“El camino de un guerrero es incierto la mayor parte del tiempo, pero su prioridad siempre será la de cumplir la misión que se le ha encomendado, esforzándose para no morir hasta lograrla”.
George se había reunido con su equipo en la base y el capitán Fletcher estaba con ellos abasteciéndolos de las armas necesarias, como ser detonadores y fusiles de corto y largo alcance. Mario había construido un radar para poder rastrearlos y a la vez guiarlos en la oscuridad del desierto donde se encontraba aquel tenebroso laboratorio secreto. Para llegar hasta allí alquilaron un helicóptero comercial y gracias al ingenio del hacker pudieron manipular su sistema de rastreo para que nadie pueda saber dónde estaba, excepto ellos. Los detonadores eran de C4 y sabían que al colocarlos en los puntos estratégicos haría explotar el núcleo central que se ocultaba en el lugar, por lo que marcaron un perímetro del posible alcance de la bomba y el tiempo que tenían hasta salir de allí sin ser atrapados. Era alto el riesgo y conocían las consecuencias de sus actos pero sabían que era lo correcto y no iban a echarse atrás.
El capitán Bill Fletcher no se quedó fuera de la jugada así que también los acompañó, a pesar de que el detective intentó persuadirlo para desistir, no pudo vencer la terquedad de aquel viejo que sentía el deseo de hacer algo importante en su vida como nunca antes.
La experiencia de este hombre hacía que no dejaran pasar ningún detalle, por lo que sorprendió a todos cuando les mostró que las balas que estaban por usar eran de plata.
- Bueno muchachos, como he leído algunos libros sobre vampiros y hombres lobo pensé que no estaría de más ir preparados. A lo largo de mi carrera hice ciertos contactos que me debían algunos favores y por ello me han hecho estas balas 100% de plata, tanto para las escopetas y los fusiles… Ah y también estas balas especiales que al hacer contacto con el objetivo ¡explotan! Jejeje…-
- ¡Jefe usted es un genio! –
Tenían todo preparado, las armas, los comunicadores y sobre todo el valor que hacía falta para esta misión. George, León y Bill se subieron al helicóptero y se marcharon rumbo a aquel lugar. Mario se quedaría en la base para guiarlos en todo momento…
- Los tengo en mi radar, les he instalado en sus dispositivos las coordenadas del laboratorio, también les he marcado los límites de alcance de la explosión y el tiempo que tendrán para alejarse, así que no lo olviden. Recuerden activar los drones que les he dado para que pueda tener acceso a la parte interior del edificio en mi sistema. Y chicos es un gusto trabajar con ustedes…-
- ¡Oye! Aún no hemos muerto-
- ¡Ah! Por cierto, estuve pensando que ya que vamos a salvar al mundo, no podemos tener un equipo sin un nombre, así que nos he bautizado como “Los Innegables” ¿Qué les parece?-
Las risas calmaban los nervios y la adrenalina que tenían en ese momento, pero en su interior sabían que este podría ser su último día.
En tanto Irene había sido llevada a una cámara de prueba en la base subterránea de ARCA, donde aplicaban distintos estudios sobre la joven. Gramber había sido expuesta por uno de sus compañeros que la investigaba desde que tuvo su ascenso. Descubriendo así el secreto de la enfermedad que padecía, sin embargo la compañía ya tenía todo controlado y es por eso que impulsaba el progreso de su carrera.
Según la computadora, Gramber producía con su presencia unas alteraciones en los sujetos de prueba denominados “X1” y “Z1” que se encontraban en los últimos sectores. Para confirmar sus teorías llevaron a la chica en una capsula sedada y entubada donde estaba el sujeto de prueba X1 que se encontraba en una cámara de criogenización. Esto provocaba altos niveles de radiación y una enorme cantidad de energía por lo que ahora los encargados de los experimentos creían haber hallado la caja de Pandora.
ARCA puso en marcha el proyecto “Súper Humano”. Con esta fuente ilimitada de energía podrían crear súper soldados capaces de ser invencibles con increíbles habilidades en combate y así tener el control total del mundo.
Para comenzar solicitaron la autorización de extraer la sangre, medula ósea y todo lo que sea necesario del cuerpo de Irene, así también como del sujeto de prueba “Z1” que se encontraba en un piso más arriba.
Z1 era el joven de la ciudad de Calcuta que había salido en los medios años atrás como el chico milagroso. Este padecía una enfermedad que lo mantenía en un aparente estado vegetativo desde su nacimiento. ARCA ofreció a su familia hacerse cargo del tratamiento a cambio de una jugosa suma de dinero. Prácticamente la familia vendió a su hijo desligándose de este enorme peso.
Aunque Irene estaba dormida por los sedantes aplicados, su mente estaba activa y como en un sueño comenzó a tener visiones de cosas que jamás antes había visto. Su mente comenzó a viajar por el universo y en el trance escuchaba la voz de un niño que la llamaba
–“Hermana, hermana ¿Dónde estás?-
Mientras esto sucedía en su interior, los científicos la llevaban en una camilla hacia una sala donde harían las extracciones de los tejidos y órganos de su cuerpo…
-“Hermana te he estado buscando, he tenido un sueño increíble, en el volábamos por el universo saltando sobre las estrellas”- Luego la voz del niño se hizo de un tono grave, como si hubiera crecido, ahora parecía la voz de un adolecente –“Hermana quiero ser el Serafín más poderoso que haya existido nunca y como somos gemelos, quiero que tú también lo seas, estoy seguro que con el entrenamiento de nuestro maestro lo hemos de lograr”- El sueño se trasladaba rápidamente como si fuera parte del tiempo avanzando. En un momento alguien conocido y querido estaba con ellos diciéndoles –“Escúchenme, ustedes son los primeros aprendices que he tenido en años, tengo toda mi confianza puesta en su capacidad…-