Capítulo cuatro

Déjame aclararte en este momento
que no te encontrabas en ningún lugar
diferente a este.
Pues viniste a verte conmigo.

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    —¡¿Qué?! —Gritaron Kyungsoo y Minho al unísono, mientras agrandaban sus ojos, ante la noticia que les había dado su amigo pelirrosa.

    Heesoo rodó los ojos. Sus amigos sí que eran dramáticos.

    —No es tan sorprendente. —Le restó importancia a la noticia.

    —Heesoo, te acabas de condenar. —Heesoo le mandó una sonrisa sarcástica a la pelinegra y la borró al segundo después, logrando que la chica soltara una risa suave.

    —No es tan terrible como creen. 

    —Vas a estudiar el doble —Proclamó Kyungsoo exasperado y moviendo las manos de forma dramática—, vas a morir entre libros.

    —Chicos, sólo voy a repasar lo que vi el año pasado y enseñarselo a los de primer año, nada complicado… —Apretó sus labios con fuerza y bajó la cabeza para soltar un murmullo—, eso espero. Además, me caerá algo de dinero.

    —Cierto, pagan por las ayudantías. —Recordó el rubio. 

    —¿En serio? —preguntó la chica algo extrañada. —Eso no solía pasar en mi universidad anterior, creo que ni ayudantes había. 

    —Wow, pero sí. Los alumnos se inscriben y por dar su ayuda aun estando atareados, los recompensan con 4.500 wones.  —Explicó Kyungsoo.

    —Bueno, es algo.

    —Y ayuda. —Continuó Heesoo.

    —¿Cuándo te van a evaluar para hacer ingreso a la academia de zoología? —preguntó Minho, dejando su mochila sobre la mesa redonda que habían elegido, siendo seguida por los chicos.

    —Hoy. —Respondió el pelirrosa, dejando caer la parte superior de su cuerpo contra la mesa. 

    —Emmm… ¿mierda? —Se burló Kyungsoo.

    —Basta, no sigan torturándome por haber hecho una elección que venía pensando desde el semestre pasado.

    —Es que, está todo bien, pero ¿no crees que hubiese sido mejor haber esperado a entrar a la academia de anatomía? —Refutó Kyungsoo, sacando una bolsita ziploc pequeña, que contenía pequeños pedazos de zanahorias, cortados como bastones.

    —Lo sé, es algo completamente loco, voy a mezclar anatomía de monogástricos con zoología, pero realmente necesito tener la cabeza metida en cualquier tema que no sea en mi vida. 

    —¿Qué tan desesperado estás, Heesoo? ¿Necesitas hablarlo? —preguntó preocupada, la joven que al mismo tiempo le robaba a Kyungsoo, uno de sus bastones de zanahoria, antes de que este pudiera meterlo en su boca.

    —¡Hey! —Reclamó el rubio.

    —No, es cosa mía. Suelo ser muy dramático en cuanto a lo que pasa en mi vida y mi cabeza no me deja tranquilo, así que prefiero invertir mi tiempo en mejorar supongo.

    La beta miró a Kyungsoo y le mandó una sonrisa decaída, la cual le fue devuelta al instante.

    —¿Sabes? Prepárate, porque ahora sí que te voy a volar la mente. —informó el rubio, sacando su celular y buscando en él su objetivo.

    —¿Eh? —Heesoo estiró el cuello para espiar lo que Kyungsoo hacía, más este no lo dejó y se alejó de su amigo. 

    —Sin trampas, cabrón. —Siguió ojeando, hasta que tuvo lista su búsqueda. —¡Eureka!

    —¿Qué haces, Kyung? —preguntó la pelinegra, curiosa y leyendo lo que Kyungsoo había encontrado. —Oh. —Exclamó al ver lo que su amigo tenía en el celular.

    —¿Van a seguir haciéndose los misteriosos? —Cuestionó el pelirrosa, cruzándose de brazos.

    —¿Estudiaste algo para el control de entrada que te harán hoy? —Kyungsoo bajó su celular unos segundos y miró a Heesoo, esperando una respuesta de él. 

    —Por supuesto que sí, Kyungsoo. ¿Por quién me tomas? 

    —Tranquilo, hombre. Sólo fue por curiosidad. —Volvió a alzar su celular. —¿Qué te van a evaluar? 

    —Las primeras tres clases del laboratorio, recuerda que las dos primeras semanas son online, la semana que viene empiezan las clases presenciales en el laboratorio.

    —Claro, como el año pasado. Bueno, aquí vamos. Prepárate.

    —¿Para qué? —Heesoo alzó una ceja, más no recibió respuesta alguna. —Kyungsoo, si vas a segui…

    —¿Cual es el subreino del reino protista? —Le interrumpió el rubio, poniendo una mirada de intelectual y esperando a que su amigo respondiera la pregunta. 

    —Protozoo. —Respondió Heesoo con mucha simpleza y como si fuese lo más obvio. 

    —Ya, pero responde bonito, que te estoy ayudando, idiota.

    Heesoo rio y al segundo detuvo su risa para quedar serio mirando hacia Kyungsoo. 

    —Espera, espera. ¿Me estás cuestionando lo que estudié?

    Minho sonrió.

    —Aprovecha, yo no tengo a nadie que me ayude a estudiar de esta forma. —Comentó algo decaída.

    —Si quieres yo te ayudo. —Se ofreció el rubio.

    —Oh, no. Tienes que estudiar lo tuyo, yo puedo, sola, pero puedo. 

    —La verdad es que no hay problema. —Esta vez habló Heesoo, dedicándole una sonrisa reconfortadora. —Estamos… casi en lo mismo, así que, podemos darle un vistazo a tus apuntes y ayudarte en lo que desees. 

    La chica se sonrojo y asintió contenta. Contagiando su emoción a los chicos.

    Definitivamente a Kyungsoo y a Heesoo les gustaba ver que aquella chica sonriera. 

    —Bueno, siguiente pregunta. —Anunció Kyungsoo, leyendo su dispositivo móvil. —¿Cuáles son los organelos locomotores de los protozoos? 

    —Flagelos, cilios y ¿seudópodos? —Heesoo soltó un gemido frustrado y se agarró la cabeza entre las manos. —Voy a morir con esto.

    —Relax, amigo. Respondiste todo bien. —Apoyó el rubio. Minho también le dio su apoyo, alzando sus pulgares.

    —Entonces, continúa. 

    —¿Cuáles son las estructuras principales de una Anoplocephala perfoliata?