Moonlight Dance (pausada)

22- Adiós...

En la comisaria la gente iba y venía. Como si no notaran que existía. Todos me habían acompañado, pero en la espera solo podía estar con dos personas. Derek y Valeria me acompañaron en todo momento.

Ninguno emitía sonido alguno.

-Si hay algo que tenga que saber, solo dilo.- Dijo sin mirar a nadie.

-Juro por la vida de Gwen que no se nada. Nunca imagine esto. Es lo último que puedo llegar a penar.- Dijo Valeria sin mirarme. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar.

Esperamos a que el Sheriff saliera de su despacho y nos llamara. Fueron minutos, pero para mí fueron horas, y de las más largas.

Cuando entramos solo podía entrar con una persona, asique le dije a Vale que me acompañe. Era abogada y como una tía para mí.

-Lamento mucho tu perdida.- Comentó el Sheriff.

-Vaya al grano señor.- Dije con la voz cortada.

-Tu madre presenta signos de violencia, además de que lo que muestra la casa. Nos llamó un vecino diciendo que escuchó una pelea en tu casa. Cuando llegamos ella ya había fallecido.- Prosiguió

-¿Cómo? ¿Cómo murió ella?- Pregunté mirándolo a los ojos

-Aún no sabemos, tenemos que esperar a la autopsia, pero creemos que por un corte en la carótida.- Dijo en voz baja.- Necesitamos que nos digas todo lo que puedas saber, además de en donde estabas.

-Estaba en mi recital de ballet.- Dije apuntando a mi vestido, no me lo había sacado aún.- Hoy era mi gran noche. Después de muchos años tuve el personaje principal. Solo puedo decirle que mamá tenía una orden de alejamiento contra mi padre, y que el apareció en final de mi obra.- Dije mirándolo a los ojos, sin pestañar.

-¿La entrada fue forzada?- Preguntó Vale

-No, por el momento parece que la víctima conocía al atacante. No había signos de que forzaron alguna puerta o ventana.- Dijo bajando la mirada. Creo que le dolía decirme en la cara que mi mamá había muerto.

Mientras me hacían preguntas simples de rutina, como si tenía algún familiar para avisarle, escuchamos una especie de pelea fuera de su oficina.

Derek parecía estar gritándole a alguien, el Sheriff dijo que lo esperemos que salimos detrás de él para ver qué pasaba.

Otra vez esa sensación. Todo se volvió silencio, y el lugar se vació por completo.

Derek estaba discutiendo con mi padre. ¿Qué hacía ahí?

En ese momento en el que me quede estática. Un recuerdo vino a mi memoria, como si fuera un golpe, seco; de esos de los que te noquean.

-Solo quiere saber cómo está mi hija.- Dijo tratando de zafarse de Derek.

-Él fue.- Dije en un susurro.

-¿Cómo?- Dijo Valeria mirándome, el Sheriff también se me quedo mirando.

-Él fue.- Dije con la voz firme y fuerte.- Él fue. Él mató a mamá.- Con ira solo corrí hacia él.

El único instinto que salió de mi fue pegarle con todas mis fuerzas, con toda la ira retenida que tenía dentro. No podía desquitarme con otra persona. No solo era por la muerte de mamá, era por todo el daño que nos había causado.

-Mataste a mamá.- Dije gritando con fuerza, como si fuera el último aliento que me quedara, como si estuviéramos solo nosotros en la nada, y no en una comisaría de policía.- Mataste a mamá, y yo lo sé. Mataste a mamá.- Repetía una y otra vez mientras le pegaba con todas mis fuerzas, sentía sangre en mis nudillos, pero no venían de mí.

Derek y el Sheriff trataron de alejarme, pero daba pelea constantemente para que no lo hicieras. Hasta que Derek me agarro de la cintura y me llevo lejos de ahí.

-Llévala a las celdas hasta que se calme. Al fondo a tu derecha.- Le indico el Sheriff. Derek hizo lo que le dijo. Valeria venía detrás de nosotros. También nos siguieron Gwen y Brenda.

Mientras Derek me sacaba de ahí vi como los demás entraban a la comisaria y agarraban a mi padre para que no se fuera.

Derek me soltó dentro de una celda y lo único que hice fue pegarle y maldecir a todo lo que se me viniera a la mente. Me resigne a seguir golpeándolo a él y le di un puñetazo a la pared.

Pude sentir como el cemento se rompía debajo de mi puño, pero no los huesos de mi propia mano. Entonces seguí, hasta que los huesos empezaron a doler.

-Ya basta, Audry.- Dijo Gwen tratando de agarrar mis brazos para luego abrazarme.- Sé que solo tiene ira dentro de ti y encontraremos una forma de que la saques de ahí dentro, pero ahora necesitamos que te relajes.- Solo sentí como el peso de mi cuerpo volvía a llevarme al suelo. Gwen caía junto conmigo, sin dejar de abrazarme. Logre ver un brazo extra, Brenda también me abrazaba.

Habíamos pasado por tanto juntas, que sentía que esto era el colmo. Nunca imagine que llegáramos a pasar por eso, no ahora.

-Él mató a mamá. Yo lo se.- Dije sin dejar de llorar.

-¿Cómo sabes eso?- Pregunto Brenda, pocas veces la vi llorar en años de amistad, pero hasta en este momento trataba de ser fuerte, pero ella misma sabía que no podía.

-Un día lo soñé. Estábamos saliendo de la escuela y él estaba afuera. Solo quería hablar conmigo, pero cuando vio que no podía solo decía que mamá iba a morir.- El recuerdo del sueño solo me destruía mas.- Pude haber evitado la muerda de mi madre y no lo hice.- Ahí. Ahí fue el momento en el que me di cuenta que me había hundido en el fondo del océano.



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En el texto hay: fantasia, juvenil, romance

Editado: 07.08.2020

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