Veía la lluvia caer desde la comodidad de mi casa, las gotas caían y caían como mis lágrimas en verano por él. Mi cabeza palpita como tambores siendo tocados, mi corazón duele como mil dagas apuñalándome, mis ojos lloran de tristeza ¿que más me queda en este mundo?, nada, no me queda nada. Mis padres y hermana me tratan pésimo, quiero morirme… quiero estar bajo tierra, así nadie me molesta, quiero abrir los ojos y ver una mañana esplendida, pero sé que no puedo, solo es un sueño más de los que siempre tengo. Una corazonada me dio, fue tan palpitante que mi corazón se incendió, corría como si tuviera un motor, mis pensamientos se fueron diciéndome adiós, los miro pensando ¿los volveré a ver?¿no lucharé? ¿Me rendiré tan fácil? Creo que esta vez no lo haré, lucharé para mejorar, para callar las bocas de mal que tanto me han lastimando, las miles de dagas que tengo se caen a pedazos, mis cicatrices son trofeos que me dicen que lo logré, la máscara cayó al suelo, mostrando lo imperfecta que soy ¿y qué? Miro al cielo con lágrimas en los ojos, siento la brisa refrescarme, zumbando en mis oídos, fue espléndido verme de nuevo ser yo, y haberme quitado esas cadenas que me tenía atascada.
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Editado: 30.11.2020