Capítulo 6. Una parte de la verdad.

Jhoath.

Caminaba con tranquilidad a la escuela con una sonrisa, luego de esa maravillosa y divertida tarde de ayer. Nunca creí que JungKook tendría amigos tan divertidos y guapos, de verdad, por un momento me sentí asustada de ver tanto atractivo, sin embargo, fueron muy amables conmigo luego de contarles como soy, eso me hizo muy feliz.

En esos momentos, pude observar a un JungKook muy diferente al que he estado observando en la escuela, alguien que me encantaría ver más seguido, es una faceta realmente encantadora. Su sonrisa, los gestos que hace cuando está feliz, enojado o avergonzado, la manera tan cálida en la que trata a su familia, es hermoso.

Al dar la vuelta para la siguiente cuadra, aun reflexionando en la tarde de ayer, logré observar un auto negro cerca de la acera. Era un auto bastante llamativo, era casi imposible no verlo, pero lo que más me llamaba la atención, era la persona recargada del puesto de copiloto. Kim SeokJin está aquí, observándome a través de sus lentes oscuros, pues cambio de postura apenas me vio.

–¿Jin? ¿Qué haces aquí? –pregunté confundida, más al no ver a JungKook alrededor suyo.

–Me gustaría hablar contigo a solas, por favor.

–Claro, pero en unos quince minutos tengo clase.

–No te preocupes, no tardaremos mucho y de ser así, ya hablé con tu profesor.

–Está bien –acepté.

Como el caballero que es y que me di cuenta ayer, se quitó de la puerta, abriéndola y colocando su mano en el marco de esta, para evitar que me diera algún golpe al entrar a su auto, supongo que, para hablar más cómodamente, sin que nadie nos interrumpa con alguna pregunta extraña de que hacemos solos.

Nos quedamos un momento en silencio, como si ninguno supiera cómo comenzar esa conversación. Sabía que es lo que quería decirme, así que estaba esperando el momento en que comenzará a hablar, para explicarle esa duda que ha rondado en su cabeza.

–Ayer no preguntaste porque JungKook y yo tenemos apellidos diferentes –fue con lo que inició, un buen inicio a mi parecer.

–¿Debí haberlo hecho? No creo que sea algo que me incumba.

–Pero tampoco es algo que te sorprendiera, es cómo si ya lo esperarás y ya sé porque… Tú eres la hija de Nicolás Jensen, ¿no es así?

–Así es.

–¿Y por qué viniste aquí? ¿Alguna clase de venganza? –preguntó, escuchando de manera clara la preocupación en su voz, algo que me hizo reír antes de girar a verlo.

–¿Tú crees que soy del tipo de persona que hace eso? –cuestioné, sin esperar su respuesta –. Lamento decepcionarte, pero no vine por eso.

–Entonces, ¿por qué estás aquí?

–Sólo fue casualidad. A mi madre la mandaron aquí a trabajar, así que nos mudamos, dejando a Lina en Londres. No sabía que ustedes vivían aquí y mi mamá tampoco. Tampoco reconocí a JungKook, fue la primera vez que lo vi, pero cuando te vi ayer, supe quiénes eran, a pesar de que no coincidimos tanto en el pasado.

››Nunca esperé que JungKook terminará siendo mi compañero de clase y posiblemente mi primer amigo, tampoco reencontrarme con ustedes, pero déjame asegurarte que venganza no es algo que planeé hacer. Las cosas ya han pasado, ya no se puede hacer nada, sólo hay que seguir avanzando.

–Lamento haberte preguntado así tan directo, pero debes de admitir que es una situación muy extraña –confesó avergonzado.

–Así es, pero puedes respirar tranquilo, no vine a hacerles daño.

–Lo entiendo Jhoath, yo sólo… no quería que siguieran lastimando a mi hermano –suspiró, como si un peso se le quitará de encima.

–¿A qué te refieres con eso? –pregunté curiosa.

–Puedes dejar de fingir que no lo sabes. Sé que a JungKook lo acosan en la escuela.

–Y si lo sabes, ¿por qué no haces nada por detenerlos?

–¿Crees que no quiero? No puedo ir y confrontar el problema, eso sería exponer a JungKook, y no puedo hacer eso, no cuando la última voluntad de mis padres fue, que mi hermano tuviera una vida fuera de la prensa, de la constante presión de la sociedad, de un mundo que no conoce la privacidad.

››Mis padres querían que JungKook aprendiera a conocer y valorar a las personas por lo que son realmente, pero me causa tanta molestia ser tan imponente en esta situación, me enoja saber que no puedo ayudar a mi hermano. No sabes cómo me duele ver el esfuerzo que emplea en ocultar los golpes, su dolor y vergüenza, eso es un suplicio Jhoath, un suplicio que a nadie deseo.

››Desearía ayudar a mi hermano, acercarme y decirle que lo apoyaré en todo lo que necesite, pero, si él no me dice una sola palabra, yo no puedo hacer nada, no puedo manejar sus decisiones por mucho que lo deseé, y eso es muy doloroso. Quisiera que fuera yo al que lastimaran, pero no puedo tomar su lugar por mucho que lo deseé, no puedo… –explicó entre lágrimas.

Ver a Jin así de abatido hizo que mi corazón se estrujará. Este dolor estaba haciéndole mucho daño, podía notarlo en el modo en que se esforzaba para no soltar sus sollozos. Ver esta situación me hace tener mucha más fuerza para ayudar a JungKook, de sacarlo de ese mundo lleno de violencia y enseñarle de cero su propio valor como persona.