“Debería iniciar presentándome?...Por supuesto! Los modales hacen al libro!”
Buenos días/tardes/noches…
No estoy seguro en donde estoy, ni que año, mes o día sea este. Tampoco estoy seguro de si ahora mismo me encuentro en tus manos o sobre alguna incómoda mesa. De lo único que estoy seguro es de que nuestra historia da inicio aquí…
Mi nombre es Ms. Letters Books, pero mis amigos (si es que los tuve en algún momento) me llaman Brook.
Mi edad depende de muchos factores y aunque prefiero no mostrarla, desearía que me contemples de acuerdo a la tuya.
Mi apariencia? Pues podría decirse que en la forma que comúnmente me han visto , soy de tapa blanda, olor fresco, páginas sedosas, brilloso, ligero y sin duda con un grandioso tipo de letra.
Sin embargo, la forma en la que me gustaría que me observaras, sería algo más varonil, que el olor sea fresco igualmente (para así no perder la esencia que deja la tinta de las letras) y muchísimo más alto que de costumbre, con el cabello de acorde a la época (eso sí, el color siempre será algún tipo de café) y la vestimenta de tu preferencia.
Se supone, debería tener bien definida algunas zonas de el cuerpo, puesto que soy lo bastante fuerte como para apretujarme con otros 10 compañeros en un estante pequeño.
Mis ojos tendrán un tono claro (aunque si tomas mi decisión en cuenta, podrías hacerme heterocromático), mis labios serán suaves como tu tacto contra mis páginas y sin duda alguna la voz vendrá lo suficientemente fuerte como para ponerte los pelos de punta…
A final de cuentas, tu eres la que me esta imaginando. No es verdad?
Mis gustos? Me gustan demasiadas cosas y un ejemplo de esto es la forma en la que me estás mirando ahora.
Intentado descifrar como diablos un libro más de el estante esta aquí y ahora, hablando con su lectora.
No lo pienses mucho cariño, a veces las respuestas no suelen llegar al instante.
Desde que tengo uso de razón, he pensando que aunque la mayoría de lectores creen que nos eligen, nosotros somos los que verdaderamente los elegimos a ellos.
Todos sabemos y hablamos sobre nuestro dueños, aún sin conocernos las páginas, las voces viajan de casa en casa, continente en continente y librería en librería. Es por esto que cada libro no solo tiene un lector, pues sabemos que las personas nos necesitan cuando sin pensarlo llegamos a sus manos…
Me necesitas?
Si, no, tal vez…
Son cosas que no podrías responder a menos de que conozcas tu futuro. Pero como no es el caso, yo responderé esa pregunta desde mi punto de vista.
Yo si te necesito. Te necesito más que a ninguna otra persona ahora puesto que según cuentan los malos escritos.
Un libro no es especial hasta que el lector lo vuelve real.
Yo no me considero especial, a pesar de que no pertenezco a ninguna sección de libros y no tengo trama o alguna sinopsis por detrás que me haga más interesante. Solo soy aquel libro solitario que va de vez en cuando en boca de todos por la extrañeza de mi figura.
Así que respondiendo nuevamente…Si, quería conocerte en persona.
Quería que con tus ojos recorriera mis páginas, que con cada palabra escrita imaginarás que estoy ahora a tu lado sonriendo.
No quería escuchar más rumores sobre lo hermosa y valiente que eres, quería verte, tocarte, besar tu alma y dejarte una marca inolvidable para que al finalizar no pudieras soltarme…
Cariño, solo me faltaba conocerte en persona…
“Puedo llamarte cariño?”
Aquella cabecita tuya está más que acelerada en este momento, buscando entre las historias recientes de tu biblioteca cuando diablos me habías leído. Pero la verdad es que nunca lo haz hecho…
Como te expliqué, los libros solemos hablar. Por lo tanto escuche tanto sobre ti en todo el tiempo que estuve vagando antes de llegar a tus manos...
Fue una noche, justo terminaban de colocarme en la biblioteca cuando escuché ciertas voces.
“Es hermosa “ repetían tanto los libros jóvenes.
La curiosidad siempre fue una de mis cualidades, por lo que tuve que preguntar por el “ángel” en el que te habías convertido para ellos. Sin embargo todo lo que me decían solo hacía que mi definición de ti fuera “irreal"...
“Ella es un hermoso diamante, vivimos tanto juntos que justo cuando llegó el final solo pude ver su rostro, resplandeciente de alegría por haber terminado“ - Hablaron desde la sección de romanticismo y cliché.
“Tal vez tu la hiciste feliz, más no le sacaste ni un solo gemido“ - Añadió con arrogancia la sección de erotismo y +18 - “Debiste ver su sonrojo y timidez hacia algunas cosas que aún no conocía y estuve encantado de enseñarle…
El roce de sus dedos contra mis páginas, su sonrisa al terminar alguna escena, su respiración irregular y aquellos momentos en los que tenía que detenerse por que tenía bastante información acumulada en la cabeza… WOW!”
“Ustedes solo la vieron sonreír? Ja! Yo pude ver adrenalina y temor con cada párrafo leído, intentando averiguar cada escena y sacando conclusiones inconclusas“ - Misterio y terror compartían una mirada desafiante.
“Pues aunque no lo crean, la mía fue la peor… Solo pude ver su tristeza reflejada en cada uno de sus poros. Tal vez mi historia no le había gustado o tenía alguna falta ortográfica por algún lado?!” - Se alteró un poco las sección de adolecentes y finales inesperados.
Mientras seguían hablando y describiéndote, yo te imaginaba...
Lo hacía como un lector imagina a sus personajes, con deseo e impaciencia…
Aquella noche no pude dormir bien, mis páginas ardían por sentir tu tacto que deleitaba y mis letras estaban a nada de salir a buscarte.
Fue entonces que me lo propuse…