POV Elena
Marco el número de mi madre y lo toma después del tercer timbrazo.
—¡Elena!, ¿qué ha pasado contigo que no apareciste anoche?
—Yo...—¿podría decirle que me quede prácticamente encerrada en el cementerio y que por ir en busca del sepulturero tuve un susto casi de muerte porque me perseguían? —No lo creo—deduzco.
—No me sentía muy bien y pues...—contesto.
—¡¿Qué?!, ¿te sientes mal?,¿tal vez es porque no estas comiendo bien? —expresa angustiada—mejor voy para allá.
—No es necesario, ya estoy mejor—le digo.
—¿De verdad?, será mejor que vaya a comprobarlo.
—Mamá, estoy bien—expreso para ver si se calma un poco.
—Uhmm, bueno, pero si te sientes otra vez mal me dices ¿de acuerdo?
—Gracias mamá y ¿cómo estuvo la fiesta?
—Nada mal, había muchas personas que no conocía por no decir ninguna, pero por lo demás, estuvo muy bien—articula—. Aunque al terminar el cumpleaños la Señora Milware se acercó a mí diciendo que estaba un poco temerosa por algunos sucesos que estaban pasando en la casa.
—¿A qué te refieres? —pregunto sujetando bien el teléfono y poniéndolo en alta voz para poder escuchar claramente lo que me dirá y así ir atando cabos de las cosas que ya estaba pensando antes.
—Ella me apartó para una esquina de la casa, parecía como si tuviera miedo de que alguien la escuchara y dijo que tenía varias noches sin poder dormir en la que se despertaba a las 3 de la madrugada y en una noche fue a beber agua a la cocina y vio con sus propios ojos un vaso que estaba en el desayunador, se movió y cayó al piso—exclama—no sólo eso, sino que, las puertas también se cerraban solas, es muy escalofriante.
—Sí, lo es—digo pensando en que es muy probable que haya espíritus inmundos en su casa—. ¿Qué le dijiste?
—No sabía que responder, sólo dije que hoy iría a orar con ella para que se tranquilizara así que, necesito que vayas conmigo—dice mi madre.
—Voy a ir, entonces.
—Bien, te recogeré en un par de minutos.
—Okey—digo y cuelgo la llamada.
Veo en la barra de mensajes que Yessica me escribió y decido invitarla en el caso de que necesite apoyo, principalmente para cuando sienta una presencia maligna y ellos no me crean.
Y pienso sobre el don de sanidad, que es un poder sobrenatural que Dios da a sus hijos para sanar enfermedades y echar fuera demonios.
Entendiendo, además, que todos tenemos este don, nacemos con el porque el Señor nos dio potestad para hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo (Lucas 10:19) por lo tanto, yo puedo reprender los demonios, sin embargo, para que Dios te respalde tienes que tener limpio tu corazón, tu mente también en otras palabras estar en santidad por dentro y por fuera, pero esto ya se lo vengo pidiendo al Señor en oración desde hace un tiempo y el Señor me ha ayudado.
También, lo curioso de todo esto es que las personas al dejarse controlar por la amargura, ira, enojo, la malicia entre otras cosas más son dominadas por espíritus inmundos guardándolos dentro de si porque esos son espíritus que llegan a ti para que estés en pecado ¿y entonces, como va a sacar un demonio del cuerpo de alguien cuando lleva uno dentro?
Como está escrito en " Lucas 11:17,18"...todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae. Y sí también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reinado?...
Se debe comprender que nuestra lucha no es con las personas en sí, porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (Efesios 6:12).
Cuando ya logramos captar esto, veremos las cosas diferentes y si cada vez que te enojas o te viene alguna cosa que te hace pecar y recuerdas estas palabras, estarás consciente que te están zarandeando y tentando, entonces, el cielo será tu límite.
Oigo bocinas de un carro y sé que es mi madre entonces salgo y me subo al auto.
—No te comenté que ella había hablado con el pastor de una iglesia y no le creyó recomendándole que oré todas las noches y lo que este ahí se irá—dice mi madre.
—¿Sería tan sencillo? —razono.
—¿Tal vez crees que está un poco loca?—añade cuando ve que no respondo.
—No estoy segura—digo simplemente.
Llegamos y vislumbro a Yessica esperando afuera sentada en las escaleras.
—Yessica—me acerco a ella para explicarle—mamá, orará por la casa de la Señora Milware que siente cosas extrañas y yo me uniré con ella ¿te gustaría unirte?
—No hay problema.
—Espero que no te importe que no te lo dije antes, pero es que necesito tu apoyo—articulo.
—Está bien, Elena.
Entramos a la casa después que mi madre comprobó que estaba abierta y al entrar se me erizó toda la piel y sentí la atmósfera pesada.
Ya sabía que algo había en esta casa que no me gustaba, pero ahora que el don de discernimiento de espíritus está más desarrollado puedo sentir con mayor intensidad podría decirse.
—Señora Milware, ¡Señora Milware! —dice mamá llamándola desde la sala donde estamos.
—Creo que...—digo pensando en que tal vez deberíamos irnos.
—Si no hay nadie entonces, vámonos—expresa Yessica y se da la vuelta dirigiéndose hacia la puerta—. ¿Cuándo entramos la puerta no estaba abierta?,¿quién la cerro?
—¿Qué? —expresa mi madre.
—Está cerrada—exclama Yessica, regresando a la sala.
Oímos una puerta abriéndose y luego unas pisadas bajando los escalones.
—Que bueno que vinieron—dice la Señora Milware entrando a la sala.
Por consiguiente, nos invita a sentarnos y escuchamos una puerta cerrándose.
—¿Hay alguien más en la casa? —pregunto.
—No—responde y se para de inmediato de su asiento con manos temblorosas—estoy cansada de todo esto, quiero que pare ¡ya!