Capítulo 18

Aparezco de la nada en la cocina de la mansión Morrison, observo con alegría mí alrededor. Logre salir de donde estaba, “Lo logre Azazel” digo mentalmente concentrándome en su persona para que le llegue. Me doy cuenta de que regrese donde sucedió todo y eso me desconcertó por cierto segundo porque vi a Liam  entrar a la cocina.

Se nota lo agotado que esta, tiene algunas ojeras pero no se le pronuncian mucho.

-Liam ¿Qué paso? –Pregunto pero no recibo ninguna respuesta de su parte –Liam, estoy aquí –Digo haciendo algunas señas con las manos, pero nada.

Pasa por la barra de desayunos y se acerca la nevera, toma algo de ella y la cierra. Me acerco a él pero para cuando voy a decir algo él me atraviesa como a un fantasma, un pequeño grito sale de mí, nerviosa me acerco a Liam que acababa de tomar asiento en una de las sillas de la barra.

-¿Liam? –Digo pasando una de mis manos por su rostro pero solo lo atraviesa, una pequeña lágrima sale de mí, ahora no sé qué hacer –Liam por favor escúchame –Lloro desconsolada y sola, lagrima tras lágrima hasta empapar mi rostro, sollozo un poco ¿Qué debo hacer ahora?

“No llores pequeña, todo pasara ¿Si?” Asiento con la cabeza al escuchar el pequeño susurro de Azazel.

-¿Pero qué hago ahora? –Pregunto asiendo un ejercicio de relajación que me enseño Oleg. Inhalo y exhalo despacio haciendo una breve pausa en medio de ambas.

“Sabes que debes hacer, solo que no quieres hacerlo”

-No entiendo –Le respondo confundida.

“Debes recordar, pero por ahora debo irme, adiós pequeña”

-No Azazel, por favor –Le ruego pero para mí desgracia no escuche una respuesta.

(Sabes que hacer)

Sus palabras resuenan en mi mente.

¿Yo sé que debo hacer?

 Pero ¿Que querrá con decir que no lo quiero hacer?

¿Qué no querré hacer con exactitud?

Otra pregunta a mi lista de preguntas sin respuesta, miro a Liam pero él ya se había ido.

Camino un poco por la sala, buscando o tratando de recordar.

¿Será que debo hacer lo que hice para llegar aquí? Más vale intentar ¿No?

Trato de concentrarme pero no lo logro, vuelvo a hacer el ejercicio de relajación para calmar un poco mis nervios, para cuando veo a un Liam bajando las escaleras y a su vez sonó el timbre, veo como Liam se acerca a la puerta principal y la abre, vuelve en sus pasos para tomar su chaqueta negra.

-No le hagas nada imbécil –Dice antes de salir por la puerta para irse.

-Tenlo por seguro idiota –Esa voz la conozco, el sujeto entra y lo reconozco de inmediato ¿Cristian?

-¿Cristian? –Su nombre brota de mis labios en tono de pregunta y sorpresa al mismo tiempo.

-Te sonara extraño, pero síguelo, yo cuidare de tu cuerpo no te preocupes –Dice mirándome fijamente, sorprendida y sin saber que decir –Solo ve ¿Si? Yo luego te lo explicare o por lo menos lo que solo podre decir –Asiento no muy convencida y  me teletransporté apareciendo en el auto deportivo de Liam, noto que esta al teléfono mientras que acelera más el coche.

-Dile que ya voy en camino… Si ella está bien… Si aún no sabe nada… Louis la durmió antes de que todo pasara a mayores…  Ese idiota le disparo un sedante y ya lleva dos días durmiendo… Sé que debe estar despierta para su cumpleaños… Hablamos para cuando llegue.

Y sin más cuelga, coloca el celular en el medio de sus piernas para que no se le caiga supongo,  sin embargo, el solo se restriega la cara con una mano y suelta un suspiro preocupado o frustrado, no sé exactamente.

Para cuando me doy cuenta, estamos hiendo a la parte Oeste del pueblo y dirigiéndonos a las afueras de este, pero por otro camino que creí que había sido destruido por eso está la avenida del norte.

En el transcurso del viaje solo se oía su respiración y murmurando cosas como:

“Si Lucy no despierta me matan”

“Debe despertar para el anochecer”

“No sé qué hare para cuando se entere de todo”

Y otras más que no podían escuchar, duele demasiado escuchar eso, ¿Hablara de la misma verdad que hablo Azazel? O mejor dicho ¿De lo que debo controlar para cuando regrese? No sé exactamente. Giramos a la derecha entrando en un camino lleno de árboles formando una línea de cada lado, estuvimos como 20 minutos en ese hermoso trayecto, las hojas de tono cobrizo y un anaranjado intenso y un amarillo opaco regadas en el suelo y el algunas copas de los arboles marcando el otoño, pero ya casi no hay hojas en los arboles algunos vacíos pero otros no por completo.

 Llegamos a una inmensa mansión, pero no entramos como si nada un portón de un color negro nos separa de tal belleza, veo como Liam baja el vidrio de la ventana de la puerta de él y  el portero al ver de quien se trataba hizo una seña a su compañero y este abrió el portón negro dejándonos pasar.

Liam arranco el auto, rodeo con este una hermosa fuente clásica para estacionarse enfrente de la mansión, apaga el motor y toma una respiración profunda para bajar del auto rápidamente, aparezco a su lado como si nada, a subir las escaleras y llegar a la puerta toca dos veces, una joven de algunos veinte o diecinueve años vestida de sirvienta  abre la puerta.