Alexia y Pedro no paran de mirarse, no se conocen y son de grupos de amigos diferentes, pero Pedro parece haber fijado su mirada en Alexia desde que llegó a este deprimente bar de karaoke.
Honestamente, nadie podría estar divirtiéndose en un lugar como este, la mayoría de los que se atreven a tomar el micrófono son ebrios que causan vergüenza ajena. Sumado a la vulgaridad del ambiente, hay un animador desaliñado que parece no haberse bañado en semanas.
Por lo mismo es que ahora Alexia se siente arrepentida de haber venido, e intenta desviar sus ojos fuera de su circulo de amigos y lejos de este bizarro espectáculo. Tal vez, buscando a su al rededor otro tipo de motivación, la cual podría estar por encontrar. Ella intenta fingir desinterés, pero no puede evitar sentir curiosidad por las misteriosas miradas del desconocido.
Alexia es el tipo de chica popular con personalidad fuerte, pero que se mira al espejo cada dos minutos para comprobar si aún luce bien. En el fondo, no importa cuantas veces arregle su maquillaje, ella nunca se siente satisfecha con nada. Para cubrir esa angustiante necesidad de valoración y aprobación es precisamente que están Gigi y Denis, sus amigos que la acompañan esta noche, aunque ambos no tienen muchas cosas en común.
Gigi es el tipo de persona que prefiere adherirse al árbol que ya está firme, y no le importa lo que tenga que aguantar con tal de permanecer allí. El problema es que su existencia se reduce justamente a eso, ser prácticamente la asistente personal de Alexia más que su amiga. De todas formas, cada quien tiene una idea de amistad diferente en su cabeza.
Denis por su parte, es un buen amigo de ambas, pero no está dispuesto a sentirse menos protagonista que Alexia bajo ninguna circunstancia. Es probable que nadie se lo haya dicho nunca directamente, pero él se considera a si mismo como alguien bastante astuto y apuesto. De hecho, él está tan convencido de serlo que lo logra proyectar en los demás la mayor parte del tiempo. Por esto, aunque no siempre sus ideas sean las mas razonables, termina siendo un líder innato.
A pesar de que la amistad entre estos tres es una combinación de egos y rivalidades, de alguna forma logra funcionar. Es más, Gigi y Denis no han parado de incentivar a Alexia para que se acerque al extraño de miradas insistentes. Pero la reacción de Alexia siempre puede ir contra todo pronostico.
Sin previo aviso, el desconocido se para desde el lugar de la barra donde se encontraba y se acerca al grupo que lo mira de reojo. Mientras camina pueden notar lo alto que es, lo bien vestido que está y lo brillante que luce su rizado cabello. Este es el tipo de detalles superficiales que llaman la atención de estos chicos, saben que la ropa y los cortes de cabello son banalidades pero eso es exactamente lo que les gusta. El desconocido, que aún no saben que se llama Pedro, llega hasta la mesa donde los tres amigos están sentados, pero antes que alcance a abrir la boca Alexia se le adelanta.
—¿Acaso pensaste que mirándome como un psicópata toda la noche ibas a llamar mi atención? Puedes volver por donde viniste perdedor.
Denis y Gigi sueltan una carcajada, pero sorpresivamente Pedro sonríe y confiesa que no era a ella a quien estaba mirando. Entonces dirige su mirada a Denis, quien inmediatamente deja de reírse mostrándose estupefacto.
—Lo siento amigo, creo que te confundiste conmigo —dice Denis disimulando su incomodidad en un tono masculino algo forzado.
Pedro hace un ademán de disculpas y da media vuelta, pero antes de que este alcance a alejarse, un extraño sentimiento de culpa parece venir a Denis.
—Espera —dice en un tono dudoso—, creo que de todas formas puedes quedarte un rato con nosotros, no creo que haya problema en conocer gente nueva, ¿verdad chicas?
Gigi y Alexia miran a Denis con extrañeza. Pedro toma asiento con el grupo y de inmediato genera simpatía en Denis y Gigi, aunque ellos no lo dicen explícitamente. Sin embargo, Alexia los conoce bien y sabe que este entrometido está siendo el centro de atención de sus amigos en este momento.
Alexia no disimula su incomodidad y se comporta grosera la mayor parte del tiempo, intenta hacer una broma diciendo que la chaqueta de cuero que lleva puesta Pedro es algo pasada de moda, pero contrario a esto, Denis señala que el estilo de los años ochenta es lo que se lleva ahora. Alexia se queda callada un rato notando que está siendo desplazada y comienza a revisar su celular para no tener que hablar con nadie. La pantalla muestra que ha llegado un mensaje al buzón de voz. La actitud de Alexia cambia, se para de la mesa y va hacia la entrada del bar para alejarse del bullicio de la gente y los alaridos de los desafinados cantantes. Desde la mesa, Gigi observa como la expresión del rostro de Alexia cambia de molesta a preocupada, como si supiera que algo ha comenzado a marchar mal.
—Gigi, nos vamos —grita Alexia desde la entrada a una servicial Gigi que apenas al escuchar la orden se levanta de su silla.
Denis queda un poco descolocado, pues hasta ahora no había notado que pasara algo malo en lo absoluto, porque los malos modos de Alexia siempre han sido parte de su cotidianidad.
—¿Qué pasó Alex? ¿te vas tan temprano? Aún no es ni media noche —dice Denis alcanzándola antes de salir.
—Sí, ya me voy. Te dejo con tu nuevo amiguito, espero que lo pasen muy bien —responde sarcásticamente Alexia tirando una mirada asesina hacia Pedro, quien se ha quedado sentado solo en la mesa. Denis intenta convencerla de que no se vaya, pero Alexia repentinamente baja el tono de voz y le confiesa que acaba de recibir un mensaje de su hermana que la hace pensar que esta teniendo otra de sus crisis emocionales.