Moonlight Serenade

Habrá unos cambios...(There'll be some changes made) Tercera parte

Después de la comida y de fallar al sobornar a Maia para que no fuera a su práctica, la chica se dirigió a la sala de práctica. Al llegar tocó la puerta que estaba medio abierta, al no tener respuesta fue que entró encontrándose al maestro sentado ensimismado en sus pensamientos. Cuando estuvo cerca él levantó la vista y se sorprendió de verla diciéndole:

—ya llegaste.

—Perdone por distraerlo— dijo ella.

—Está bien, no hay problema. Comencemos ¿no?

Ella asintió y tomó su instrumento e hizo los ejercicios en donde se había quedado en la mañana. Por primera vez ella estaba tan absorta en la práctica que se sorprendió cuando él la interrumpió para que parara.

—¿Qué pasa?— le preguntó ella.

—Toma asiento, por favor —le dijo él mientras ella asintió y se sentó —Creo que deberíamos de cancelar hoy la práctica— le dijo

—¿Qué, tan mal estoy?— dijo Maia asustandose de esa sugerencia.

—¿Qué? No— le dijo él— Es sólo que me mentiste— Aseguró él, esto alertó mucho a Maia ya que con estas palabras la hizo pensar que él sabía toda la verdad acerca de ella.

—No, claro que nunca le he mentido — Mintió ella.

—Claro que sí, me dijiste que te habías quedado dormida cuando en realidad no desayunaste porque no te sentías bien.

—Pero ¿qué está diciendo?— empezó a decir la chica, teniendo una regresión de la conversación que había tenido con Andrew después de la clase, «ahí fue cuando debió haber escuchado esa historia» pensó Maia—Ahh no se preocupe ya estoy mejor, era sólo un pequeño dolor de cabeza que se me quitó durmiendo un poquito más, por eso me quedé dormida.

—¿Segura?

—Claro que sí— le contestó ella.

—Porque si viniste a mi clase sintiéndote mal y no me lo dices creeré que es porque soy demasiado ogro para que mis alumnos no me tengan confianza— dijo él, esta afirmación sorprendió un poco a la chica quien pensó en no negar esa creencia ya que para ella era verdad.

—Bueno que para ti no es así al ver cómo me respondiste ese día— Le dijo.

Al principio Maia no sabía a qué se refería hasta que de repente recordó el modo en que le había dicho que era un mal maestro semanas antes.

— Perdone de nuevo— Se disculpó ella.

—no, ¿porqué debes de pedir disculpas?, como te dije tu sólo dijiste la verdad

—¿En serio, crees eso?

—Si,claro. Como te había dicho se que no debí de haber dicho esas cosas como profesor, ya que mi deber es alentarlos— Esto la sorprendió, entonces no era la imaginación de todos que en realidad había cambiado el modo en que se comportaba con ellos de forma consciente.

—Entonces esa es la razón por la que usted ¿decidió cambiar su método? —se arriesgó a preguntar.

—se puede decir, aunque aún así creo que sus compañeros siguen pensando que soy un maestro ogro.

—Se puede decir—le contestó ella hablando con sinceridad— aunque bueno creo que se le considera como un maestro demasiado estricto.

—¿Nada más?

—Bueno, en realidad creo que el término que se puede utilizar para describirlo es un poco intimidante.

—Entonces ¿te intimidó?— Dijo él de una forma juguetona.

—Se puede decir que un poco—Mintió la chica, ya que le intimidaba más de lo que quería aceptar.

—No te creo por la forma en la que me hablas— le dijo

—Claro que sí, aunque no lo parezca no puedo ni preguntarte la duda que tengo.

—¿En serio? haber dime ¿cuál es?,soy todos oídos y te prometo contestarte con honestidad— ante esto Maia pensó en aprovechar esta oportunidad.

—Supe que los demás profesores sólo escogieron algunos de sus alumnos para hacer la audición para su solo, pero nosotros no, ¿porque en nuestro grupo vamos a participar todos? O en realidad es que ya tiene a unos escogidos y ¿sólo juega con las esperanzas de sus alumnos?

—Nada de eso, en realidad creo que todos son capaces de lograr el solo y es por eso que quiero que todos se prueben a sí mismos que pueden hacerlo.

—¿en serio? Nunca imaginé que fuera esa la razón— confesó la chica ya que le había sorprendido.

—Aunque he de aceptar que hay uno que otro de tus compañeros que considero que se ven más comprometidos—empezó a confesar— pero aun así quiero que todos se esfuercen para obtenerlo ya que a veces en el momento pueden dar sorpresas. Hay una frase que dice que el éxito se trata del diez por ciento de talento y 90% de constancia.

—Pero— comenzó a decir ella—¿no una audición también es algo injusta y subjetiva?

—¿Lo crees?

—Claro que sí, puesto que evalúan un momento y puede que en ese segundo la persona se ponga nerviosa ya que está siendo juzgada y por lo tanto no se observa todo el esfuerzo que se hizo.

—Eso puede ser cierto pero te voy a decir que como experiencia a pesar de los nervios la práctica siempre dará resultado. A parte que te voy a confesar que yo seré uno de los jueces para evaluar esa parte.




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