Moonlight Serenade

Extraña en el paraíso (Stranger in paradise) Primera parte

Maia se despertó por el ruido de la puerta al cerrarse y vió a una chica que entraba a la habitación.

—¿Te desperté? Perdón— dijo la chica con una voz muy baja que pareció más a un susurro.

—No te preocupes— le contestó Maia mientras se levantaba arreglándose el cabello.

La chica en silencio cruzó la habitación hacia donde estaba la otra cama y comenzó a arreglar sus cosas. Maia se levantó y empezó hacer lo mismo, después de un tiempo en silencio ella decidió romperlo.

—Entonces ¿tú eres mi compañera de cuarto? — le preguntó.

—Si, soy Kim Soon-hee.

—Mucho gusto, soy Celeste —le dijo Maia mientras extendía su mano para saludarla. La chica entendió el gesto y estrechó su mano con la de ella.

— ¿Tienes mucho qué llegaste aquí? — le preguntó Maia a su vez que doblaba su ropa.

—No, llegué ayer — contestó la chica.

—Que bien, y ¿qué instrumento tocas?— siguió Maia.

—Toco el violín y ¿tú?

—La trompeta.

—¿Es un poco difícil no?

—Un poco, pero también el violín es muy difícil ya que es mucho de oído ¿no? — le contestó Maia, la chica asintió y se quedaron en silencio .

Al terminar Maia decidió salir de la habitación e ir al baño para mudarse de ropa e irse a dormir de nuevo,  a pesar de haberse quedado dormida antes sentía como si no hubiera estado despierta por dos días enteros. 

Antes de acostarse fue que se volteó y le dijo a Soon-hee:

—Ya me voy a dormir, hasta mañana.

—Si claro, ¿no te molestan las luces? —le preguntó su compañera

—No te preocupes, yo puedo dormir con luz — dicho esto se recostó y casi en automático se volvió a dormir.

Al día siguiente cuando se despertó Maia le costó un momento procesar donde se encontraba pero después de repasar lo sucedido el día anterior se calmó. Tomó su celular y se dio cuenta que eran las seis de la mañana,  fue entonces que le envió a su prima un mensaje que decía:

Ya llegue. Por el momento todo tranquilo ¿y tú?

Al igual Maia le escribió a su madre para que supiera que estaba bien, aunque claro ella pensaba que la chica estaba estudiando inglés, lugar donde en realidad estaba su prima. Como ninguna de las dos le contestó Maia se quedó un rato acostada viendo su celular, hasta que una hora después sonó la alarma de su compañera. Casi al primer sonido de esta la chica, Soon-Hee, se levantó por lo que Maia hizo lo mismo.

Cuando terminó de vestirse y arreglarse Maia le preguntó a su compañera:

—¿Sabes dónde está la cafetería? — Aunque sabía que lo más seguro no supiera quiso preguntarle para hacer conversación y acercarse un poco más a ella.

—Si— ella respondió— está en el primer piso del primer edificio que está en la academia, debes de salir del edificio y dar vuelta a la izquierda, caminas unas cuadras y ahí está.

—Ohh gracias— dijo un poco dudosa de las instrucciones— si quieres te espero y vamos juntas— decidió decirle al temer perderse, la chica quien estaba enfrente de ella sonrió y asintió.

Unos veinte minutos después, ambas chicas salieron del edificio y se trasladaron a la academia. Esta, como le había indicado la chica, se encontraba a unas cuadras de los dormitorios. Era una institución no muy grande para ser una universidad pero sí contaba con distintos edificios, unas salas de prácticas, un auditorio y áreas verdes que si no conocías el lugar era fácil perderse. Durante el camino se enteró que su compañera era de una ciudad llamada Busan que se encontraba a 4 horas de Seúl, pero se encontraba viviendo en la ciudad desde hace dos años porque había entrado al conservatorio juvenil que estaba vinculado a la academia por lo que ella conocía perfectamente el lugar.

Su plática fue interrumpida cuando entraron a la cafetería la cual empezaba a llenarse de estudiantes. Ambas se dirigieron a la barra en donde la comida consistía en arroz blanco, y verduras que Maia no pudo identificar, ella tomó uno de cada una para probarlo y se sentaron juntas. Mientras comían Soon-hee le preguntó de dónde venía, así que Maia dio toda la información que había preparado con la vida de su prima, la cual era: que tenía 17 años que venía de México en donde estudiaba en una de las escuelas de música que eran parte del Instituto de Bellas Artes de su país y tocaba la trompeta desde los 5 años gracias a su madre que era trompetista de la Filarmónica nacional.

Su mentira sonaba demasiado convincente por lo que su compañera no le hizo más preguntas tranquilizando a la chica. Al terminar su desayuno se dirigieron al auditorio en donde estaban preparadas en el escenario alrededor de veinte sillas organizadas en dos hileras. Ambas chicas se sentaron en una de las filas de en medio donde esperaron diez minutos para que comenzará la asamblea. Mientras esperaban las sillas vacías del escenario comenzaron a llenarse con los profesores quienes consistían en un grupo  de  diversos hombres y mujeres de distintas edades y nacionalidades. En el momento en que los lugares del escenario se llenaron la maestra Yoon se dirigió al estrado y comenzó hablar:




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.