Amy llego a su casa un poco triste por lo que presencio, la verdad es que apenas entendía de la historia, pero sentía que ella estaba demás, que era alguien totalmente ajeno a Moonlight y Sunny.
Se destransformó y se fue a su cama a llorar, se sentía sola, completamente sola y ni siquiera Tomás podría llenar ese vacío, además de que Amy empezó a tener un mal presentimiento desde que vio a Sunny y Moonlight besarse.
– ¿Por qué Star me siento así?
– Es bastante complicado Amy, no conocía la historia ya que en esa época estaba cerca de Galaxia... mi padre, y recién hace 50 años me despegue de él para vagar cerca de la Tierra.
– ¿Y que los lirys no tienen género? – pregunto Amy algo dudosa a Star.
– ¡Claro que no tenemos género!, pero es mi padre porque el portador de galaxia era masculino cuando me concibió con Estrella Fugaz, mi madre.
– No sé si será correcto preguntar, pero ¿hace cuánto tiempo naciste?
– ¡Claro que no es correcto!, pero responderé a tu pregunta ya que no influye en nada, yo nací hace 1010 años; he tenido otras 2 portadoras, primero hace 850 años, y luego hace 376 años.
– Ohh! – se sorprendió.
– Cambiando de tema... encuentro que sería lo mejor es que llames a Tomás y hables con él, sé que lo amas y que esa opresión en el pecho no cesara hasta que hables con él.
– Lo hare... gracias Star, eres mi mejor amiga.
Amy busco su teléfono para llamar a Tomás, y lo encontró bajo su cama. Marcó el número y de inmediato paso al buzón de voz, eso provoco que Amy se sintiera muy rara, puesto que era muy inusual encontrar el teléfono de Tomás ocupado. Intento nuevamente y obtuvo el mismo resultado.
Pasaron 5 minutos y empezó a sonar el teléfono de Amy y esta rápidamente fue a ver quién era para contestar y se percató de que era Tomás quien llamaba, sin dudarlo contesto inmediatamente.
– Bueno, perdón si te molesto, pero quería escuchar tu voz Amy.
– Nunca me molestaras, pero intente llamarte y sonaba ocupado.
– ¡Ahh!... debe haber sido que estaba intentando llamarte, tal vez las llamadas se entrecruzaron – se rió.
– Al parecer estamos conectados–se sonroja Amy–Tomas te gustaría salir este fin de semana...solo los dos?
– Claro Amy ¿te parece el sábado a las 2 de la tarde?... te invito a almorzar al restaurant de mis padres.
– ¡Si!, me encantaría Tomasito.
– No te molesta que solo sea comida vegetariana?
– Para nada, de hecho estoy a dieta – se sonroja.
– Entonces te envió la dirección, bueno me tengo que ir... fue lindo escucharte.
– También, descansa.
Al colgar Amy estaba con una sonrisa plena y solo quería que llegase el fin de semana para estar al lado de Tomás, aunque seguía sintiendo esa sensación rara pero quiso por primera vez ignorarla para poder ser feliz, su liry solo movía la cabeza ya que sabía que no era bueno ignorar eso, pero no tiene la experiencia ni la sabiduría como para intervenir más allá.
Por otro lado estaba Tomás caminando de un lado a otro en su habitación totalmente nervioso y sonrojado al máximo.
No podría dormir ya que tenía muchas cosas en la cabeza y su liry ya más tranquila intentaba que Tomás hiciera lo mismo.
– Tomás tranquilo, sé que has vivido muchas emociones, yo también pero así no podrás sacar nada en limpio.
– Lo se Moon pero imagínate, estoy enamorado de Amy y la invite a salir, pero por otra parte bese a Sunny y lo malo es que fue un beso cálido, me sentí muy protegido por él y ese beso me gusto, aunque mi primer beso fue hace mucho tiempo, ademas de que bese a Amy...quisiera poder besarla nuevamente, para sentir su amor.
– ¿No será que quieres sacarte el sentimiento de culpa?
– En parte tienes razón Moon, pero a ella la amo y quiero pedirle que sea mi novia.
– Recuerda que no es recomendable que le digas que eres Moonlight, será demasiado confuso.
– Lo se Moon.
Llego el sábado y Tomás se arregló bien para su cita, sus padres preparaban un almuerzo para la amiga de su hijo en su casa ya que ese día decidieron cerrar el restaurante.
A las 2 en punto llego Amy a su casa y la recibió Tomás ya que sus padres aún estaban preparando el almuerzo y ambos pasaron a la sala de estar.
– Muy bonita tu casa Tomás, es bastante acogedora a comparación de mi casa que es muy grande y vacía.
– Gracias Amy – sonrojándose – ¿quieres tomar algo?
– Claro.
Después de almorzar y de compartir un tiempo en familia Tomás y Amy fueron a la habitación de éste.
– Son simpáticos tus padres.
– Si... gracias...
– ¿Y tienes algún hermano?...soy hija única y tal vez podrías tener alguno supongo.
– Bueno... tenía uno – fue a cerrar la puerta con llave – no pienses mal pero no quiero que mis padres nos escuchen.