Mucho Más Que El Cielo

5. Un Consejo y Dos Problemas

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- Isaac Roth -

 

—Pero que mier... — Nate abrió los ojos como platos, sorprendido luego de contarle lo sucedido. Estábamos desayunando junto a mi padre.

—Si, como oíste —suspire y lleve una cucharada de mi cereal a la boca. Mi padre estaba con  nosotros pero era como estar con otro mejor amigo más, sinceramente no había incomodidad alguna. Conte todo sin problemas, así mismo esperando un consejo del como de costumbre. Tomaron un trago de sus bebidas al mismo tiempo y yo esperaba que dijeran algo.

—Bueno Isaac, esta chica... ¿Cómo es? — pregunto mi padre regalándome una sonrisa de boca cerrada.

—Es como de mi estatura, cabello negro, lacio, muy lindo y brillante enserio — viendo mi plato de cereal y jugando con la cuchara dentro de el —Bueno, sus ojos son color miel, su sonrisa es completamente hermosa y sincera...

Subí mi mirada, se encontraba Nate mirándome con la boca entre abierta y su ceño fruncido. Mi padre daba una sonrisa burlona moviendo su cabeza de lado a lado. Era normal que me vieran así, más luego de hablar de una chica. Pero el silencio ya era innecesario... ¿Por qué tanto? Maldición que digan algo.

—Nate, ¿piensas lo mismo que yo? — menciono mi padre viendo a Nathan con un trozo de pan en su mano.

—Efectivamente señor Z— respondió Nate sonriendo a mi padre.

Señor Z, ese nombre lo usábamos de pequeños al jugar con mi padre a los espías... se llama Isaac al igual que yo, por lo tanto Zack era su apodo también entre muchas personas. De ahí el "Señor Z" que Nate invento de pequeños. Sus sonrisas eran alarmantes, eran sinceras pero tan sarcásticas que asustaban. Esperaba que me dijesen algo malo, no les voy a mentir. Tome una cucharada de mi cereal nuevamente y los apunte con ella antes de llevarla a mi boca.

—Isaac, te atrae esa chica ¿no? — dijo mi padre tan pronto puse la cuchara en mi boca.

Al momento de tragar se me hizo un nudo en la garganta por la pronta pregunta. Tosí hacia el frente, ahogado con mi cereal. Se volvieron a ver mutuamente y Nate se levantó para pasarme papel. Me limpie la boca y suspire, era momento.

—Si papá, me atrae la chica... es muy linda y esa noche me sentí muy cómodo con ella a pesar de casi no conocerla — asegure con un tono sumiso.

—Bueno, como tu padre quiero darte un consejo.

—Claro, no hay problema.

—Dijiste que hubo un problema con su madre, ¿piensas hablar con ella?

—La verdad me gustaría hacerlo... pero no creo deber — me levante y tome mi plato para ir al lavabo —Fíjate como se comportó esa vez, se nota que tiene temperamento la señora.

Mi padre paso su plato y el de Nathan hacia un lado del lavabo —En eso tienes razón, ¿pero qué puedes perder intentando?

—¿La dignidad?

Nate abriendo el refrigerador replica con un tono burlón —¡No tienes!

Volteo a verlo con una expresión seria y sigo limpiando los platos sucios.

—El punto hijo, es que si te atrae esa chica, y quieres llegar a tener algo con ella — termina de pasarme el ultimo plato restante —Tendrás que hablar con su madre sí o sí. Como tu padre te aconsejo que lo hagas, por muy difícil que sea, será necesario en algún que otro punto Isaac y es mejor prevenir que lamentar, las personas son un mundo y si, acabas de conocer a esa chica, te atrae.

—Exactamente, me atrae, aún no la conozco del todo — respondí interrumpiéndolo por un momento, pero sin hacerlo dejar de hablar.

—Bueno, eso está bien, son jóvenes no hay ningún problema con ello. Les falta conocerse mejor, pero cuando llegue el momento. Toma en cuenta que los padres somos algo muy diferente y siendo uno, te digo que es muy necesario el hecho de que te lleves bien con esa señora.

—¿Y si no puedo?

—Quedara luchar por estar con la chica en algún momento, no puede estarte alejando toda la vida.

Nate se detiene a mi lado y me entrega una lata de gaseosa —O también, yo conquisto a la mamá y así te acepta sin problema — sonrió y tomo un trago de la gaseosa.

—Muy buena idea no es.

Mi madre paso por la puerta saludando a todos, con las compras totalmente realizadas. Llego a la cocina, comenzó a ordenar todo en las despensas y refrigerador. Pronto todos estábamos en silencio, con mamá el tema de las chicas era muy diferente. Subí las escaleras junto a Nate y entramos a la habitación, mi teléfono estaba inundado de notificaciones. Lo tomo y encendió viendo los mensajes para decirme.

Aless:

Holaaaa. 10:27

Mi mamá me castigo ayer. 10:28

Fue lindo conocerte, vuelve a venir pronto. 10:28

Y trae galletas de nuevo jajajaja. 10:28

—¿Aless? ¿Ya le pusiste apodo? — acercándose a mí y entregándome el teléfono.

—Me gusto ponerlo, además su nombre es largo — dije tomando mi teléfono —Gracias por cierto.

—No me cansare de decirlo, perdimos a Isaac — dejándose caer completo en la cama.

—Apenas conozco a la chica, ¿Por qué dices eso? — me senté en uno de los puff mientras escribía.

Zack:

Holaaa. 10:28

Espero no haya causado problemas. 10:28

No te preocupes, invita de nuevo y llevo galletas jajaja. 10:28

—Exactamente por eso Zack, exactamente por eso

—¿Cómo que por eso? — tome una goma de borrar y la tire hacia él.

—Pues, estar en tu estado, ¿y conocerla tan poco? Zack, es raro — me devolvió la goma.

—Bueno... no sé qué decir 

Mi teléfono comenzó a sonar, lo tome y al ver la pantalla mi cara cambio, era un número desconocido el cual se me hacía realmente conocido... sin decir nada conteste, esperaba no fuese quien creía. Pero al escuchar la voz, una decepción y frustración completa paso por mi cuerpo.




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