capitulo 4: Niños

Luciano un chico tranquilo, no muy alto de unos 8 años, travieso, cursaba el 3 grado de la escuela primaria, muy buen alumno, buen compañero. 

Transcurrían las primeras semanas del inicio del nuevo siglo lectivo, todos los chicos ya se conocían pero siempre ingresan chicos nuevo y en su aula no sería la excepción este año. 

Iba en el turnó mañana, los días venían bien, Luciano con sus amigos siempre jugaban a las figuritas o a las bolitas, los recreos eran espectaculares, se imaginaban mundos fantásticos y así jugaban a los piratas, a los súper héroes, valientes magos y demás juegos. 

La mañana del miércoles fue cuando todo cambio, ese día ingresarían dos nuevos compañeros al salón de Luciano, como todas las mañanas se entonó el himno e ingresaron a los salones, todo lo normal, hasta que la directora golpea la puerta, la maestra fue a atender y al volver a ingresar dice. 

_Maestra: atención chicos, hoy le damos la bienvenida a dos nuevos compañeritos. 

Todos se quedaron en silencio, Luciano se sentaba siempre adelante, no estaba prestando demasiada atención, se sentó de lado y vio que el primero en ingresar fue un chico. La maestra lo presenta, pero Luciano seguía sin prestar mucha atención, luego la maestra nombra a Macarena una niña no muy alta, más bien pequeña, con dulce mirada detrás de unos pequeños anteojos, cabello con rulos los cuales formaban dos largas trenzas. Luciano había levantado la mirada solo por curiosidad, al verla sintió un pequeño escalofrío, se le había formado una gran mueca de felicidad en su rostro, para Luciano era la niña más linda que había ingresado al salón esa mañana, no podía dejar de verla, mientras pasaba a su lado para sentarse unas mesas más atrás. 

Toda la mañana transcurrió normalmente para todos, menos para Luciano que no podía dejar de mirar a Macarena en los recreos, varios días fueron así. Todos estaban muy atraídos por macarena pues para todos era la niña más linda de toda la escuela, pero Macarena estaba con sus amigas, jugaban a las muñecas, no le llamaba la atención ningún chico. 

Los días fueron pasando de apoco los chicos se iban acercando mas a ella, menos Luciano quien al acercarse se ponía muy nervioso, a pesar de tener una personalidad muy divertido y extrovertido, cuando se trababa de acercar lo invadía la timidez.  todos los chicos querían salir con ella, sin embargo Macarena no le atraía la idea de ser novia de alguno de ellos. 

Un día mientras estaban en la clase de matemáticas Macarena se había olvidado el lápiz, comenzó a pedir prestado, pero ninguna de sus amigas tenía otro de más como para poder prestarle, Luciano se dio cuenta de esa situación entonces tomo su cartuchera saco el lápiz que siempre tiene de más y de inmediato se lo prestó. Macarena con una gran sonrisa le agradeció el gesto y se sintió aliviada ya que ese día tenían un examen. Pasaron las horas, sonó el timbre del recreo ya todos más tranquilos porque la hora del examen había pasado. Luciano se había sentado a mirar como sus compañeros jugaban, esa mañana no tenía ánimos de jugar, unos minutos después se acerca Macarena y se sienta a su lado, Luciano invadido por los nervios no sabía muy bien que hacer al ver a la niña más linda del salón sentada a su lado. Ella saco del bolsillo de su blanco guardapolvo el lápiz que Luciano le había prestado, le agradeció y solo se quedó sentada sin decir nada, al rato soltó una pregunta 

_ Macarena: pudiste resolver todos los ejercicios. 

_Luciano: Que, que (con voz nerviosa) 

_Macarena: si resolviste todos los ejercicios de la prueba. 

_ Luciano: si todos. 

_Macarena: estaban difíciles? 

_Luciano: un poco si. 

_Macarena: fui a la maestra particular, pero igual estaban difíciles.  

Luciano no sabía que responder y dejo salir lo primero que se ocurrió. 

_Luciano: querés ir a tomar un helado? 

_Macarena: Que? 

_Luciano: no nada, si no queres esta bien. 

_Macarena: si quiero vamos. 

_Luciano: de verdad, vamos. 

Se ponen de pie y fueron hacía la cantina, Luciano no podía creer que estaba por compartir un helado, el recreo se hizo eterno, ellos disfrutaron su helado debajo de un árbol que había en el patio, sin decir nada solo se miraban y sonreían, pareciera que había más nadie solo ellos dos y ese momento que fue interrumpido por el timbré que tanto se había hecho esperar. 

Los días transcurrieron muy bien, Luciano y Macarena cada vez compartían mas momentos juntos en los recreos, jugaban con los otros chicos o solo se sentaban uno al lado del otro a mirar como todos corrían, en alguna oportunidad se llegaron a dar mano pero solo estando sentados para que nadie los vea. Luciano estaba muy contento. 

Un martes tenían un examen de ciencias, todos habían llegado temprano, pero Luciano se retrasó un poco que al llegar al salón su lugar estaba ocupado por otro chico y la maestra lo mando hasta el fondo de la fila a sentarse, pero no le importó ya que delante de él estaba sentada Macarena. 

Cuando paso a su lado la saludo muy despacio, ella respondió con una sonrisa, ese día había traído en su mochila un bombón para regalárselo en el recreo, no veía la hora para salir y estar con ella. 

Pero primero tenía que resolver el examen, la maestra comienza a repartir las hojas con las consignas, Luciano no había estudiado mucho, además esa mañana tenía mucho sueño, leía las preguntas y no sabía por dónde empezar, todo el salón estaba en silencio Luciano puso su mano bajo su mentón mientras pensaba en las respuestas, con algo de sueño, mientras miraba a Macarena quien estaba delante de el aquel día con el cabello suelto, de repente nota como pequeños movimientos en cabeza de ella, lo cual comenzó a mirar fijamente, estaba sorprendido pero los volvió a ver, en ese momento se puso de pie y al grito de TIENE PIOJOS apunta con el dedo a Macarena. Todos dejaron de escribir y lo Miran, algunos comenzaron a reír, otros no entendían bien que pasaba, en eso la maestra dice.