Mundo mágico. Regalando sueños

31. EL CORAZON PELUCHE.

Había una vez un corazoncito que era un peluche y vivía con una niña. Ella le dijo al corazoncito peluche.

—Me iré a la escuela.

 Cuando se fue a la escuela, los demás juguetes vinieron a hablar con el corazón. La jirafa, la tortuga, el flamenco y también una leona.

—Hola corazoncito, yo me llamo Elli como la de pocoyó— dijo la jirafa

—Hola, yo soy corazoncito peluche.

Después dijo el flamenco  a la jirafa, que miraba desde una esquina.

—¿Por qué estamos hablando con extraño?— El flamenco le dijo

—No seas duro, aquí todos somos amigos—contestó la Jirafa.

Después se acercó la leona, que era la reina de todos los juguetes y decía lo que había que hacer.

—Aquí tiene razón la Jirafa, porque  todos los juguetes somos amigos y son bienvenido los nuevos.

Cuando llegó la niña de la escuela, todos se asombraron, porque traía en sus manos un juguete nuevo. Era una muñeca Barbie, que se llamaba Lili. Todos los juguetes se quedaron encantados al ver a la linda muñeca. Después la mamá llamó a la niña para que fuera a comer. 

Otra vez se quedaron todos los juguetes solos, y corrieron a ver a la muñeca Lili. Dijo la leona

—Bienvenido al lugar de los juguetes.

—Gracias— contestó la muñeca.

—¿Cómo te llamas? Le preguntó la muñeca a la leona. Ella le respondió.

—Yo me llamo Reina Sofía.

—Mucho gusto reina Sofía, yo me llamo Lili.

Todos los juguetes corrieron a saludar a Lili, primero saludó el corazón de peluche, a Lili le gustó mucho porque era suavecito.

—Hola, me llamo corazoncito, me gustan mucho los abrazos y besitos.

—Pues te daré muchos, dijo Lili—. Después se presentó la Jirafa.

—Hola yo soy Elli me gusta mucho ayudar a los demás porque soy alta, ayuda alcanzar las cosas. También me gusta alcanzar juguetes y bajarlos cuando quieren ayuda,

Y después saludó el flamenco. Dijo.

—Yo me llamo flamenco, yo ayuda a muchos animales que son juguetes que aprendan a nadar. Como tú — y la muñeca respondió.

—Muchas gracias, yo quiero aprender a nadar, porque cuando estaba en la caja no había agua y no podía aprender a nadar.

—Nosotros nos conocimos en la tienda de juguetes, desde que la niña era un bebé. Cuando ella esté nos comportamos como juguetes, para que ella no se asuste solo hablamos cuando no está.

—Guao— dijo la muñeca—uy, eso me gusta mucho.

—Viene la niña, nos dará un abrazo. La mamá también le da un abrazo a la niña.

—Mamá, voy a dar un abrazo a mi nueva muñeca. 

 Y así lo hizo, el corazoncito de peluche se puso triste pensando que ella se había olvidado de él, pero la niña volvió, lo abrazó, besó y durmió con ambos, la muñeca y el corazoncito.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado y el tuyo no ha empezado. Buenas noches.

 

 

Cuento de Emly Ilias

que les desea que pasen un lindo día

y una excelente noche

 

Les quiere su escritora 

Bris




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