Mr. Shipper

Capítulo 21

Min Ho

Cerrar un capítulo en la vida de las personas es algo realmente difícil, tanto, que cuando no logras hacerlo completamente te sientes extraño. 

Me pasa eso cada vez que siento los labios de Kwan tocar los míos. 

A una parte de mí le agrada realmente la sensación, pero a la otra le causa rareza. 

Es decir, estoy besando al chico que rechazó a mi ex mejor amiga de una manera muy fría. 

Aunque... lo que me marcó realmente fue la reacción de ella hacia mí luego. 

Me gustaba mucho aquella chica, aunque nunca se lo haya dicho, intenté que esté con Kwan ya que la veía sonreír cada vez que él estaba cerca, y eso me hacía feliz. 

Pero a penas él la rechazó, todo cambió entre ambos, me echó la culpa de absolutamente todo. 

Supongo que en algún punto llegué a tenerla, digo, una parte de mí no le veía futuro a esa pareja, pero la otra quería apoyarla. 

Es por eso que cuando me enteré que a Suk le gustaba Kwan, traté de hacerlo entrar en razón, decirle que eso acabaría mal. 

Creo que una parte de mí tenía miedo de que la historia se repitiera. 

Aunque la vida en sí es una ironía, y ahora estoy en qué sabe qué con este chico, digo, ni siquiera sé qué somos en realidad. 

«Mi novio» 

Bufo y sacudo mi cabeza mientras la voz de Kwan se repite una y otra vez, el chico alza el ceño pero no quita la mirada del camino. 

—¿Qué te pasa? —Inquiere, niego. 

—Nada que te incumba —Respondo, él sonríe. 

¿En serio ninguna de las cosas que le digo le afectan? Digo, desde que comenzamos a hablar lo he maldecido mínimo 10 veces al día, y él sigue manteniendo aquella sonrisa engreída, como si cualquier cosa que le dijera le resbalara. 

—No te creo, ¿estás pensando en mí? —Inquiere, bufo mirándolo mal antes re rodear los ojos. 

—Como si fueras tan importante —Inquiero, él sigue moviendo el vehículo por el campus para así llegar a la residencia. 

Noto como frena en el estacionamiento de allí y me observa, con una de las manos aún en el volante pero la mirada fija en mí. 

—No lo soy —Admite, abro la boca para hablar pero él me frena—. Pero para ti seguro que sí. 

Bufo y él vuelve a reír para sí mismo, tal y como las anteriores veces. 

Diría que me desagrada, pero es mentira, no lo demuestro, pero su risa me parece divertida, contagiosa y linda. 

Aunque a veces me den ganas de agarrar un auto y atropellarlo con él. 

Ambos salimos del vehículo y comienzo a alejarme del mismo, aunque el chico me sigue por detrás. 

—¿Por qué parece que corrieras de mí si convivimos en el mismo departamento? —Inquiere, hago una mueca y él no lo nota ya que está detrás de mí. 

—Me bañaré primero —Aseguro, Kwan ríe. 

—¿Es por eso que corres? —Inquiere. 

Bueno, tal vez sí, tal vez no. Hay una parte de mí que me dice que debo apresurarme para bañarme y para eso debo llegar primero al apartamento, y la otra me asegura que al chico no le importará esperar. 

Pero como soy extremadamente competitivo a veces, llegaré primero. 

Kwan me sigue muy de cerca, incluso a pesar de haber subido velozmente las escaleras el chico no se ha separado de mí. 

Suelto un suspiro abriendo la puerta del dormitorio y adentrándome en él. 

Voy hacia el armario y comienzo a agarrar vestimenta cómoda para poder salir, a decir verdad, agradezco que sea aún fin de semana y no tener clases hoy. 

Me doy media vuelta para dirigirme al baño y me encuentro con un chico sonriente observándome en la puerta de este.

Camino hacia allí y aprieto mis labios antes de hablar. 

—¿Podrías... hacerte a un lado, por favor? —Inquiero, Kwan hace una mueca pensativo y suspiro. 

—Mmm... podría, pero ¿debería? —Inquiere. 

Lo miro mal y él se dispone a hablar. 

—¿Me pegarás con algo? —Inquiere, bromeando. 

Me mantengo en silencio sintiendo mi corazón acelerado antes de acercarme velozmente a este y darle un beso en la mejilla. 

Kwan parece entrar en una especie de transe antes de que sus mejillas agarren un tono carmesí y abra la boca sorprendido, para luego así sonreír. 

Noto como se hace a un lado, aún sorprendido, y me adentro en el baño. 

Voy a cerrar la puerta cuando lo noto festejar con su mano, aunque al darse cuenta que lo observo se mantiene quieto mirando hacia otro lado. 

Río cerrando la puerta y recuesto mi espalda en esta, sintiendo mi corazón latir con fuerza y la sonrisa en mi rostro aparecer. 



Me mantengo sentado en mi cama esperando a que Kwan salga de la ducha, el chico lleva aproximadamente media hora allí y ya he visto mis redes sociales, por lo cual estoy aburrido. 

He hablado con Suk por teléfono, me dijo que pasará todo el día con Jung, así que muy probablemente nos veamos poco por el campus. 

Trato de no prestarle atención a la sensación de que siento que se está alejando de mí, y prefiero creer que es solamente porque quiere pasar tiempo con el chico que le gusta. 

Debería hacer lo mismo, aunque, no estoy realmente seguro de mis sentimientos. 

A veces me siento confundido, pero otras simplemente está todo claro.

Supongo que muchas veces suelo pensar demasiado. 

Noto que la puerta del baño se abre y mi mirada va hacia allí, aunque al instante me retracto una y otra vez mentalmente. 

Kwan sale sin camisa, con solo una toalla puesta alrededor de la cintura. 

—¿Qué onda contigo? ¿no agarraste ropa? —Inquiero, haciendo una mueca y mirando hacia todos lados. 

Noto que Kwan me señala que lo mire por lo cual lo hago. 

—No, ¿te molesta? —Pregunta, lo miro mal y este sonríe, para luego así hacer una acción velozmente. 

Su mano va hacia la toalla y la desenreda, logrando que la misma caiga al suelo. 

Mi corazón late con fuerza mientras trato de no mirar y cerrar los ojos. 

—Estoy en bóxer, tranquilo —Responde, riendo. 

Suelto un bufido de fastidio y le observo el rostro, sintiendo mis mejillas arder. 

Noto como se encamina hacia su armario y saca una camisa blanca y un pantalón oscuro de allí. 

—Eso, mi querido Min, es venganza por haberme hecho sonrojar —Admite, bufo con fastidio y este ríe, llevándose la ropa hacia el baño y volviendo a entrar en él. 

Miro la puerta del mismo cerrarse mientras siento la incomodidad crecer entre mis piernas. 

Definitivamente lo odio.



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En el texto hay: humor, chicoxchico, boylove

Editado: 19.09.2020

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