19. LOS MIEDOS DE EMY

  Hace días Emy está muy emocionada, desde que la maestra le diera el traje de disfraz de elfo para participar en el baile de las navidades. Y se lo prueba cuando llega a casa y se pasea para que todos la vean.

 Pero hoy Emy amaneció muy enferma, tiene mucha fiebre y vómitos. Mamá y papá la llevaron al doctor en medio de la noche. La doctora la revisa por todas partes, la enfermera le toma la temperatura que por suerte ha bajado. Luego la manda a hacer un análisis. Eso le da mucho miedo, pero la enfermera fue tan buena al pinchar su dedito, que a Emy se le pasa el miedo pronto.

Sin embargo, el doctor ha dicho que Emy tiene que quedarse en el hospital. En un cuarto junto con otra nena que también está enferma. Y viene de nuevo la enfermera y esta vez, sí le ha dolido mucho al pinchar el bracito para ponerle un suero.

Pasan los días y Emy sigue en la clínica enferma, por lo que no puede ir a practicar a la escuela. Al fin llegó el día en que se puso bien, y  salió de la clínica Emy, pero no puede ir a la escuela a jugar con sus amigos y practicar el baile.

Hoy abuelita la ha llevado por una hora a la escuela. Se alegra mucho porque todos la recibieron con mucha alegría. Y practican el baile y la canción. Por la noche será la fiesta en un teatro. Todo es nuevo para Emy que está muy emocionada.

Al llegar mamá la lleva detrás de la cortina donde está la maestra con todos los niños. Son muchos niños y está oscuro y Emy se asusta. Tiene miedo que mamá la vaya a dejar allí solita. 

 Le pide a la maestra ir para donde está su mamá. Es la primera vez que Emy está solita entre tantos niños y tiene mucho miedo y comienza a llorar. La maestra la atiende, pero no se le pasa el miedo. 

 Cuando empieza el baile todos los niños lo hacen muy bien. Emy baila un poquito su parte con un amiguito, pero se asusta de ver tantas personas y sigue llorando. Luego la maestra la recoge y la lleva a su abuelita.  También ve que mamá y papá no se han ido, están sentados mirando el espectáculo. Se pone feliz  y terminan viendo el baile de todos.

Sin embargo, ya Emy aprendió que no debe asustarse. Que mamá y papá no la van a dejar solita,  que ella puede bailar con sus amiguitos en el teatro feliz. Porque ellos estarán observándola desde el público y eso hace que se sienta segura y feliz.

El próximo baile, Emy lo hará muy bien.

Sean felices niños. 

Tener miedo no es malo, solo tenemos que enfrentarlos junto a mamá y papá.

 Les quiere su autora

Bris