Mientras yo esperaba

Te esperé 10 años de mi aburrida vida y nunca apareciste por esa puerta con esa sonrisa que tanto te caracterizaba, me dejaste con sueños rotos e ilusiones falsas y un con un embarazo que yo no deseaba, no volví a escuchar tu voz, ni a sentir tus caricias, tus labios besar mi mejilla y tus palabras de aliento se las llevó el viento.

Pasaron los años y nunca volviste a mi lado, pero nuestro hijo permaneció conmigo, era igual a ti, era un amor y buen hijo. De muchacho recuerdo que se fue a buscarte para nunca más regresar a mi lado, dejándome un enorme vacío sin remedio alguno. Él no era igual a ti, tú me lo arrebataste de mi lado llevándolo con mi querida amiga, la muerte. Con el corazón hecho trizas y el alma a punto de derrumbarse, te volví a ver, intentaste abrazarme pero el disparo en tu pecho lo impidió.

– ¿Te gustó burlarte de mí? Me quitaste lo más preciado que me quedaba ¿para qué? ¿Para drogarte, imbécil? La muerte con un cigarrillo me apreció y quitó la pistola dándome un adiós.