Durante las vacaciones había recibido por parte de la escuela una carta en la cual expresaba que tenía una beca completa para asistir a la secundara alta.
Para Tomás era un sueño hecho realidad, el tener la oportunidad de cambiar de ambiente y ojalá el ser feliz en el último año de escuela que le quedaba por cursar, ya que si sacaba buenas calificaciones podía optar a la prueba UES, para hacer ingreso a la universidad a los 18 años.
Pero por otra parte estaría triste ya que no vería tan seguido a su novia, y a pesar de tener claros sus sentimientos, no quería hacerle daño, por lo que decidió darle una oportunidad para estar junto a ella e intentar no acercarse mucho a Sunny, aunque esto fuera totalmente inevitable.
De pronto sintió que su celular se encontraba sonando, pero antes de que pudiese contestar cortaron, inmediatamente Tomás cogió su teléfono, en ese momento vibro por lo que casi se le cae el celular, pero lo logra tomar a tiempo y vio en la pantalla un mensaje que decía "Tomás, buenas noticias, me gané una beca para ir a la secundaria alta, ¡estoy feliz!!, llámame cuando puedas, Mia".
Tomás sintió una felicidad enorme por su amiga, y deseo que ojalá estuviesen en el mismo curso para poder compartir aventuras que dejaron inconclusos cuando Mia tuvo que irse.
Pero a pesar de todo, decidió no llamarla, ya que entraría a clases el día siguiente y era ya muy tarde, como para realizar una llamada. Su madre desde que se enteró de su identidad, no lo deja mucho tiempo solo, ya que muy en el fondo ella está preocupada por su bienestar.
– Si tan supiera lo que me paso hace algunas semanas, mi madre se habría desesperado demasiado – dijo Tomás ya acostado.
– Como cualquier madre, cuando seas padre comprenderás el sentimiento que produce cuando un hijo está en peligro – dijo Moon tranquila mientras se posaba en espacio que tenía para dormir.
– ¿Tú también? ... parece que están todos alentándome a ser padre – dijo sonrojándose Tomás.
– Perdón, pero era algo que tenía que decir, buenas noches.
Al día siguiente Tomás se levantó temprano y decidió desayunar en el restaurant, mientras sus padres estaban muy felices por la oportunidad que su hijo tendría este año.
Cuando finalizó de comer, se cambió de ropa y de dirigió a la secundaria, pero no su secundaria, sino la que estaba al lado de su antigua secundaria.
Al entrar decidió revisar cuál era su salón, para no tener problemas posteriores.
– A ver – saco el papel y lo leyó – me toca en el salón D, recuerda Tomás, salón ... – fue interrumpido ya que choco con alguien cayendo ambos al suelo.
– Perdón... Tomás, ¡qué alegría verte! – dijo Mia abrazando a Tomás muy animosamente y este correspondió el abrazo.
– Gracias Mia – soltándose avergonzadamente del abrazo – ¿que salón te toca?
– Ni si quieras preguntas si pase de curso – dijo Mia cruzándose de brazos.
– Bueno... ¿pasaste de curso? – pregunto Tomás algo incómodo.
– Tonto, claro que pase a tercero, ¡caíste! – se rio un poco – me toca en el salón D al igual que tú, por lo que te escuche decir antes de chocar.
– Chistosa – se percata de lo último que dijo – ¿en serio Mia? ... ¿seremos compañeros nuevamente?
– Sip, nuevamente compañeros de aventuras.
Ambos se pusieron de pie y caminaron juntos al salón que les correspondía. Mientras iban de camino, se dieron cuenta de muchas diferencias, tal vez un poco imperceptibles para cualquiera, pero para ambos eran bastante notorios, sabían en el corazón de que este año iba a ser tranquilo.
Cuando llegaron a su sala decidieron sentarse juntos en el segundo asiento que estaba en la ventana, y se quedaron conversando cosas triviales. En el entre tiempo Tomás decidió mandarle un mensaje de texto a su novia preguntándole como estaba.
Inmediatamente recibió respuesta: "Tomás, hoy ha sido fatal, el automóvil se descompuso y tendré que llegar corriendo a la secundaria, probablemente llegue tarde, hablamos a la salida, besos, tu Amy"
Tomás recordó que uno de los talentos de Amy era escribir rápido por el celular mientras caminaba sin chocar, pero no quiso tentar a la suerte y prefirió no mandar otro texto hasta cuando terminara el 1er periodo de clases.
Ya eran las 8:30 de la mañana y el profesor entraba dando inicio a las clases, Mia observo que la sala estaba llena y solo el asiento que estaba atrás de ella, estaba vacío ya que había otra chica con aspecto deprimente detrás de Tomás y le dio miedo seguir viéndola por lo que prefirió mirar lo que estaba haciendo el profesor.
De pronto tocan la puerta, provocando que todos los alumnos asistentes miraran inmediatamente, para saber quién es la persona que toca e interrumpe la clase.
El profesor fue a abrir la puerta y la chica quien estaba un poco agitaba, anuncio que pertenecía al curso y que tuvo problemas en el transporte, por lo que el profesor la invito a sentarse en el único lugar libre que estaba atrás del puesto en donde se encontraba Mia.