Moonlight Serenade

Por fin (At Last) Primera parte

Cada vez se acercaba más el día del concierto por lo cual todos los chicos estaban nerviosos y estresados. Sentimiento que Maia no compartía ya que ella se sentía feliz cada día que pasaba con el maestro Choi, que para esas alturas se había convertido en un amigo-compañero. Pero mientras disfrutaba sus salidas, había algo que molestaba a Maia y eso era Andrew. El chico parecía cada vez más pegado a ella y buscaba cada oportunidad para estar solo con ella. La chica al contrario intentaba que esto no pasará ya que tenía la sensación que él de alguna manera quería confesarle su amor , algo que quería evitar. Para la mala suerte de Maia este temor se hizo realidad un día cuando regresaba de su práctica; al momento de subir al elevador, que la llevaba a su dormitorio, se encontró con Andrew quien también llegaba de la calle.

—Que bien que te logré alcanzar, te hablé hace un rato que te vi pasar —dijo él

—¿en serio? No te escuche, lo siento— mintió la chica, ya que lo había ignorado,

―Pero bueno, en realidad me alegro el verte porque te quería decir algo antes que acabara el curso y no había podido verte a solas―dijo él, en casi un susurro. Estas palabras hicieron que Maia se sintiera en alerta, así que buscó un modo de salir de esa situación pero no había ninguna escapatoria ya que estaban en el elevador que estaba en movimiento―Quería decir que en este tiempo que te he conocido me has empezado a gustar mucho y quería saber si querías salir conmigo ―dijo con la voz temblorosa. Maia no lo podía ver pero sabía que el chico estaba rojo, se quedó callada pensando en qué palabras podría decir sin herirlo mucho, pero sabía que no importaba que diría lo iba herir de todos modos. En eso se abrió la puerta del elevador anunciando que habían llegado al piso donde estaba el cuarto de Maia, ella salió acompañada de el chico quien le preguntó.

―Entonces, ¿no dices nada?

― wow, no me lo esperaba― mintió ella quien se había detenido afuera del elevador para poder hablar con él―La verdad no sé qué decir.

El chico sonrió nervioso y dijo:

―Puedes decir que yo también te gusto.

―Me encantaría pero... te seré sincera― dijo con más confianza ― realmente me agradas y me encanta estar contigo pero nada más como amigo. Eres un chico maravilloso pero sólo te veo como un amigo.

―Pero yo no quiero ser tu amigo ―le dijo él.

―Ya lo sé, pero es que realmente no puedo salir contigo―le dijo Maia sin haber pensado las palabras que dijo.

―¿No puedes o no quieres?― le contestó molesto él. Esto hizo enojar a Maia quien le dijo:

― Pues la verdad no quiero. Solo te veo como un amigo.

―Es ¿Por qué te gusta el maestro Choi?—le preguntó él.

― ¿Qué? ― contestó la chica mientras entendía lo que le había dicho. Una vez que proceso le dijo. —No, él no me gusta—mintió .

― Claro que sí, no lo puedes negar y quién sabe qué harán en sus prácticas privadas.

Esta palabras hicieron enfurecer a Maia quien casi gritando le contestó:

―¡¿Quién te crees para decir esas estupideces? Esa persona es un caballero a comparación de ti que no eres la mitad de hombre que él. El sólo me está ayudando así que ten cuidado con tus palabras. Nunca te atrevas a difamarnos―Dicho esto Maia se volteó y se dirigió a su cuarto sin voltear a verlo. Prácticamente corrió ya que empezó a ver cómo algunas de sus compañeras de piso salieron a ver cuando ella comenzó a gritar. Adentro se encontró a Soon-Hee, quien había regresado de su práctica y estaba apunto de salir para ver lo que había pasado.

―¿Eras tú quien estaba peleando?― le preguntó.

―Si, es solo que me pelee con Andrew, pero no te preocupes no es nada fue sólo un malentendido —mintió.

Soon-Hee ya no le insistió sino que le empezó a contar acerca de otras cosas que habían pasado durante la práctica para distraerla algo que le fue imposible por lo que después de varios minutos, y que la chica acabara de contarle su historia, Maia decidió que era momento de acostarse. Mientras intentaba dormir, en su mente repasaba todo lo que había ocurrido, lo que le había dicho y respondido al chico; una parte de ella se sentía mal por haberle gritado pero otra parte sentía que le había faltado mucho qué decir.

Al día siguiente Maia se despertó muy cansada con ganas de no tomar clase, pero aún así se obligó a pararse y se arregló para bajar a comer junto a su compañera de cuarto. En el comedor estaban todos, incluido Andrew quien le dio una sonrisa tímida, pero Maia lo ignoró y se sentó al otro lado de donde estaba el chico. Todos sus amigos veían y sentían el ambiente que ambos estaban provocando por lo que empezaron a susurrar y a especular que algo había pasado entre los dos, así que se apresuraron a comer para irse lo más pronto posible de ahí. 

Durante todo ese tiempo la chica estuvo con la mente ocupada en lo que había sucedido, estos pensamientos hicieron que se distrajera durante su clase . El tiempo pasó tan rápido que Maia se sorprendió cuando todos sus compañeros comenzaron a guardar su instrumento, ella siguió sus pasos y se dispuso a salir de ahí pero fue detenida por su profesor.

―¿Estás bien? ―le preguntó un poco preocupado.

―Si, esta todo bien




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