Capítulo 11

Max

Estar en el hospital era aburrido. Había enfermeras que te trataban mal y pacientes que a veces oías gritar. Y mejor no habló de las comidas, de verdad que eran asquerosas. A veces creía que me querían matar. Si yo no me mataba definitivamente me iba a matar este hospital.

Tocaron la puerta.

—Pasé 

Abrió la puerta y entró un poco emocionada.

—Te traje al más rico —dijo Carol y me enseñó una caja de donas, luego su cara cambió a enojo— Siempre te quejas, espero que después de esto dejes de quejarte. 

—¿Y Maximiliano?

—Está en la casa con una amiga mía.

Ella se sentó a mi lado y abrió la caja de donas, agarré una y saboreé cada pedazo que comía. 

—Max

Hice un ruido con la boca para que siguiera hablando.

—Yo creo que deberías ir a un centro…

—¿Para qué?

—¿Cómo que para que? Para que mejores tu salud mental. Tu crees que intentar suicidarte es normal y que todo va a seguir como esta sin ninguna consecuencia.

—Está bien. Pero prométeme que Maximiliano va a estar bien y mejor que ahora. 

—Te prometo que no le va a faltar nada.

—Dale mucho cariño.

—Nunca le va a faltar eso. Solo será un tiempo, Max. Cuando mejores, podrás vivir mejor con tu hermano.

No dije nada. No tenía mucho que decir sinceramente. Me sentía perdido. 

Carol se tuvo que ir. Me quedé solo y era muy aburrido. Luego escuché como tocaban la puerta.

"De seguro son esas enfermeras que tanto me adoran". 

—Pasé —grite.

Por la puerta entró Ashly. Me quedé un rato viéndola sorprendido, me esperaba todas las personas pero menos a ella. La razón por la cual no esperaba su llegada era porque la última vez que nos vimos habíamos peleado. Esa chica era muy rencorosa y orgullosa. 

—Max, debo tocar y hablar con Emily. —dijo a regañadientes porque yo me interponía en su camino.

—Dale tiempo

—Ya le di suficiente tiempo.

—¿Qué vas a ganar con presionarla? 

—Que esto se pueda arreglar más rápido. 

—¿Y de qué sirve que se arregle más rápido?

—Quiero volver a tener a alguien que me entienda.

—Todos queremos eso.

—Entonces déjame tocar.

—Eso no.

—Dale un poco más de tiempo. Solo un poco más,  por favor.

—Max, si sigues así voy a gritar.

—Grita todo lo que quieras, pero no voy a dejar que arruines la tranquilidad de Emily.

—Deja tus enamoramientos a un lado.

—Yo la quiero como una hermana.

—¿Y porque antes has intentado besarla?

—Estaba equivocado. 

—Claro como ya te rechazó, ahora es tu hermana. 

Yo la agarré de la cintura y la cargué, ella me gritaba y pataleaba para que la soltará, la llevé cargada a un parque que estaba cerca.

—Emily no va a sufrir por tus idioteces de presionar las cosas.

—Necesito hablar con ella.

—Y ya te dije que no lo vas a hacer, por ahora no.

—¿Y cuando?

—No se pero ahora no está preparada, dale un poco más de tiempo.

—No te creas su héroe porque no lo eres.

—Yo lo sé. 

Bueno la pelea no fue tan fuerte pero esa chica con la más mínima cosa se vuelve rencorosa.

—Debes estar sorprendido. —dijo cerrando la puerta detrás de ella. 

—Bueno… si.

—¿Cómo has estado?

—¿Pasó algo?

—Max, no pasó nada. 

—¿A qué se debe tu visita? Y no me digas para saber si estoy bien.

—Tienes razón. 

Ella se sentó en una silla que estaba cerca de mi cama.

—Vine porque quiero hablar con Emily, y se que aquí la podía encontrar. Voy a esperar hasta que venga.

—Debes irte. Emily no está bien en este momento. 

—Ella nunca va a estar bien.

—Dale su tiempo.

—Ya le he dado mucho.

—Así nunca vas a llegar a nada.

La puerta se abrió y como era de esperarse, apareció Emily. 

—Creo que interrumpí algo.

Emily intentó irse pero Ashly la agarró del brazo y la hizo quedarse quieta. 

—Quiero hablar contigo.

—Yo no —Emily quitó su brazo del agarré de Ashly.

Ashly salió y la detuvo, estaban al frente de mi puerta y la puerta estaba muy abierta como para ver toda la escena. 

—Emily ha pasado mucho tiempo y creo que el suficiente como para que hablemos.

—Yo no quiero hablar nada contigo por ahora.

—Se que dicen que necesitas tiempo pero eso es mentira porque ya ha pasado el tiempo suficiente y ya no necesitas más tiempo.

—Déjame en paz, Ashly. 

—Em, te necesito. 

—Pero yo no a ti.

Ashly soltó a Emily, parecía desconcertada. Emily se fue sin decir nada más. Ashly se quedó quieta, podía ver como sus lágrimas pasaban por toda su mejilla. Ella volteo a verme y vi en su rostro lo destrozada que estaba, y luego salió corriendo.

Decidí mejor dormir, ya quería apartarme de tanto drama.

—Lo siento, Max.

—Pero mamá…

—YA LES DIJE QUE SE CALLARAN LA PUTA BOCA.

Me desperté con un pequeño salto.

—¿Mal sueño? —me dijo Liam.

Estaba sentado en una silla un poco cerca de mi cama, la puerta está cerrada pero la ventana está abierta y entraba un aire cálido.

—Si —me acomodé para sentarme en la cama.

—¿Cómo has estado?

—¿Quieres saber cuál era mi pesadilla?

—Si quieres decirme no te voy a negar.

Mire a la pared con mucha nostalgia 

—Mi papá y mi mamá eran drogadictos. Mi papá siempre paraba molesto y mi mamá siempre lo tranquilizaba con droga. Mis padres cuando tuvieron a mi hermano pequeño me lo dieron y me dijeron que ya estaba grande como para hacerme cargo de mi hermano y de mi, tan solo tenía 7 años y mi hermano era un recién nacido. Yo tan pequeño intenté trabajar con mi hermanito, pero era un niño. Un día mi hermanito se comenzó a ahogar y yo fui corriendo a un hospital, estaba llorando. —hice una pausa y respiré— Llamaron a recursos humanos, buscaron a un familiar mío, y encontraron a mi tía Carol, ella se hizo cargo de mi hermano y de mi sin ningún problema, nos dio amor y todo pero yo no podía procesar bien todo eso, era un niño carismático pero también rebelde. También me metí en el mundo de las drogas, y peor aún cuando me enteré que mis desgraciados padres se habían muerto de una sobredosis. Nos habían dejado a mi hermano y a mi por sus estúpidas y malditas drogas. Pero ahora voy a hacer todo lo mejor para mi hermano.