Mr. Shipper

Capítulo 20

Kwan

Al ver que Min anota el gol automáticamente una sonrisa aparece en mi rostro. 

Debería sentirme mal ya que estamos empatados de nuevo, pero me alegra ver cómo el chico le hizo un tanto a aquel idiota. 

Seung parece estar en una especie de transe aún luego de haberse parado del suelo, Min se acerca a mí sonriente.

—¿Listo para tu derrota? —Inquiere, hago una leve mueca antes de devolverle la sonrisa. 

—Ya veremos quién perderá —Aviso, Min asiente. 

Noto como el chico llamado Yongmin nos regala una leve sonrisa a todos antes de irse. 

Parece un buen chico, aunque algo me dice que también suele tener sus momentos. 

—¿También lo notaste? —Inquiere Min, como si me hubiera leído la mente. 

Asiento con la cabeza. 

Regresamos a la práctica y la nueva tanda de penales, la cual es decidida por el entrenador Ahn. 

—Y por último Min y Kwan —Asegura, miro con una sonrisa a mi contrincante y este me mira mal, amenazante.

Creo que se toma las competencias muy a pecho a veces, como si aún fuera un niño de primaria. 

Es lindo. 

La nueva tanda de panales comienza, dejando a mi equipo ganando por un punto, por lo cual si pierdo contra Min, quedaré mal frente a mi equipo. 

Noto como el chico se pone en posición para atacar, mientras tanto yo me encuentro en la portería. 

Al notar que el balón viene hacia mi izquierda me tiro, logrando agarrarlo por un poco. 

Eso estuvo cerca. 

—Agh —Escucho que dice el chico, sonrío al instante de forma burlona y me mira mal—. No cantes aún victoria.

Cambiamos de lugares, dejando a Min como portero, este me mira concentrado le guiño un ojo, mientras coloco el balón en posición. 

—Te ves muy lindo en la cama —Aviso, él me mira confundido mientras sus mejillas se enrojecen y decido disparar. 

A pesar de que Min se haya tirado, no logra llegar a tiempo y el balón entra en su portería. 

Sonrío al instante y este me mira furioso. 

—Eso fue trampa, me desconecentraste —Asegura, acercándose a mí. 

Una nueva sonrisa aparece en mi rostro al hacerlo, el chico bufa y río levemente. 

Min no se da cuenta, pero cuando se enoja, se ve realmente tierno. 

Es como un pequeño cachorro que ya se cree adulto, algo realmente gracioso de ver. 

Me encanta eso de él. 

—Perdiste —Habla Seung, Min se fija en él mirándolo mal pero decido no meterme esta vez—. Una pena por ti. 

—Tú perdiste contra mí —Le recuerda el chico, Seung sonríe con soberbia. 

—Eso solamente fue suerte de principiante —Acusa, quitándole importancia. 

Min va a contestarle nuevamente, pero se retracta y decide ignorarlo, observándome a mí. 

—¿Estás tratando de mantener el autocontrol? —Inquiero, sonriente, este me mira mal antes de negar. 

—Recordé que probablemente tenga problemas, por eso la frase de que no le gusta perder, así que no vale la pena seguirle el juego —Admite en forma de susurro, asiento con la cabeza dándole la razón. 

El entrenamiento continúa hasta que Ahn decide llamarnos, nos encaminamos hacia él y el mismo se dispone a hablar. 

—Bueno, después de haber visto sus entrenamientos quería comunicarle algo —Avisa, todos asentimos con la cabeza—. La lista de quienes quedarán como oficiales se pondrá mañana en la cartelera de la facultad. Los que no queden sepan que podrán volver a intentarlo el año siguiente, que no se ridan. 

Todos asentimos con la cabeza y así se da por terminado el entrenamiento. 

Es mediodía, así que debemos almorzar con el chico.

Min camina a mi lado por el camino hacia el estacionamiento, decidió aceptar venir hasta aquí conmigo en mi automóvil ya que sería raro que viniera en bicicleta, cuando ambos vivimos exactamente en el mismo lugar y nos dirigimos hacia el mismo lado. 

El chico entra en el vehículo a penas se pueden abrir las puertas y se coloca en el lugar del copiloto, yo mientras tanto doy la vuelta y me pongo detrás del volante. 

—¿Hoy tienes planes? —Inquiero, él niega al instante—. Entonces... ¿quieres salir conmigo? 

Min hace una mueca antes de negar y suspiro. 

—Es que... no estoy preparado —Admite, alzo el ceño y él decide continuar—. Es decir una relación es un paso bastante grande a decir verda...

—Min, era solo de salir juntos a algún lado —Respondo, como si fuera lo más obvio del mundo. 

El chico abre los ojos a la par y noto sus mejillas arder, por lo cual río. 

—Sí, claro, ya sabía —Inquiere, mirando hacia la ventana, tratando de evitar el contacto visual conmigo. 

Aún no puse en marcha el vehículo y ni siquiera nos hemos puesto los cinturones de seguridad, por lo cual se me vuelve realmente fácil acercarme al chico. 

—¿Y si quiero que lo seas? —Susurro en su oído. 

Min por inercia se gira para verme, dejando nuestros rostros a centímetros de distancia. 

El chico observa mis ojos y noto como su labio tiembla antes de hablar. 

—¿L-lo qué? —Inquiere, sonrío levemente de lado. 

—Mi novio —Respondo, Min se mantiene en silencio y no se aleja, aún cuando decido recortar la distancia entre ambos. 

Nuestros labios se unen lentamente, dejando un montón de emociones recorrer nuestros cuerpos. 

Pero hay una que siempre está presente cada vez que lo beso, y es la que más me gusta de todas. 

Felicidad. 

Siempre, desde la secundaria, he querido hacerlo. Este chico me ha traído loco desde el comienzo y ni siquiera se ha dado cuenta. 

Cada vez que alguien ha venido a decirme que me quiere su rostro se aparece delante de mí, diciendo que no debo aceptar.

A fin de cuentas, solo me importan mis amigos, familiares y él. 

No soy una persona tan sociable que digamos, mientras menos amigos tengas, menor es la probabilidad de que alguien te haga daño. 

Es por eso que cuando supe que no le caía bien a Min, me sentí triste, nunca había hablado con el chico y siempre preferí observarlo en silencio, como si el hecho de acercarme a él me volviera débil. 

Pero... al notar que él estaba enfadado conmigo, no me importó. 

Prefiero ser mil veces débil a nunca dejar de ser la razón de odio injustificado de la persona que amo.

Me separo de él cuando ambos necesitamos aire y le sonrío sentándome nuevamente en mi lugar. 

Noto de reojo como Min sonríe también y eso me alegra. 

Por fin estoy experimentando lo que todos llaman amor, y se siente verdaderamente bien. 

Tanto, que quisiera que esto durara para siempre.



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En el texto hay: humor, chicoxchico, boylove

Editado: 19.09.2020

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