salud aún puede llegar a correr peligro.
Mi apartamento está al frente del hospital, por lo que si alguna vez llega a haber algún tipo de emergencia, podrá ser atendida rápidamente y sin problema.
La verdad que al principio me pareció una idea muy descabellada, pero ahora que lo procesé mejor, no está tan mal mi propuesta.
-Yo...no sé que decir - dijo ella aún impactada por mis palabras.
-No tienes que decir nada, mañana cuando termine mi guardia, te llevaré a mi casa y seguiremos adelante - le sonreí de costado al ver la emoción en su rostro - aún tengo que atender casos en Emergencias - dije mientras me daba la vuelta y pasaba con mi mirada punzante hacia Pobe y Li, los cuales aún siguen sorprendidos por mi reciente ocurrencia.
No me importa si luego me reprenden, aunque pensándolo bien ¿por qué me reprenderían? Jamás les falté el respeto, y tampoco planeo hacerlo, son y serán mis mentores. Pero eso no quiere decir que esté de acuerdo en todo lo que digan o decidan, sin embargo habrán cosas en las que me equivoque, pero ahora siento que hice de todo menos equivocarme.
Al parecer los chicos se habían tomado una pausa para almorzar, lo cual fue gratificantes porque ya sentía rugir mi estómago desde hace rato.
Tome una hamburguesa y papas, para irme a sentar con ellos, los cuales no paran de reír.