Una batalla diferente a las demás.
Chris llega al punto de encuentro a pesar de su corta edad él sabía cómo enfrentarse a los invasores, sabía en qué momento atacar y cuando esquivar. Chris como armas utiliza dos pistolas las cuales poseían tecnología robada de los invasores.
El punto de encuentro se había convertido en una zona de guerra, en medio de la batalla Crhis logra divisar a Edward y Sarah. Edward era el capitán de las fuerzas especiales, creada por los gobiernos, con tan solo veinte años de edad había logrado tener el mérito como el soldado más condecorado e importante, poseía las mismas habilidades que Chris aunque Edward como arma utilizaba una katana (sable de filo único y curvado), él se había convertido en un maestro de este arte. Por otro lado, Sarah a diferencia de Chris y Edward poseía un talento totalmente diferente y único, ella tenía el don de curar las heridas de guerra que eran causadas por los invasores.
Después de unos minutos los invasores empezaron a retroceder, nuevamente la defensa de la tierra había conseguido otra victoria sobre los invasores, súbitamente la tierra empezó a temblar, causando que la tierra erosione y se divida en dos, en cuestión de segundos un agujero bastante extenso se había originado en el lugar de la batalla.
— ¡Agrúpense! — grita Edward.
Del gran agujero emerge una bestia nunca antes vista, un monstruo de 3 metros de altura con unos colmillos tan desmedidos que alcanzaban a tocar el cuello de la bestia, garras afiladas que brillaban con la luz del sol, de repente un rugido estremece el lugar, Chris sin dudarlo ni un segundo empieza a disparar parte de su cartucho sobre el monstruo, antes de que lograra impactar los disparos este desaparece de la vista de todos los presentes, en un simple parpadeo vuelve aparecer y degüella rápidamente a los soldados que aún quedaban en pie, justo antes de que cualquiera pueda reaccionar la bestia vuelve a desaparecer.
Con una voz agitada y temblorosa, Chris empieza a hablar.
—¿Cómo podemos luchar contra algo que no podemos mirar?
—¡Apunta y no falles Chris!, hemos perdido demasiados hombres—ordenó con dureza Edward.
El monstruo se abalanzó rápidamente dónde se encontraba Edward logrando con sus garras rasgar su pecho, el grito de dolor de Edward estremeció a Sarah y Chris.
—¡Chris tienes que disparar! — exclamó Sarah desesperadamente.
Chris se pone delante de Edward y Sarah apunta con sus dos pistolas y como si tuviera un plan cierra sus ojos, se para decidido esperando que el monstruo vuelva a atacar antes que la bestia se abalance sobre Chris se escucha un crujido, en ese instante Chris abre sus ojos acertando cada tiro que sale de sus armas causando golpes contundentes sobre la bestia, a pesar de lograr acertar una gran cantidad de tiros la bestia logra rasgar su brazo izquierdo haciendo que Chris tire su arma al suelo, la armadura de Chris se empaña rápidamente del rojo de su sangre, la bestia totalmente lastimada desaparece nuevamente.
Sarah intenta acercarse a Chris para socorrerlo pero antes de que ella lograra moverse Chris de un grito le ordena que se quede atrás, en segundos nuevamente se escucha un crujido y la bestia apareció justo detrás de Chris, moviendo sus garras se prepara para acertar el golpe definitivo sobre el, pero en ese mismo instante el monstruo se detiene y desaparece una última vez, no es hasta que pasan unos largos e inquietantes minutos cuando Sarah decide moverse y curar las heridas de Edward y Chris.
Después de que llegara la noticia de la masacre sucedida en la apertura de la brecha, los gobiernos decidieron restablecer un estado de alerta en todas las partes de la tierra, incluso en aquellos lugares donde los vestigios de la guerra aún no habían causado desastres, después de que se estableciera el estado de alerta Chris intentó volver al instituto Wellben, el cual fue advertido por Sarah que regresar en estos momentos solo conseguiría que la guerra lo acompañe a casa, ignorando cada una de las advertencias Chris abandona el cuartel 51 para volver a su hogar.
Han pasado siete días y Chris se encuentra en Wellben ignorando todas las llamadas que recibe de su comunicador por parte de Sarah y Edward, en la calle los rumores de que la guerra pronto llegará se empiezan a escuchar y cada vez toman más sentido al observar el pánico que se origina en la población de las zonas rurales.
Otro martes habitual de estudiar en la biblioteca ha llegado, Chris toma sus libros y antes de partir mira su rostro en el espejo, se observa algo cansado y deteriorado por las noches en vela que había pasado anteriormente a pesar de que no era época de exámenes no había logrado conciliar el sueño preguntándose lo que estaba sucediendo en el cuartel 51, ya en la biblioteca se sienta con su buen amigo Jeison e inician con sus estudios habituales, la tarde transcurría calmadamente aunque esta se mira interrumpida por las fuertes alarmas del instituto Wellben, la bibliotecaria ordena a todos los estudiantes que se resguarden mientras ella se encarga de asegurar la puerta principal antes de que lograra terminar de cerrar la puerta esta es derribada violentamente lastimándola.
El fuerte ruido hace que los estudiantes se alteren y empiecen a gritar desesperadamente por la puerta derribada entra un hombre con la tez negra y un traje blanco ajustado, en cada mano carga una pistola hecha totalmente por un cristal transparente con una agarradera de color oscuro enchapado con adornos de oro blanco.
Editado: 22.05.2022