Capítulo 10
Pv Will
Llevaba de vuelta en Nueva York con mi familia casi seis meses y para mi eran como una tortura el estar alejado de ella. Mi hermano Travis llevaba tres meses exigiendo que volviera con ella y que me olvidara de todo lo demás. No comprendía esa necesidad de mi hermano por que regresara con ella. En este momento mi hermano me había robado mi móvil para hablar con Alex por video llamada dejándome totalmente anonadado.
Era la primera vez que veía al hacker de la familia tan insistente de hablar con alguien y lo más raro era verle hablar tan cómodo con alguien que no fuera de la familia desde que éramos pequeños. Cuando miré la hora en mi reloj corrí para quitarle el aparato de las manos.
- ¿Se puede saber qué coño haces? no te has dado cuenta que en España son las tres menos cinco de la mañana. – le informe muy serio pensando en que mi reina estaría durmiendo.
Desde que regrese a casa de mi familia solo había podido volver a tocarla tres o cuatro veces contadas y eso me estaba torturando. La última vez que la vi hace tres meses solo pude estar con ella veinte horas exactas y tuve que dejarla aun sabiendo que estaba enferma, o al menos ella dijo que había cogido algún virus que le había afectado el estómago. Travis había hecho buenas migas con mi mujer, hasta el punto de adoptarla como su hermana y custodiarla bajo su ala protectora. Estaba seguro que, si a mí llegara a pasarme algo, mi hermano la cuidaría como si la vida le fuera en ello.
- Will, ¿Qué quieres a estas horas de la noche? – protesto mi ángel al otro lado.
- Buenas tardes Alex, perdóname por despertarte, pero…
- ¿Qué te pasa Travis? Ya te dije que podías hablarme siempre que lo necesitaras. – le pregunto con voz ronca.
- Me ayudarías a elegir un regalo bonito para el cumpleaños de una chica. -le suplico dejándome atontado.
- Claro, que tipo de mensaje quieres transmitirle. – pregunto curiosa con cara cansada.
- El mensaje que quiero transmitirle, es que quiero tenerla eternamente a mi lado. – le contesto con un pequeño sonrojo que me hizo abrir los ojos.
- Regálale un conjunto con el nudo del infinito o un colgante con una tortuga, el primero hace referencia a lo ilimitado y es ideal para reflejar el sentimiento de amor eterno, en todos los sentidos, mientras que la tortuga simboliza la permanencia y la continuidad, con la tortuga el mensaje que expresas es un amor para siempre. – le contesto explicándole cada uno de los significados mientras que dejaba el aparato en la mesilla al lado de su cama.
- Muchas gracias cuñada te dejo con mi hermano, no olvides nunca que te quiero. – le dijo mi hermano tirándome el móvil.
Cuando pude estabilizar el teléfono en mis manos, miré a la pantalla encontrándome con el cuarto de mi mujer iluminado por la luz. Cuando ella volvió a aparecer se encontraba sin camiseta y situada de lado. Solo podía ver su pecho y lo que creía era su tripa, pero algo abultada, y redondita. Pude ver unas letras pintadas en su tripa que al leerlas me hizo soltar lágrimas de felicidad, pero al mismo tiempo de impotencia por no poder abrazarla. Estaba sonriendo como un idiota acariciando con mi mano la pantalla, como si de esta forma pudiera sentir tu piel.
- ¿Qué piensas? Sé que es extraño, pero no supe del embarazo hasta hace un mes, porque me estuvo viniendo el periodo hasta hace un mes. – confeso con timidez dejándome ver como se sentaba en la cama.
- Te juro que voy a hacer lo posible por estar con vosotros lo antes posible, quiero que compartamos este momento juntos. – confesé limpiando las lágrimas traicioneras que habían resbalado por mis mejillas.
- No te enfadas, ni vas a intentar escaquearte. – interrogo con notable nerviosismo y supe que aún estaba asustada de lo que vendría después.
- Enfadarme por tener una mini-Alex o un mini-Will con la mujer que amo, eso nunca y mucho menos voy a alejarme de vosotros preciosa. – confesé con una sonrisa conformista.
- Más te vale no escaquearte, porque como lo hagas llamo a mi cuñadito y le pido que te cape por dejarnos de lado a los tres. – me amenazo acariciando su vientre.
- ¿Tres? – pregunte conmocionado sintiendo mi corazón ensancharse.
- Querido hace seis meses, en nuestra noche de bodas, la primera vez que lo hacíamos sin preservativo, tuviste tanta puntería que metiste dos goles. – confeso sonriendo haciendo que mi mente empezara a hacer cuentas.
- Me estás diciendo que quedaste embarazada en la boda y que estas de cinco meses. – pregunte emocionado.
- Yo también me sorprendí cuando el ginecólogo me dijo que estaba de veinticinco semanas, yo creí cuando la enfermera me hizo la prueba de embarazo que como mucho estaría de tres casi cuatro, porque hasta hace un mes no deje de manchar. – comento rápidamente con cierto temor en su voz.
- Amor, sé que tú no me traicionarías de esa manera, ya que odias hacer lo que no querrías que te hicieran. – la tranquilice con tranquilidad.
- ¿Ya te dijo mi cuñada de mi sobrino? – cuestiono mi hermano desde la puerta alzando las cejas.
- No creas que le dije a tu hermano primero antes que, a ti, cuando me dieron los resultados en el mismo momento que hablaba con él por teléfono. – me comento bostezando un poco.
- Vete a dormir mi reina, mañana más temprano hablamos, vale. – le pedí con una sonrisa en el rostro.
- Mejor porque estoy agotada, hasta mañana, te amo. – se despidió cortando la llamada.
Mire a mi hermano quien se había apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre su pecho. Me estaba mirando de esa forma que me decía que debía tener mis sentidos bien abiertos y eso en este momento me asusto.
- Hermano, debes ir con Alex lo antes posible, no permitas que dañen aquello que amas. – me ordeno con seriedad.
- Estoy de acuerdo con Travis, ella y tus hijos ahora mismo son más importantes que cualquier disputa con esos Mckalister. – le secundo mi primo Adam con frialdad.
- Y como le digo a papa que me marcho y que os dejo tirados con todo el revuelo aquí. – proteste tirándome de espaldas a la cama.
- Will, Evan Mckalister junto a otra mujer, están planeando algo en contra de Alex y ahora mismo tu eres más necesario allí con ella que aquí con nosotros. – confeso mi hermano haciendo que apretara el culo solo por imaginar que ese tipo estuviese cerca de ella.
- Voy a hablar ahora mismo con nuestro padre no pienso dejar a mi mujer y a mis hijos a merced de ese hombre. – jure levantándome con rapidez de mi cama.