No me tomó mucho tiempo denotar el tipo de persona que resultaba ser realmente el señor Gordon. Muy desprendido de la idea que daba al ver su retrato junto a su peculiar familia. Cualquier civil común podía llegar a un acuerdo de que se trataba de un hombre de valores, con una ética del carajo y con un léxico bastante apacible y moderado y del que solo se podían escuchar pronunciar adjetivos únicos predilectos para resaltar las mejores cualidades de las personas, de hecho lo era en cierta forma particular, mas sin embargo su léxico se había infectado y su conducta se había corrompido por la tosquedad y ahora resultaba ser... ofensivamente burlista diría yo -todo un narcisista me parece- claro quizás su conducta se debía a la presión que sentía "por eso que le aquejaba" y que a toda cuesta quería esconder. Según lo que Florencia me confeso, eso de que ha estado demostrando un "carácter distinto" es una muestra concreta de un cambio radical él, sin duda debía encontrarse en una situación turbulenta. Mi trabajo ahora era saber porque.
Desde el momento que sus cuerdas vocales comenzaron a trabajar pude ir traduciendo cada una de sus acciones hasta llegar a una conclusión cabal. Repugnante adinerado con sumo interés en demostrar carisma y afecto. A simple vista un hombre muy bien educado, culto y estudiado pero carente de simpatía nata -de ahí su necesidad fibrosa en demostrarla- aunque con una gran sensibilidad increíble por la naturaleza lo que a su vez demostraba una brecha de debilidad yo diría que una persona con sumos distintivos en su personalidad. Lo que resaltaba en él por supuesto eran las obras arquitectónicas que era lo que había escogido como profesión, de hecho se veía que tenia vocación que es lo mas importante me preguntaba de quien había heredado tales dotes magistrales más sin embargo toda su actuación esta mañana me gritaba que escondía algo.
A mi mente se vino un vago reflejo de Florencia cuando la conocí. Con una figura esbelta y carnosa, aunque delgada en las partes que una mujer debía estarlo para resaltar aún más sus atributos y tan alta como una Miss... No era tan diferente ahora pero su rostro lleno de fascinación y jovialidad se transformo en apatía y desganes ¿Como pudo cambiar tanto? ¿Que le habría hecho cambiar tanto?.. En el tiempo que había frecuentado con ella jamás la había notado tan trémula y sumisa, sin duda que en los años que habían transcurrido sin siquiera verla algo debió trascender en su vida para que la colocase en tal punto. Mi amigo fiel me dictaba que todo se debía a las consecuencias colaterales de "acciones desconocidas" de su esposo, debía llegar encarecidamente al meollo de esta situación.
Los oídos me comenzaron a zumbar con insistencia y uno de ellos comenzó a picarme...mi fiel amigo me esperaba.
Baje a pasos suaves la colina con mis manos en los bolsillos alejándome de la mansión y del fantasioso cuchillo que Gordon llevaba dispuesto a deslizarlo por mi cuello. Pensando y más que nada admirando el cálido paisaje de esta mañana. Un cielo sencillo rellenado de azules incandescentes y amarillos intensos arropado por los blancos algodones que paseaban con sutileza queriendo esconder el brillante sol, con una brisa fresca y mañanal que por momentos me traía recuerdos de mí instancia en los hermosos y exóticos paisajes de la isla de Margarita. Como deseaba exponer mi cuerpo apenas bronceado de nuevo en el frustrante pero cálido sol con una bebida espirituosa en una mano y un tabaco en la otra ¡Que tranquilidad!.
Me volví echando una vista hacia las glamurosos edificaciones y residencias deseosos de rozar el cielo añorando estar en la azotea de una de ellas, apuesto que se obtiene una de las mejores vista de la ciudad.
El señor Gordon se las había arreglado sin duda para que su mansión quedará aislada en cierta forma de las demás. Tomando gran parte de la colina para su construcción, a mí pensar la sucesión del terreno se debía a la gran simpatía con las organizaciones gubernamentales tanto que le cedieron parte del poder sobre el. Quizás se había forjado la confianza con políticos en los años que levanto monumentos en la ciudad, tal vez gozaba de ciertos privilegios que le pudiesen hacer lo que plazca... Quizás había mucho dinero de por medio. Claro que así era. Y sobre todo aquí; en donde todo el mundo podía hacer o obtener lo que deseaba -incluso por más difícil que pareciera- si habían billetera de por medio y más aún si eran verdes. Una persona como Eduard Gordon podía fácilmente rebosar en ese privilegio. Así mismo como me lo había dicho debía de tener grandes amistades con la crema y nata del país, debía de conocer un sin fin de personas con apellidos de peso. Eso me daba a pensar que así como se codeaba con gente con las que llegaba a acuerdos financieros también se topada con personas de un poderío superior al que él gozaba y con una personalidad tan febril y inhóspita cualquiera quisiera darle un "sustico" macabro.
Observé a dos personas en ropa deportiva caminando a gran velocidad colina a bajó, me observaron y detecte como mi vestimenta formal desencadenaba argumentos de curiosidad entre ellos. Musitaron alguna cosa sobre mí y siguieron con sus pasos apresurados. En estos lugares se suele conocer a quienes vienes o quienes van no cualquiera puede adquirir una pieza en este lugar y debían de conocer a todos los que vinieran además para eso había seguridad y carnet de por medio. Sin duda sabrían cuando un forastero como yo anduviese rondando los alrededores. Me pregunto si no habrían notado algo inadecuado por los días previos en los que el político fue mortalmente altercado.