Después de aquel encuentro a la salida de mi primera clase, tuve que asistir a la siguiente con ese ultimo momento en la cabeza.
-Aunque no lo parezcamos, lo somos...-Habia aclarado Mikael. Más mis dudas no se habían quedado ahí.
Los tres eran seres tan diferentes que simplemente parecían personas desconocidas.
De haberlos clasificado, pondría a Emma en una novela juvenil cliché, a Mikael en una de amor aventurero y finalmente a Nerón en una complicada saga de misterio.
Volviendo al punto, los tres hermanos peculiares se despidieron de mi justo cuando Nerón habló, cortando la conversación que apenas iniciariamos. Sin embargo Emma me aseguró que nos veríamos en el almuerzo.
En las siguientes clases sucedió lo mismo: todos observandome, los maestros dándome indicaciones y hablando sin parar.
Para mí fortuna y desgracia, descanso llegó más rápido de lo que pude esperar, pues en definitiva los temas que enseñaban eran tan interesantes que por un momento si me perdí.
Me encamine por los pasillos, siguiendo a algunas personas para poder llegar a mi nuevo destino. Tenia que acostumbrarme pues no podía ser lo mismo todos los días,así que anotando mentalmente las vueltas y los salones, pude llegar.
Abri las puertas, observando todo.
Muy cerca de la entrada se encontraba la cola de una fila larguísima. Mientras que el demás espacio era ocupado por mesas y botes de basura.
Una chica pasó enfrente mío, tomando una charola de plata al costado de la barra y formándose. Supuse que debería hacer lo mismo si quería comer algo.
La comida era abundante, más no se veía tan apetitosa como la que mamá solía cocinar. Aún así, no me queje y después de tener mi almuerzo en las manos, caminé entre las mesas buscando un lugar.
Todos se encontraban hablando, comiendo y jugando. La mayoría de mesas se encontraba ocupadas, más encontre una con una chica solitaria, la cual se levantó después de que yo me senté.
Hice una mueca por tal hostilidad, más no me quejé. Adaptarse era difícil y más para alguien nuevo...
"La aceptación de la gente era lo que más importaba en la sociedad?
Si tenías una idea sobre ti mismo, pero esa idea no le gustaba a los demás, tendrias que cambiar?
Por qué la sociedad te posiciona en lugares que te dicen merecer gracias a la aceptación que ellos mismos dan, pero no se dejan colocar cuando nos desagrada también su manera de ser?"
Observe las mesas con lentitud, pasando los ojos a las personas que me rodeaban. Desconocidos éramos todos, conocidos también.
"Como podríamos convivir tan pacíficamente con gente que miente y usa falsedad para definirse? Tener una chaqueta y buen aspecto te garantizaba el éxito?" Pensé mientras observaba la mesa en donde se sentaban los chicos que parecían pertenecer al típico equipo de fútbol.
"Hay quejas, hay disgustos, hay de todo un poco pero nunca nadie dice nada. Solo se quedan rumores que vuelan como si de un colibrí se tratara. Esparciendo su mala intención y afectando a más de uno.
Por qué los estándares eran tan irónicos?"
Miles de dudas, miles de posibles respuestas y yo seguía sin comprender del todo la escuela.
-Booh! -Soltaron a mis espaldas. Cosa que hizo a mis sentidos ponerse alerta, más dicha alerta se desvaneció al ver la melena roja y con rizos de Emma. -Que haces solo?
-Comiendo
Camino alrededor de la mesa, colocándose frente a mi, mientras que una persona más se sentaba a mi lado. Las rastas rubias aparecieron en mi campo de visión y supe entonces que se trataba de Mikael. Salude y el me regreso el saludo.
-A donde diablos se metió Nerón?-Hablo Emma observando la fila
-Una chica lo buscaba y tuvo que ir-Se encogió de hombros el rubio.
Emma bufo y me observo de nuevo - Y que tal el primer día? Aburrido, cierto?
Negue- Me parece interesante. Jamás había hecho esto.
Mikael levanto las cejas - Comer en la cafetería?
-Asistir a una escuela.
Emma casi escupe su jugo en la cara de su hermano mientras que este último comenzó a toser.
-De verdad eres nuevo! -Ahogo unas risas el rubio -Genial, un lienzo en blanco a donde plasmar mis travesuras.
-Ni se te ocurra Mika! - Refunfuño Emma - Brook, no habías asistido antes a una escuela? Jamás?
-Jamás - Confesé.
-Que? -Esa voz profunda nos hizo levantar la mirada. Nerón acababa de llegar, colocando igual que todos una bandeja con la comida perfectamente ordenada. -Tampoco vivías aquí, cierto?
-No, mi madre y yo nos mudamos hace poco. Todo es tan nuevo y confuso.
Hizo un ademán de pensar, para después tomar los cubiertos y comenzar a comer.
Emma pico con su tenedor la bandeja de Nerón, el cual solo se hizo a un lado mientras su hermana terminaba.-Vaya! Entonces seremos tus guías.
-Ni siquiera sabes si tienes clases junto a él -Objeto Nerón con la mirada sería.
-Eso se soluciona Nero -Me observo de nuevo - Te pasaré mi teléfono y nos pondremos en contacto, así sabre si tengo clases contigo o alguno de ellos. Seremos amigos...-Detuvo la tarea de robar la comida de su hermano y me dio una rápido mirada- Sabes lo que significa tener amigos, no?
-No es estupido Carol..-Rio Mika con Pereza.
- Carol? -Pregunte, pues si bien recordaba su nombre era Emma -
-Oh vamos Mika! Quería que por una vez alguien me llamara Emma.
Nerón dio una pequeña sonrisa mientras que Emma hacía un puchero - Mi nombre es Emma Carolina -Comenzo a explicar - La mayoría me conoce como Carol, pero por una vez quería usar mi nombre de pila.
Suspire aliviado al no estar tan perdido en la conversación. -Entonces Emma o Carolina?
-Emma -Argumento está mientras sus hermanos le daban la contra.
Los tres parecían llevarse mejor que bien. Aunque para mí aún era confusa tal confianza, nunca tuve hermanos y como había dicho antes mis amigos no siempre me visitaban.