Mujer

Capítulo 2

...y Benito me agarra de la cintura mientras él estaba detrás mío, se acerca a mí oído y me dice:
—Bienvenida a tu nueva casa mi vida.—
Entramos a la casa y siendo sincera la casa no estaba nada mal, era muy acogedora. Me sentía muy bien, a diferencia de mis amigas, ellas también querían independizarse pero los controladores de sus padres no lo permitían. Conforme pasaban los días era un paraíso estar con él, dejé de ir a la escuela porque sabía que mi mamá estaría ahí esperando a que saliera para llevarme a la fuerza a su casa. Todo era color de rosas, quería que esto nunca se acabara. Pasaron 2 meses cuando en una noche Benito llegó bien borracho, nunca lo había visto así, sentía miedo y le pregunto:
—¿Por qué vienes tomado?—
—A tí que te importa niña.— me dice gritando y yo le respondo: 
—Soy tú mujer y creo que merezco respeto.—
—¿Eres mi mujer? A ver si es cierto.— se acerca a mí, empieza a besarme, yo en ese momento quería safarme de él pero no podía porque Benito era más fuerte que yo. Empieza a tomarme a la fuerza y yo solo sentía dolor, cuando se quedó dormido yo me levanté y comencé a llorar, las otras veces que habíamos hecho el amor, usábamos preservativo, pues no quería ser mamá a esta edad, pero en esta ocasión no fue así. Al día siguiente veo como él se despierta con resaca, me ve y pregunta:
—¿Qué haces ahí? Ven a la cama conmigo.—
Yo enojada le digo:
—¿No te acuerdas lo que me hiciste anoche?—
—Eso pasa con todas las parejas tranquila.— me dice muy calmado y yo comenzaba a llorar.
—No quieras tratarme como una ignorante, sé que eso no pasa en los matrimonios, tú me violaste.—
Benito se levanta corriendo de la cama y va hacia mí, me agarra del cuello tan fuerte que me lastima y dice:
—Querías ser grande, ¿No?, Ahora te aguantas. Estás en mi casa y se hará lo que yo diga ¿Estamos?— mirándome muy enojado, yo solo lloraba pero no le contestaba, me ama y porque me quiere me habla así. Era la primera pelea y sabía que en todas las parejas siempre hay bajones, no mandaría a la basura una relación que hasta ahorita iba muy bien, lo dejé pasar. Benito había salido a la tienda, él regresó y me gritó:
—¡DEJA DE ESTAR LLORANDO!¡YA BASTA!. —
Yo solo salté del susto, dejé de llorar pero todo el día me la pasé triste. Al llegar la noche se volvió cariñoso.
—Mi amor perdóname, aún seguía bajo los efectos del alcohol y no sabía que hacía.— me decía Benito mientras me acariciaba la cara y me daba besos en el hombro.
—Me dolió mucho como me gritaste.— le dije entristecida.
—No va a volver a suceder mi vida, te amo mucho. — dice mientras empieza a besarme en la boca.
Al principio me negaba pero no pude resistirme. Teníamos una salida pendiente y nos alistamos, él se veía muy guapo y yo me veía bien. Fuimos a un restaurante, nos sentamos en una mesa cerca de la ventana, mientras yo miraba la calle pensaba en lo afortunada que era al estar con el amor de mi vida. Llegó el mesero y pedimos lo que queríamos comer, nuestra velada comenzaba y yo aún seguía viendo detrás de la ventana, sentía que no me quitaba su mirada pero yo por dentro me sentía muy felíz. Unos hombres pasaron caminando por la calle, Benito volteo a ver, me agarra de la mano agresivamente, yo volteo a verlo para saber que pasaba y él prácticamente me saca arrastrando del lugar.
—¿Qué haces Benito?— preguntaba sin entender.
—Eres una maldita zorra, ni estando conmigo no me guardas un poco de respeto.— dice enojado Benito.
Yo trataba calmarlo pero no podía, era como echarle más leña al fuego. Llegamos a la casa y el la abre muy desesperadamente, me mete a la casa y me tira al suelo, yo estaba asustada, no entendía por qué actuaba así.
—¡TE CALIENTAS LUEGO CUANDO VES A HOMBRES PASAR! ¿VERDAD?.— me grita muy feo y yo le respondo llorando:
—¿De qué hablas mi amor? Si yo solo te amo a tí, tranquilo.
—¡ZORRA! debí no llevarte, sabía que me harías algo así. Y para que esto no vuelva a pasar, tendrás que aprender una lección a partir de ahora y siempre que me quieras ver la cara de imbécil.— comenzaba a llorar Benito sacando su cinturón del pantalón.
—¿Qué me vas a hacer?— espantada le pregunté.
Sin decir nada empieza a golpearme con el cinturón...



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En el texto hay: adolescente, drama, violencia

Editado: 04.03.2021

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