Mr. Park

Capítulo uno

Saw you there and I thought
“Oh my God, look at that face
You look like my next mistake
Love´s a game, wanna play?”
 

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    Los nervios recorrieron cada centímetro de sus cuerpos, pero Dojin suspiró al dirigir su vista detrás de Heesoo.

    —¿Van a responder por qué tanto griterío? 

    Heesoo continuó sin voltear. Sus manos se escondieron en los bolsillos de su chaqueta y movió el pie algo nervioso. Discutir con Dojin no era nada agradable, la tristeza se había acumulado en su pecho e iba a tardar en desaparecer.

    —Dojin, ¿qué está pasando? —Volvió a preguntar la voz.

    —Nada, hyung. —Dojin avanzó hasta quedar al lado del beta. —Sólo estábamos conversando sobre un problema que tuvimos. 

    —¿Problema? —Esta vez fue Heesoo quien habló. Volteó su cuerpo para mirar el perfil de Dojin. —Esto no es un maldito problema que puedes tomarlo como si fuera lo más simple de arreglar, la cagaste, Dojin. —Soltó entre dientes, intentando que aquel hombre tras su espalda, no lo escuchase.

    El alfa menor miró con tristeza a Heesoo y luego con horror a su hermano mayor, que estaba parado junto a ellos, sin saber lo que pasaba.

    —Joven, tranquilo. —Fue lo primero que dijo el director. 

    Heesoo dejó de mirar a Dojin y pasó su mirada hacia Dojun para confrontarlo. Quizá se ganaría una suspensión si se le enfrentaba, pero a esta altura, ya le valía muy poco lo que sea que vaya a pasar. Quería que lo dejaran tranquilo, para así poder descargar su ira por más tiempo sobre aquel que había considerado su mejor amigo.

    Más no fue así.

    En el momento en que sus ojos se posaron sobre aquel alfa, sus ojos empezaron a dilatarse y una corriente eléctrica recorrió su cuerpo de pies a cabeza.

    "¿Qué me pasa?" —Se preguntó a sí mismo, sin mostrar lo que sucedía con él. Ya conocía a este alfa. No en persona, lo había visto en fotos y había escuchado de él por Dojin, pero tenerlo ahí se sentía diferente.

    Se mantuvo recto, serio, esperando que alguien más hablara.

    Eso no pasó, así que por la incomodidad y desesperación, terminó soltando un:

    —¿Y qué? ¿Nos va a castigar o va a felicitarnos? —Se atrevió a preguntar. Fue algo brusco, pero su ira aun estaba vigente, así que la amabilidad podía irse a la mierda en ese momento.

    Si decía que la mirada atenta del director sobre su ser no le generaba nada, era una total mentira. Sólo deseaba que dejara de mirarlo para poder respirar en paz.

    —Siganme. —Fue lo único que dijo el mayor, antes de emprender su rumbo hacia la oficina. Cosa que descolocó al beta, quien se esperaba algún reto instantáneo o alguna mirada desaprobatoria. Nada de eso sucedió.

    Dojin acató la orden y caminó tras su hermano con algo de nervios. Deseaba que no hubiera escuchado demasiado. Ya bastaba con sentirse avergonzado con sigo mismo como para que alguien importante en su vida lo viera con desaprobación por sus acciones.

    Heesoo avanzó tres pasos detrás de Dojin, simulando seguirlos. No quería sentirse tan fuera de lugar, ya bastaba con discutir con Dojin para sentirse traicionado, como para añadir lo que el famoso y nuevo director le estaba causando, así que antes de doblar en el primer pasillo, dio media vuelta y desapareció por el pasillo contrario, dejando a los dos hermanos que ni cuenta se habían dado de aquel hecho.

    —Hees… —empezó a hablar el peliazul, volteando, para ver al beta, pero se quedó detenido al no verlo detrás suyo.

    Dojun también detuvo sus pasos, al no escuchar pasos detrás de él.

    Su rostro no demostró casi nada, pero estaba igual o más sorprendido que su hermano menor, ante la desaparición del beta.

    —¿A dónde se fue? —preguntó. Dojin se alzó de hombros sin dejar de mirar por donde Heesoo había desaparecido. —¿Quién era él?

    —Un amigo.

    —¿Un amigo? —Se acercaron a la oficina del mayor. —¿Y este amigo se arrepiente de haber sido tu amigo por cuatro años?

    Dojin bajó la mirada y soltó un suspiro. Quería arreglar todo lo que había dicho. Sabía que Heesoo era duro de roer, pero haría lo imposible. Ya se había mando la peor cagada, sólo le quedaba intentar solucionarlo.

    —Sólo está dolido, no es muy importante. Lo voy a solucionar.

    —Osea que es tu culpa que haya estado gritando.

    —Hyung, no intentes sacar información. Estoy intentando recuperarlo. Sólo eso te diré.

    Dojun abrió la puerta de su oficina y dejó pasar a su hermano menor, para después entrar y cerrar la puerta.

    —¿Es beta?

    —Sí.

    —No lo conocía. 

    Dojin rodó los ojos y se sentó frente al escritorio que ahora le pertenecía a su hermano mayor.

    —No tendrías por qué. En estos últimos años no has estado mucho en casa, además, Heesoo no suele ir a la casa, al menos no desde hace casi un año.

    Dojun se dejó caer en su lugar y prendió la computadora.

    —¿Heesoo?

    —¿Lo vas a buscar? —preguntó de vuelta. Dojun asintió. —Yoon Heesoo.

    El mayor tecleó por unos segundos, mientras Dojin veía la pantalla en miniatura reflejada en los lentes de su hermano.

    —Segundo año de medicina veterinaria. Salió con un buen promedio en su primer año. —Hubo unos clicks del mouse. —¿Qué le hiciste?

    —Ya te dije que no voy a decir nada, es mí problema y lo voy a solucionar.

    Dojun asintió y miró a su hermano menor sin pestañear. Dojin empezó a sentirse incómodo.

    —¿Qué pasa? —preguntó para romper el silencio.

    —Quiero hablar con él.

    —¿Qué? No. Hyung, quédate fuera de esto. Además, conociéndolo, acercarte a él se te va a hacer muy difícil. No malgaste tu tiempo intentando sacarle algo de información, te mandará al diablo apenas y respires a su lado.



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En el texto hay: homosexual, alfabeta, alfaxbeta

Editado: 07.02.2024

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