Candela me ayuda a elegir un restaurante en el que podamos cenar esta noche su hermana y yo. Ella es muy buena con todo en general, me ha ayudado a elegir mi ropa de esta noche, las flores que voy a regalarle a Andrómeda y ahora el restaurante, es una máquina.
- ¿Qué hacen?- dice Max al entrar.
- Hola hermanito, ayudo a tu mejor amigo a elegir un restaurante para su cita con nuestra hermana.
- ¿Cómo me llamaste?- pregunta sorprendido, igual estoy yo al oírla con un tono tan familiar para dirigirse a mi mejor amigo.
- ¿Hermanito? ¿No lo eres?- le sonríe.- ¡Que pena! Estoy segura de que a mamá le hubiese encantado tenerte por hijo.- se encoge de hombros.- Sino te gusta…
- Si, si me gusta.- dice rápido.- Solo no esperaba que me llamases hermano.
- Bueno, creo que para mis padres ya eres un hijo, y eso te convierte en mi hermano mayor.- sonríe más cohibida esta vez.- Mi madre tiene mucho amor para repartir.- se levanta del suelo.- Voy a ayudar a mi hermana a vestirse, nos vemos.- se despide de ambos.
Max termina por entrar al cuarto que compartimos, confundido pero puedo ver sus ojos iluminados, al sentirse parte de algo, parte de una familia a la que le da igual su orientación sexual. De sus ojos comienzan a bajar lágrimas, me acerco rápido a mi mejor amigo y le abrazo, sé lo importante que han sido las palabras de Candela para él.
- Esta familia es lo mejor.
- Ahora es tu familia Max, ella te lo acaba de decir.- le sonrío.
- Ya no se siente tan mal haber perdido a mis padres y a mi hermana por mi orientación sexual, creo que ellos son capaces de darme todo el amor que me ha faltado estos años.
- Por la personalidad de Eleanor, juraría que si.
Unos golpes en la puerta detienen nuestra conversación. Entra por la puerta el primo mayor de Andrómeda, Biel creo que dijeron que se llamaba.
Él se sienta al lado nuestro, lo miramos confusos hasta que sonríe, se ve tan simpático como el resto de O’ Connor, extraño pero cierto.
- Oí un poco de la conversación cuando pasaba por delante de la puerta.- le sonríe a Max.- Mi tía es capaz de darte todo el amor que necesites, a ninguno de nosotros le molesta tenerte como nuevo miembro de la familia.- se encoje de hombros.- Pero tendrás que darme tiempo para que te llame primo, de momento seguiré llamándote Max.
- No hace falta que me llames primo.
- Acabaré haciéndolo, mi tía de seguro me obligue.- sonríe.- Acabas de ganar unos padres maravillosos, y no solo lo digo porque sean mis tíos, es porque han sido todo, sin ellos posiblemente no hubiese tenido padres, porque Samantha es mi madrastra y gracias a mi tía es que mis padres decidieron amarse y no esconderse o huir.- se encoge de hombros.- Quien tenga a mi tía por madre, ha ganado en esta vida.- dice antes de levantarse.- Y tu cuida a mi prima o Einar no seré el único de tus problemas, ¿quedó claro?
- Muy claro.
- Pasarlo bien.- se despide.
- Definitivamente he ganado.- dice entre lágrimas y risas.
- Si amigo, si que lo hiciste.
Termino de abrocharme la camisa de botones, salgo del cuarto y espero en la sala a que Candela y Andrómeda bajen, la pequeña me dijo que no tardarían mucho en bajar y que fuese paciente porque su hermana lo merecía.
Escucho unos tacones sonar contra la madera del suelo, levanto la vista y me encuentro con una maravillosa mujer. Andrómeda con un sencillo vestido de color rosa, corto y ligeramente suelto, junto con unos tacones blancos no muy altos, se ve sencillamente hermosa.
- Cierra la boca, te van a entrar moscas.- se burla Einar de mi.
- Estás preciosa.- digo todavía anonadado.
- Gracias.- me sonríe.- Tú no estás mal.
- Cuidala o te mato.- dice mi hermana a mi lado.
- Lo haré, tenlo por seguro, ya me han amenazado muchas personas.- todos se ríen.
Nos despedimos de todos los que están en la casa y luego subimos a mi coche, ella lleva cuidado con que no se le vea la ropa interior.
- ¿A donde vamos?
- A un restaurante.
- Yo pensaba que íbamos a una gasolinera.- se cruza de brazos enfurruñada.- Espero que al menos haya menú vegetariano.
- No eres vegetariana.- digo confuso.
- Pero hoy no me apetece carne.- la miro de reojo, la veo sonreír solo quiere meterme miedo.- Es divertido esto, ser como mis hermanos es divertido.
- Mejor sé tu misma y no me asustes.
- ¿Cuál es entonces la gracia?
- ¿No darme un infarto?
- Bueno, bromearé con otras cosas.
Llegamos al restaurante doy mi nombre y nos dan una de las mesas que están al lado de la ventana, Candela dijo que a su hermana le encanta mirar por las ventanas mientras come, dice que a Andrómeda eso la relaja.
- Es bonito.- dice con una sonrisa antes de tomar la carta.- Aquí no tengo la edad legal para beber.- se queja.- Me conformaré con agua.
- Yo también.- le sonrío.- ¿Y de comer?
- Tienen menú vegetariano así que eso, apuesto lo que quieras a que Candela te ayudó con el restaurante.
- ¿Cómo sabes?
- Mi hermana siempre me dijo que tenía que venir a este restaurante y probar su menú vegetariano, según ella está buenísimo.