Moonlight Dance (pausada)

3. El juego de nunca acabar

Derek era el mejor amigo de Stefano. Se conocían de la infancia, eran del mismo pueblo. Stefano antes de mudarse aquí había nacido en Hardeland, un pueblo a unos kilómetros de aquí. Sus mamás eran mejores amigas de toda la vida, eran la madrina del otro. Cuando el papá de Stefano falleció ella decidió mudarse a causa de la nostalgia. Pero sin embargo no habían perdido nunca el contacto y cada tanto ellos venían o ellos iban.

La noche había transcurrido tranquila, nos habían contado algunas anécdotas de cuando eran chicos. Se le notaba que estaba nervioso, presentía que sabía que estaban casi todas suspirando por él, se le sentía el pulso acelerado. Todo estaba tranquilo, hasta que se escucha a Stefano maldecir desde la puerta.

-¿Qué demonios hace toda esta gente?- dijo mientras todos veíamos como se llenaba la casa de gente.

No dejaba de entrar gente a la casa de Stefano, lo que empezó como algo tranquilo y de amigos se volvió en una fiesta de fraternidad.

-Son amigos míos.-dijo Austin para (no) sorpresa de todos.- Los invite para pasarla bien. Puede ser la última fiesta que queda de vacaciones.- dijo excusándose.

Stef estaba, no enojado, lo que le sigue. Iba a matarlo en cualquier momento. Austin siempre era así, invitaba a quienes se le daba la gana a donde se le daba la gana. A Sofía un día le hizo eso. Era su cumpleaños y él invito a casi treinta personas en una tarde. Nunca olvidaremos la cara del papá de ella cuando nos hecho a todos, casi nos mata a todos. Austin jamás dio la cara, mientras él veía como a ella la retaban y la castigaban por el resto de sus días.

-Oh, gracias amigos por avisarme que ibas a invitar gente a mi casa.- dijo furioso.

-Vamos amigo, no te enojes. Era para ponerle diversión a la cosa.- Austin siempre haciendo lo mismo. Creerse el dueño de todo

-Era una reunión de amigos, no una fiesta de fraternidad, idiota.- Los ojos de Stef estaban raro, cambiaron de su típico color marrón claro a algo más amarillo

-No pasa nada Stef. Son solo un par de personas, nada va a salir mal- dijo Derek para calmarlo

-Hazle caso a tu amigo, el pueblerino.- Dijo Austin entre risas. Era mucha gente, no solo unos tantos. De no ser porque Derek relajo a Stefano ya habría echado a todos de la casa.

-Recuérdenme por qué seguimos siendo amigos de Austin.- Pregunto Anna, una de las animadoras

-Habla por ti. Yo no lo considero amigo mío desde hace tres años.- dijo Liam. Todos teníamos razones para no querer a Austin, algo nos había hecho.

La noche se salió de control. Entraba gente como pedro por su casa, personas por todos lados y se escuchó el fuerte portazo de arriba. Stefano estaba tratando de mantener la calma, pero esta por desbordar

-Ten, toma algo. Te va saltar la presión por las nubes.- Le dije dándole de mi vaso.

-Recuérdame nunca volver a hablarle a Austin.- Me dijo bajando todo lo que había

-Relájate, mientras nadie rompa nada está bien.-Trate de darle paz con la mirada.- Además te vamos ayudar a limpiar.- Como si eso fuera a evitar que lo mate su madre si se entera

Sentí algo raro en él. No por la situación, sino en él en sí, en su cuerpo. Cuando me hacer que a hablarle y darle el vaso escuchaba los latidos de su corazón, latían súper rápido, como si estuvieran en una carrera contra algo o alguien.

Música. Alcohol. Adolecentes hormonales todos en una misma casa, eso no iba a terminar bien y efectivamente la noche aun comenzaba; y todavía faltaba mucho por venir y por suceder. Como dice el dicho “la noche aún era joven”.

Estábamos en la cocina con algunos del equipo de básquet charlando, a lo lejos veía a Derek, estaba hablando con Belén, se notaba que estaba desesperada por saltarle al cuello.

-Audry, ¿Estás en este casa o en la de al lado?- dijo Franco sacándome de mis pensamientos

-¿Qué decías?, perdón.- dije con mi mejor cara de disculpas

-Que esto, a pesar del descontrol, estaba bastante bien-

-Sí, eso es verdad. Pensé que iba a empeorar más para esta hora- no dejaba de mirar a Derek, no sé qué me pasaba. Pero él estaba dándome la espalda y Belen no me veía por la altura de él. Belen se estaba yendo a otro lado con Derek, eso solo significan dos cosas y no hace falta que las explique.

La noche empezó a descontrolarse a eso de las 3:15 de la mañana, cuando alguien no se le ocurrió mejor idea que, en el patio, jugar a las luchas. Eso no sale bien, bajo ningún contexto. Por un lado Stefano tratando de que todos se comporten, y por el otro Liam y Franco dándole una mano para que nada se vaya de control. Pero esto era solo el principio de un desastre.

Stefano estaba echando gente de la fiesta, y gente que no tenía buen aspecto, para ser honesta. Liam logro calmar lo del patio diciendo que si lo hacían nadie jugaría esta temporada, no le importaba perder el renombre de la escuela.

Todo se estaba desbordando a nuestro alrededor. Por cada persona que se iba, entraban cinco más. Stefano se había rendido. Dejo de luchar contra la situación y que sea lo que dios quiera. Estábamos todos ebrios, incluida yo. Al alcohol no había dejado soldado en pie. Pero la bomba estaba a punto por explotar.



#8699 en Joven Adulto
#9886 en Thriller
#5578 en Misterio

En el texto hay: fantasia, juvenil, romance

Editado: 07.08.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.