Moonman

Capítulo 20

No puedo decir que si es suerte o desgracia, pero sabía que algo así pasaría. Creo que, quien menos se esperaba aquella reacción era mi hermana, pero ahora todo parece normal desde que mi padre no me dirige la palabra. Había ido a desayunar con mis padres, y al sentarme en la mesa el solo tomo sus cosas y salió de ahí. Una semana, un linda semana desde que no me habla, ni siquiera para darme los buenos días o ánimos al dejarnos a la escuela, ya no quería que me importara, pero no podía dejar de pensar en cómo alguien pude cambiar de la noche a la mañana, ¿Y si de verdad dejo de amarme? Espero estar equivocada y que mi madre tenga razón.

Pero no puedo evitar sentir el miedo de perder el amor de mi padre solo porque, porque yo me enamore de una chica. Si el pudiera conocerla como yo la conozco, que viera en ella toda la felicidad que no creí conocer en vida, sabría que está siendo algo egoísta, antipático y un tanto grosero con ella, una oportunidad no se le niega a nadie… no importa si en algún momento de la vida te lastime. Lo que se empieza, se termina porque todo merece un final que rompa y abrigue un corazón.

Solo parece que me voy a romper con el tiempo, y la lejanía de una vida feliz es ahora un imposible, cada vez que trato de estar bien algo me recuerda que soy vulnerable y pierdo el control de mí, de lo que soy y llego a sentir. Necesito recuperarme sin pedir los pies de la Tierra, sanar mis heridas, tomar con valentía los días que me quedan y saber que pase lo que pase, el amor seguirá.

La escuela ha estado más tranquila, mucho más de lo que debería. Solo estamos a unas semanas de terminar clases y por fin graduarnos. Es aterrador… eso me dicen todos mis amigos después de salir de sus asesorías para entrar a la universidad. ¿Cómo será esa vida? Tal vez nunca lo averigüe, hay cosas que no todos conoceremos en la vida, pero a quien sea… agradezco conocer el amor. Porque… eso, eso de verdad sería lo más triste que le puede pasar a una persona en vida, no encontrar el amor.

Al caminar por los pasillos rumbo a mi salón de clases, venia como algunos de mis compañeros llevan libros extras en sus manos, unos sobre química, matemáticas, filosofía y literatura. Cuando llegue a la puerta de mi aula, entre viendo directamente mi asiento, si antes de entrar de verdad todo era silencio dentro, el ruido de unos segundos solo es del exterior, sonidos que terminaron para susurrar. No me gustaría recibir preguntas sobre lo que paso en el parque, pero yo no tengo la última palabra. Alondra salió de su asiento, camino hasta llegar conmigo con una sonrisa triste; ¿Recordara que alguna vez fuimos amigas?

  • Debería pedir una disculpa por todo el tiempo que no hablamos, pero la verdad no es como hacerlo, yo… – Mire a mi alrededor, la expresión que tienen todos en su rostro es de sorpresa, pero yo ni podía sonreírle.

 

  • Oye… no sé qué quieras decirme, pero estoy bien y tú también lo estas, ahora solo regresa a tu lugar antes que a todos les dé un ataque porque la capitana de las porritas le habla a su ex mejor amiga. – No quería sonar tan seca, o tal vez.

 

  • Lo siento, Camila… siento eso y más. – La mire directo a los ojos.

 

  • Las cosas pasan por algo, y de verdad, yo no tengo nada que reprocharte, si buscas una manera de pedirme disculpas… no necesitas pedirlas, si crees que debo perdonarte por las cosas de pasado, lo hice hace tiempo. – Su sonrisa creció, se acercó más a mí y como pudo me dio un abrazo.

 

  • Nadie te merece… pero sé que ella te hará muy feliz. – Le regrese el abrazo, aun con la duda de sus palabras, pero solo aceptando que, de una manera, en realidad soy yo quien no merece a Dafne.

Nos separamos y nadie dijo nada, cosa que agradecí con el alma. El profesor Ramírez entro sonriendo con una pila de exámenes en la mano. Sorpresa, sorpresa… examen de ciencias a la vista. Rodé los ojos, así se comienza el regreso a clase.

El profesor al pasar por mi lugar, dejo de sonreír y solo dejo el examen con un “buena suerte”. Tome el examen entre mis manos y lo observe con determinación. ¿Matilda era capaz de desaparecer hojas? Porque yo espero lograrlo. Resignada, abrí mi mochila en busca de mi lapicera y tomar un lapicero, si tengo que contestar esto, espero que valga pena morir en el intento. Si, debería estudiar más y mejorar mis calificaciones en estas últimas semanas.

Al entregar mi examen, solo faltaban como tres minutos para que la clase terminara, por suerte para el profesor, hoy solo tenemos una hora con él. Para mi desgracia… mi cabeza quiere explotar por tratar de recordar los primeros temas de la materia. Puede salir del salón, y camine directo al baño, unas terribles ganas de vomitar no dejaban mi estómago tranquilo, tuve tiempo de ponerme de rodillas al subir la tasa del baño. Vaya… mierda. El aire se comenzó a escapar y por más que trataba de recuperarlo, mis pulmones parecen resistirse.

Algunas lágrimas llegan hasta mi garganta, solo me faltaría desmayarme aquí, pero no puedo rendirme tan fácil. Esto pocas veces pasa dentro de la escuela y el medicamento lo había tomado en la mañana. Lo poco o mucho que haya desayunado, junto con mi medicación ahora se encuentra flotando. Cuando mi estómago se tranquilizó, comencé a llorar con ganas de desahogarme, mi garganta arde con el mal sabor de boca; como pude jale la palanca para que el vómito desapareciera de mi vista. Aun débil, pase de estar de rodillas a sentarme en el frío piso.




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