SIETE

Persona no confirmada
 

— ¡Son unos imbéciles!, ¡¿Cómo se les ocurrió mandar la luz brillante de oro al bosque estando ahí la hija de Elena?!– dijo un hombre de edad avanzada,—.¿Saben el peligro que armará si llega a descubrir la verdad de su pasado?.

El hombre se sentó en su asiento todo frustrado con una copa de vino en su mano, la dejó y los miró muy mal. Estaban mudos, sin articular ni una sola palabra.

— Bien... ya sabemos que no pasa nada porqué si llega a tocar, el cielo se tornará de colo rojizo y estaríamos en peligro pero afortunadamente me di cuenta a tiempo y la metí en un sueño fantasioso– dijo un poco calmado. Ellos se sentaron con temor pero no lo demostraban.

— Pero ya no podemos seguir fingiendo, así que la traeremos hasta aquí pero ni crean que dejaré pasar esto– los miró con enojo.

Los ojos de el sé tornaron de color carmesí tirando a rojo puro y oscuro.

— Por suerte estuve ahí presente y la metí en un sueño paralizante y profundo pero en medio de ese sueño, hice que descubriera al hijo del enemigo, nuestro enemigo– soltó enojado mientras daba vuelta la copa con el vino dentro.

— Lo sentimos señor, asumimos nuestro error– dijo Aiden.

— Nada de disculpas, no quería que hicieran eso, simplemente quería que la vigilaran pero ya veo que no son dignos para esa tarea– dijo haciendo seña a unos de los guardias que estaban custodiando la entrada de su oficina.

Y se los llevó al calabozo sin poner resistencia alguna. Tomo su copa de vino para calmar la ira que contenía en su cuerpo y pudo calmarse, solo lo suficiente para que no haga ninguna locura.

Es momento, tu tiempo se terminó.

Pum. Terminado.

Vuelve a la realidad querida...

3 horas después...

— Disculpe señor, ¿Sigue en el sueño que dejó ilusionada a la muchacha?.

— Todavía sigue dormida en el sueño que le deje para que no despertara....– bebió un sorbo de su vino—. Es momento que salga de ese sueño tan fantasioso, me divierte verla imaginando pero nada de eso es real mi pequeña Olivia– dejó su copa de vino en la mesa y hizo chasquido con sus dedos para desvanecer en la burbuja en la que estaba Olivia dormida.

— Entiendo señor, creo que con eso, sabremos la verdad sobre la chica.

— Exacto Kira, buen trabajo lo tuyo– dijo el mirando a la mujer de cabello blanco,—. gracias a que te hiciste pasar como "La mujer Bella", sabemos sus debilidades.

La mujer sonrió recordando las veces que Olivia la llamó así.

El lo veía todo, gracias a la magia que tiene, la puede controlar a su antojo. La mente de Olivia no es lo suficientemente fuerte, aún.

Un peligro andante es esa chica, hija de Elena...

OLIVIA

Eres tu, eres Olivia, la que buscamos..

Luz brillante...

Persona no identificada.

Sueño tan real.

Acaso... ¿nada de lo que viví fue real?.

Nada es real, alguien me controla..

¡DESPIERTA!

¡Vamos Olivia, despierta!

— Olivia, ¡despierta!– mis ojos pesan, los rayos del sol penetran mis ojos, los abrí lentamente acostumbrándome a la luz.

Vi a Susan, en cuclillas frente de mi con cara de preocupación. La miré confundida, pensé que estaría en la casa de... de... ¿Sebastián? Si, el. Todavía sigo en mente blanco y me duele la cabeza al momento de recordar.

— ¿Qué pasó?– dije levantándome y me di cuenta que estaba apoyada en un árbol... que raro.

— No te muevas mucho, ¿Te duele algo?– preguntó mientras me ayudaba a pararme,—. Digo por el moretón en el lado derecho de tu frente– dijo señalando en la zona mencionada.

Toqué donde indicó y efectivamente me dolió cuando hice presión en el lugar.

— ¿Dónde está Sebastián?– dije caminando un poco.

— ¿Sebastián? ¿Hablas de unos de los integrantes de la F4?– dijo sorprendida y con un toque de confusión.

— Mm... si ese mismo.

— ¿Lo conoces? Pero si nunca hablaron, hoy fue tu primer día de universidad y no vi que hablaron en ningún momento– bien, eso es raro.

Espera... Si no conozco a Sebastián entonces.. ¡Todo fue un sueño!, la cruzada al otro lado de la Barrera, cuando me llevó a su casa, su llegada inesperada en mi cuarto, Damián y Aiden....¡Todo, todo fue un SUEÑO!.

Auch.

Pensar es doloroso, recordar hace que me duela la cabeza

Elena.

Hombre con una copa de vino..

Sangre.

Ojos brillantes.

¿Qué rayos fue eso?..

— ¿Olivia, me estás escuchando?– salí de mi trance y vi que Susan movía su mano en frente de mi cara.

— No, perdón pero estaba recordando de un sueño que tuve... es todo– dije penosa por no escucharla.

— Bien, te llevaré a tu casa para que descanses de tu golpe que por suerte no llegó a ser grave o eso creo– la miré mal y ella rió por mi expresión.

Susan no hablo más luego de eso, tenia su brazo en mis hombros y yo tenia mucha hambre, muy raro de mi. Sentí un dolor fuerte en mi cintura, en el lado derecho.

Me paré de golpe y puse me mano en la zona en donde me dolía, Susan se puso en mi lado mirándome con preocupación.

— ¿Te encuentras bien? Te detuviste de repente– su voz era lejana, mi ojos apenas podían mantenerse abiertos, el dolor crecía aún más.

Susan al ver que no obtuvo respuesta por parte mía, me ayudo a caminar mientras mi mano se mantiene en mi cintura, dolía mucho.

— Por dios Olivia, déjame ver por favor– dijo Susan y hice caso lo que me pidió, levante un poco mi blusa en dónde dolía y vaya sorpresa.

Tenía una mancha negra un poco grande pero se extendía cada vez más.

— Duele mucho Susan– le dije al ver que se quedo en shock y sin articular una sola palabra.

Hacía un gran esfuerzo en mantenerme de pie porqué dolía mucho, es como si te estuvieran quemando ahí. Mis piernas apenas me mantenían de pie.