Moonlight Serenade

De humor (In the mood) Tercera parte

Al llegar a la puerta de los dormitorios Maia se encontró a Andrew quien estaba solo esperando a los demás mientras sostenía su cello.

— hola — lo saludó la muchacha y le preguntó — ¿Y los demás?

—Se supone que ya vienen para acá— dijo él, mientras ella se acomodaba a su lado.

—No sabía que estabas tan entusiasmado por lo que vamos hacer como para que llegaras tan temprano a nuestro punto de encuentro — bromeó ella.

—Que graciosa. La verdad llegué temprano porque...— comenzó a decir el chico deteniéndose ya que sus orejas comenzaron a tornarse de un color rojizo mientras ella lo miraba, él volteo al frente y dijo como si nada— porque se me hizo temprano y quiero acabar con esto rápido.

—Cómo arrancar una bandita de tu brazo lo más rápido posible —afirmó ella mientras el chico asentía.

En eso fueron interrumpidos por Soon-Hee, Melany y Lin Yen quiénes bajaban del elevador. Los saludaron y a los pocos minutos Henry y George se les unieron trayendo sus instrumentos.

Ya todos reunidos se dispusieron a irse guiados por Soon-Hee quién les había recomendado un lugar dónde podrían tocar sin ningún problema. Después de dos estaciones de metro y de más de cinco minutos de caminata llegaron a un lugar donde había un pequeño riachuelo, en el cual  a su alrededor los habían adaptado para que las personas pudieran caminar sin ningún problema, siendo un lugar muy concurrido por jóvenes y parejas.

—Es aquí— dijo Soon-Hee — ¿Qué les parece?

—Está bien—dijo Andrew mirando alrededor. Los chicos asintieron ante está afirmación.

—¿Entonces en dónde se quieren poner?— les preguntó Maia. Los chicos voltearon alrededor para inspeccionar el lugar.

— Ahí— dijo George señalando un sitio debajo de un puente que estaba iluminado por las luces artificiales que tenía a su alrededor y en donde había menos personas. Todo el grupo de jóvenes asintieron y se dirigieron hacia allí, mientras comenzaron a acomodarse, los chicos se veían serios, principalmente por los nervios que sentían.

—Oigan— empezó a decir Andrew—¿Dónde me voy a sentar? me cuesta tocar parado—dijo mientras señalaba su instrumento.

Así entre todos buscaron otro lugar donde hubiera una banca, dejando a un lado la idea de hacerlo bajo el puente y se dirigieron donde había unas escaleras, siendo el lugar donde se acomodaron y empezaron a sacar sus instrumentos para afinarlos. Cuando acabaron los chicos se dieron cuenta que no sabían qué canción iban a tocar juntos ya que nunca habían practicado una canción completa entre ellos.

— ¿Qué canción vamos a tocar?—preguntó Henry. Los demás chicos comenzaron a repasar y ver qué canciones sabían y que los demás lo habían hecho también.

—¿Por qué no tocan una que es un clásico cuando aprendes a tocar cualquier instrumento?— sugirió Maia

—¿Cómo cuál?—preguntó Andrew

—la de twinkle twinkle little star—les dijo ella

—¿Es en serio?— preguntaron los chicos incrédulos, mientras que las chicas se reían de la idea.

—Claro, no me pueden negar que al menos la tocaron una vez—afirmo ella.

—En realidad yo si la toque —admitió George.

—Yo igual— contestó Henry

—y yo—dijo Andrew

—ya ven es una que si se saben— les dijo Maia, dejando a los chicos pensativos

—¿En serio lo vamos hacer? —preguntó Henry a todos

—pues no sé qué otra nos sepamos todos—terminó admitiendo Andrew, haciendo que asintieran los otros dos chicos.

Con esto hicieron la primera prueba para ver cómo les quedaba. Se escuchaba fatal por la falta de práctica de los chicos, pero lograron después de varios intentos escucharse más afinados y armonizados. Cuando se sintieron listos se dirigieron a unos baños públicos dónde se cambiaron a sus respectivos pijamas como habían acordado en la apuesta y se dispusieron a tocar después de regresar al lugar.

Al principio las personas los volteaban a ver cómo bichos raros, mientras que las chicas grabaron mientras se aguantaban la risa, los muchachos estaban demasiado avergonzados como para voltear sus mirada al poco público que se había conglomerado a su alrededor, por lo que solo consiguieron repetir tres veces la canción después de decidir que ya habían pagado la apuesta. Los presentes les aplaudieron, mientras ellos tomaban sus cosas y se fueron a cambiar.

—Miren cuánto nos dejaron—dijo George, una vez que habían regresado vestidos con su ropa normal, y se había acercado al estuche de su instrumento observando que varias personas del público le dejaron unas cuantas monedas y billetes.

—Deberíamos de hacer esto más seguido— dijo Henry viendo la cantidad que les habían dejado, ante esto todos se juntaron alrededor del estuche interesados en lo que les había descrito su amigo.

—¿y cuánto es? —preguntó Melany.

—Déjenme ver—contestó Soon-Hee quien comenzó a contarlo —en total son 30,000 wones. Nos alcanza para que cada quien coma cuatro eomuk.

— ¿cuatro qué?—preguntaron todos al mismo tiempo.




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