(Angie)
Por alguna razón no tenía sueño, así que decidí salir a tomar un poco de aire, al parecer mi capitana tuvo la misma idea, iba a acercarme a ella, pero veo que empieza a seguir a dos hombres, supuse que pasaba algo malo así decidí seguirla por si necesitara apoyo. Pude ver un cuerpo en medio de la nada, vi que mi comandante se acerca a ella y agarra al parecer una llave, decido esperarla afuera por si pasaba algo, pero aun no entendía ¿quién estaría andando por el bosque a las tres de la madrugada?
- ¿Qué haces aquí? – escucho decir a alguien, era Alexei, había hablado con él toda la tarde, era un chico bastante agradable y muy guapo.
-Solo caminaba y ¿tú que haces por aquí? - digo con curiosidad.
-Te seguí- dice rascando su cabeza
- ¿Segura que estas bien? ¿Quieres que me quede? – pregunta manteniendo el contacto visual conmigo.
-No, volveré en un rato, quiero estar sola – respondo ante su propuesta.
-De acuerdo te veo mañana- dice acercándose a mí para darme un beso en la mejilla.
Veo cómo se va retirando hasta ya no poder verlo más, de repente veo como mi capitana empieza a correr como loca, atrás la venían siguiendo varios hombres, pero no necesitaba ayuda ya que era imposible encontrarla en el bosque, ahora faltaba que me retire yo, cuando empiezo a retroceder siento que tope con algo duro, era un hombre, de inmediato lo golpeo rompiendo su cuello, intento escapar, pero era muy tarde sentí como me estaban ahorcando hasta perder el conocimiento.
Me despierto en una habitación muy iluminada, estaba atada a una silla. Veo como se asoma un hombre muy guapo era de tez morena con ojos azules llena de aurora muy peculiar.
- ¿Para quién trabajas? - pregunta el hombre.
-Ich werde nichts sagen, verrotten (no pienso decir nada, púdrete)- respondí, escupiéndolo.
-Es war die schlimmste Entscheidung (fue la peor decisión)- responde con una sonrisa.
-Hagan que hable- dice con malicia el moreno.
Sabía muy bien, que nadie iba a venir a rescatarme, pero no permitiré que capturen a mi capitán, si es necesario daría mi vida, trajeron unas pinzas y sal, empezaron a cortarme toda mi uña hasta dejarla carne, no podía evitar gritar.
Sentía como mi carne era rostizada, sentía un ardor, podía ver mi carne viva, hasta sentir como mis ojos se volvían más pesados, hasta cerrarlo.
Editado: 04.03.2021