Capítulo 3

Emily

5:00 A.M.

No he podido dormir toda la noche, y llevó así como tres días. Cuando concilió el sueño es solo por un rato, porque las pesadillas no me dejan dormir. Las pesadillas han sido constantes, al punto el cual me ha quitado el sueño y las energías. Es algo que pensé que ya lo había dejado hace un tiempo pero al parecer volvió…y creo que no me va a dejar en paz esa parte de mi pasado hasta que me sienta libre de todo eso. Y tampoco quiero pensar en todo eso porque es…doloroso.

Agarré mi celular y audifonos, comencé a escuchar música para despejar mi mente, comenzó a sonar Sad forever de Lauv. Eso me hacía sentir un poco más relajada. La música me transporta a otro mundo, y creo que a muchos les pasa lo mismo. 

Estaba acostada en mi cama escuchando música, y de pronto me dormí.

Estaba en una habitación grande, lo único que la alumbraba era una lámpara que estaba encima de un cajón. Era una habitación de color rosa y casi todo era de color rosa, la cama, la mesa, el armario, todo era rosa. Miré al piso y mis pies estaban en un charco pequeño de un rojo fuerte, camine de espaldas y me frene con la pared, los pasos que había dado estaban manchados de ese rojo intenso. Cerré los ojos con fuerza y me abracé a mi misma. Y escuche una frase que me dejó paralizada. 

Y en mi mente solo sonó como un eco que decía "Emily, no tienes curiosidad?"

Abrí los ojos rápido, mi respiración era un desastre, me senté en mi cama para poder controlar mejor mi respiración. No quería regresar a ese pasado que ni siquiera quería recordar. 

Me levanté de mi cama y salí de mi habitación,me dirigí al baño que estaba al lado de habitación, entré en el baño y abrí el grifo, cuando me saque toda la ropa entre en la ducha, el agua fría recorría toda mi piel y cabello. 

Pero aún recordaba todo lo que había pasado hace un tiempo. Y en eso se me vino un recuerdo a la mente. 

Era una casa un poco grande y adentro había muchas personas bailando. Yo estaba sentada en un sillón y al lado mío estaba una chica con el cabello rojo, ella estaba bebiendo cerveza. Yo no soy muy sociable pero no me voy a morir por conocerla ¿cierto?.

—Hola, me llamó Emily. —le estreché la mano en forma de saludó, y ella miró mi mano y luego a mí. Y luego me sentí estúpida por hacer eso, y la bajé rápidamente. 

—Soy Rose. —luego de decir eso bebió. 

Yo le sonreí y ella también. 

Salí de la ducha, me puse la toalla tapando todo mi cuerpo y cuando limpié el espejo y me vi comencé a llorar. Me limpié las lágrimas y me dirigí a mi habitación, abrí mi armario y busqué ropa, lo que saqué y me puse fue un jeans azul y una blusa negra, me puse unas zapatillas cómodas. Agarré una mochila pequeña, y dentro puse un pequeño cuaderno, un lapicero, mis audífonos y celular. Salí de mi habitación cerrando la puerta detrás mío y bajé las escaleras, cuando llegué a la cocina mi mamá estaba ahí, tomando desayuno. Ella levantó la vista, y puso una cara de preocupación. 

—Buenos días. 

—Cariño creo que. —comenzó a decir pero yo la interrumpí 

—Mamá, de verdad no quiero hablar de eso. 

—Está bien. Pero me gustaría que vuelvas a ver a Sarah. 

Asentí con la cabeza. —Mamá voy a dar un paseo. 

—Bueno. Relajante y ten cuidado. —se levantó y se dirigió a mí,  me abrazó y me dio un beso en la frente. —Voy a intentar ayudarte en lo que pueda, cariño.

La abracé, luego nos separamos, y subí a mi habitación porque me había olvidado del dinero, cuando bajé de nuevo, solo le moví la mano en forma de despedida a mi madre, y salí de la casa. Afuera estaba mi bicicleta, estaba amarrada con un candado, se lo quite y me subí. 

Me dirigí a una cafetería cerca, cuando llegué le puse el candado a mi bicicleta. Entré y me senté en un lugar sola, una mesera me preguntó que iba a pedir y yo le pedí un café con leche, y se fue. 

Cuando me lo trajo, comencé a tomarlo despacio y tranquila, disfrutando de mi café con leche. Habían en el local 4 mesas aparte de la mía. En una había dos chicos viendo algo en una laptop, creo que era fútbol, no sé qué pasó pero se comenzaron a abrazar y dar golpes en la espalda, estaban felices y al parecer festejaban algo. En la otra mesa había un señor y un niño pequeño, un niño que parecía de 8 años, estaban jugando con unos carritos, al niño le encanta eso al parecer porque mostraba una hermosa sonrisa, al igual que él señor. En la otra mesa había dos personas, un señor y una señora, sus asientos estaban juntos. Los dos se miraban con amor y  se estaban abrazando, parecía que se amaban mucho. Y en otra mesa había un grupo de amigos, dos chicas y 3 chicos, se veían felices conversando. Ninguno parecía excluido o algo parecido,  todos participaban en la conversación y estaban riéndose y disfrutando del momento al parecer. Y en la última mesa estaba yo, disfrutando de mi bebida y viendo como todos estaban en su mundo, estaban felices, jamás me había detenido a ver lo que me rodeaba. 

Cuando terminé, llamé a la camarera y le pagué. Salí de la cafetería, y le saque el candado a mi bicicleta, guarde el candado en la pequeña cesta que está delante de mi bicicleta. Subí en mi bicicleta y comencé a manejar, despacio sin tanto apuro.

Luego de estar manejando en la bicicleta un buen rato, entré a un bosque, seguí manejando hasta llegar a un pequeño arroyo, me senté en una piedra grande que había por ahí. Saqué mis cosas de la mochila. Comencé a escribir. Borré. Y volví a escribir. Borré. Y volví a escribir. Borré. No sabía qué escribir, estaba indecisa. 

Agarré mis audífonos y mi celular, puse Never Be Alone de Shawn Mendes. Y las palabras solamente fluyeron, al igual que las lágrimas. 

"Tiempo. No se si el tiempo me está ayudando o no  pero lo que sí sé es que este dolor no está sanado. Quiero ya pasar la página y olvidarme de todo eso, pero quizás lo correcto no sea olvidar sino superar. Creo que olvidar y superar es muy diferente, porque las cosas no se olvidan, se superan."