El resto del viaje trascurrió sin mayores sobresaltos. Esta vez manejó Nauj y Juan se encargaba de cebar mate y aún con un poco de curiosidad (tampoco quería apabullar a Nauj con preguntas, menos ahora que manejaba) quiso saber cómo fue que Nauj terminó atravesando un agujero de gusano sin darse cuenta o “por accidente”. En teoría, si en el multiverso de él estaban más avanzados, seguramente deberían tener algún recaudo para esa clase de fenómenos. Así que le consultó.
—Perdoname Nauj, te hago una pregunta más, mientras “mastico” todo lo que me contaste hasta ahora, ¿cómo es que fuiste a parar a mi universo por accidente?, ustedes deben tener algún tipo de “alerta” para estos fenómenos que son tan comunes en tu mundo, ¿o no? —preguntó Juan.
—Bueno, mirá, sí que tenemos alertas, aunque no sé si a vos te pasa lo mismo, pero yo suelo olvidarme bastante seguido de cargar el celular…—comenzó a explicar Nauj.
—La verdad que sí, de hecho anoche mismo me olvidé de enchufarlo y lo cargué un poco mientras estábamos en casa esta la mañana, ¿pero, que tiene que ver? —Juan no entendía el punto.
—Bueno, a eso voy, paciencia “amigo”. —Continuó Nauj— Como te decía, siempre me olvido de cargar el celular, anoche igual que vos, me olvidé otra vez de cargarlo, entonces esta mañana cuando salí para el trabajo el celular directamente se me apagó. Mala cosa en mi mundo. Resulta que el “alerta” que tenemos precisamente viene de la mano de los celulares, mediante una aplicación de fábrica que traen todos los dispositivos, cada aparatito te avisa con una alarma de vibración, luces y sonido fuerte, que estás cerca de una “brecha”, así que cuando el celular te avisa lo sacás y seguís por el camino que te marca, te guía con una flecha tipo GPS, indicándote el camino más seguro a seguir para esquivar el agujero de gusano o “brecha” como lo llama la aplicación. Todos tenemos los celulares y gracias a esa aplicación podemos saber y evitar las brechas cuando aparecen. Pero claro, si no cargaste el celular la noche anterior, podés llegar a tener un serio problema al otro día. Camino al trabajo esta misma mañana, se generó de pronto una tormenta eléctrica y no pude esquivar ni saber siquiera, que me estaba por cruzar con una brecha, desafortunadamente pasé justo sobre una o dentro de una, sería más apropiado y bueno…ya sabés el resto.
—Ahh, y cruzar la brecha, ¿te dolió? —con cara de dolor frunciendo el ceño (suponía que pudo dolerle mucho el paso por el agujero de gusano, se lo imaginaba chico y apretado), preguntó Juan.
—¡Ja, ja! No, la verdad que no duele, es más bien como dormir una siesta forzosa, ni bien entré en la brecha sentí una “modorra” terrible, medio me desmayé supongo y desperté de tu lado del multiverso, así como así, sin más espectacularidad que una simple siesta forzada y en algunos casos, pueden sentirse vibraciones musculares o fiebre, no se sabe a qué se debe pero es así, una vez que pasé todo volvió a la normalidad, solo me quedó esa sensación de haber dormido poco o mal.
—Rarísimo…uh mirá, ya estamos entrando en Córdoba, por qué no llamás al Dr. Roma y Uk y le avisás que estaremos llegando al cerro Uritorco, en dos horas más o menos. Espero que tengamos algo más de tiempo después para que me cuentes de tu “mundo tecnológicamente más avanzado”, je, je. —Juan estaba muy ansioso por saber más, pero no quería avasallar a Nauj con tantas preguntas por ahora.
—Si no desaparezco antes, ¡con gusto! —afirmó Nauj un poco en broma y otro poco con real preocupación.
Nauj tomó el celular de Juan y se comunicó con el ufólogo. Directamente quedaron en encontrarse al pie del cerro Uritorco ni bien llegasen. Les había dicho que esperaran una señal que iba a ser muy reconocible cuando la vieran (nunca les dijo que tipo de señal sería, solo que se darían cuenta sin dudarlo).
Finalmente llegaron al pie del cerro Uritorco, estacionaron el auto y se dirigieron hacia la base del cerro. La vista desde abajo era imponente, con su altura de 1.979 metros sobre el nivel del mar (msnm) y su vegetación frondosa brindaban una belleza especial al lugar. Durante los inviernos, el Uritorco se encuentra cubierto de hielo y nieve. Pero durante el otoño (época en estaban ahora) en cambio, el paisaje se torna amarillo y cobrizo a causa de los quebrachos colorados y de los follajes de los árboles caducifolios. Se pueden encontrar aves de gran porte como cóndores y catárticos o “Buitres americanos” también. Hacia la parte superior del cerro se reduce la vegetación frondosa y solo sobreviven pastos bajos y fuertes. En el último tramo solo se divisa piedra paleozoica (Era donde se cree que se originó el cerro), vegetación corta, pegada al piso y escasa. En definitiva, viendo tremenda belleza autóctona se justifica bastamente que sea una reserva natural y protegida como lo es hoy. Por supuesto también es una zona mística de numerosos avistamientos de ovnis y muy energética. Los lugareños aseguran desde la década del ´50 que existe allí una ciudad subterránea llamada Erks, la cual originó el “mito” extraterrestre de la actualidad. Mito que Juan ahora ponía en duda seriamente, de acuerdo a la nueva información adquirida.