Moonlight Serenade

¿Porqué no lo haces bien? (Why don´t you do right?) Cuarta parte

A la mañana siguiente una alarma hizo que Maia se despertara sobresaltada, era demasiado ruidosa tanto que la obligó a levantarse para apagarla. Caminó entre los cuerpos dormidos de sus compañeros quienes se estaban quejando del ruido; algunos de ellos, principalmente los chicos, estaban en el piso por lo que la chica llegó con un poco de dificultad al otro lado del cuarto dónde se encontraba el celular de donde provenía el ruido. Eran las ocho de la mañana según este y entre bostezos empezó a despertar a sus compañeros, empezando por Soon-Hee y Lin Yen quiénes dormían juntas en la cama de la primera chica

—¿qué pasó?— le preguntó un poco adormilada su compañera de cuarto.

—Es la hora de levantarnos para ir al paseo—le contestó Maia.

—Es verdad—dijo levantándose de forma inmediata y entre las dos fueron despertando a los demás chicos, teniendo grandes problemas para lograr su cometido ya que apenas hacía tres horas que se habían dormido. En el momento en que todos  lograron irse para vestirse y llegar a tiempo al camión Maia empezó a limpiar el cuarto mientras juntaba toda la basura para ponerla en bolsas y guardarla en la mochila que se iba a llevar.

—¿Qué haces?— le preguntó Soon-Hee que la veía extrañada.

—Estoy guardando la basura para tirarla lejos de la academia y que no la vieran los conserjes—dijo ella

—nunca lo había pensado—contestó su compañera ayudandola

— se me ocurrió de repente— contestó ella. 

Cuando acabaron ambas chicas se arreglaron y se dirigieron directo al punto de encuentro del camión, en donde la mayoría de sus compañeros ya estaban en sus asientos. Ellas se subieron y tomaron su lugar, pocos minutos después Melany, Lin Yen, Andrew y los otros dos chicos, Henry y George llegaron justo a tiempo antes de que el camión comenzara a avanzar.

Durante el trayecto Maia estaba tan cansada que se quedó dormida y despertó  cuando el camión se había estacionado. Al bajarse los chicos se encontraron a las faldas de una montaña donde se encontraba una torre en la parte más alta de ésta. La maestra Yoon y el maestro Choi los guiaron cuesta arriba, en donde se encontraron con unas escaleras de madera en donde sus barandales estaban abarrotados de candados de colores en forma de corazón, siguieron sin detenerse, por lo que Maia no pudo ver con detalle lo que decían cada uno de estos candados. El grupo caminó hasta llegar al pie de la gran torre donde había un pabellón en donde esperaron a que la maestra fuera a buscar a su guía. Esto les dio un poco de tiempo al grupo de chicos de observar una vista panorámica de la ciudad, no pudieron ver más ya que fueron interrumpidos por la llegada de la maestra y del guía, quién después de presentarse les platicó acerca del lugar donde estaban, que era la montaña de Namsan.

A la mitad de la explicación Maia se distrajo viendo a las personas de su alrededor, sorprendieose cuando acabó el chico y todos aplaudieron. Después él los guió hacia la entrada de la torre en donde tuvieron que hacer una fila y esperar su momento para tomar el elevador, cuando fue el turno del grupo de Maia y sus amigos ya habían pasado más de veinte minutos, siendo el penúltimo grupo en subir.

Estando en el último piso se encontraron con una sala redonda que en vez de paredes tenían vidrios, siendo un mirador dónde se observaba la ciudad de Seúl y el río Han que cruzaba a esta. Antes de poder acercarse a los grandes ventanales fueron interceptados por la maestra Yoon quien les anunciaba que les iban a dar tiempo libre, quedando en reunirse en el pabellón de abajo. Las cuatro chicas Maia, Melany, Soon-Hee y Lin Yen se dedicaron a observar y ver el paisaje, la primera pudo notar el gran tamaño de la ciudad que la gacia reflexionar acerca de como a pesar que iba a estar varios meses ahí definitivamente nunca le daría tiempo de conocer todos los rincones de la ciudad.

Su parte favorita definitivamente era la imagen del río que cruzaba la ciudad, ya que esta parte se diferenciaba mucho de la ciudad de México de dónde ella provenía y que la hacía darse cuenta que estaba en otro país, animando a Maia a quedarse más tiempo para poder conocer esos lugares que veía. Después de recorrer todo el lugar las chicas se quedaron un tiempo en la tienda de recuerdos que había ahí y en dónde vendían postales que se podían enviar desde ese lugar, mientras examinaba a estas se sorprendió cuando una voz masculina le preguntó:

—¿vas a enviar una?— Al subir la mirada hacia esa persona pudo ver que era Andrew quien se había puesto del otro lado del estante donde estaba la chica.

—No y ¿tú?—le preguntó ella

—No lo sé, estoy pensando a quién enviarla— le contestó él

—Bueno si lo haces, me dices que tal y ya veré si antes de que se acabe el curso lo hago — le sugirió la chica

—Bueno te lo diré si antes me dices como lograste el comprar las bebidas anoche— Maia sonrió ante esta respuesta que la hizo recordar como toda la noche anterior todos los chicos intentaron conocer su secreto, pero ella siempre insistió en no decirles.

—Entonces me quedaré con la duda— le contestó ella sonriendo, antes que él respondiera fueron interrumpidos por Henry quien les dijo:

— Vamos al piso de abajo para ver como se ve—Él asintió y la invitó a unirseles, Maia aceptó y fue por las chicas con quienes conjunto a los tres chicos descendieron las escaleras de metal que los condujo a un piso más abajo en donde se encontraron a la maestra Yoon y al profesor Choi sentados en unas mesas de la cafetería que había ahí . Todos ellos los saludaron de forma respetuosa y la maestra Yoon hizo lo mismo mientras les preguntó:




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.