Capítulo 18. Reencuentros.

Jhoath.

–Jhoath, ¿te encuentras bien? Estás algo pálida –dijo Namjoon, con cara de preocupación.

–Sí, es que ayer me quedé viendo películas hasta tarde –mentí.

Es obvio que no voy a decirle que me quedé llorando a causa de las estupideces que hice, así que mentir parece una buena idea ahora.

No quería tampoco que nadie tomará bancos por lo ocurrido con JungKook, pero tal parece que él no ha dicho nada, así que no voy a quebrar esa paz con mis dolencias. Gracias al cielo, no hay interrogatorios alrededor.

–Toma un poco de mi almuerzo, así no iras con el estómago vacío a la escuela, luego de que pases con Jin.

–Gracias Jonnie, eres muy lindo –le dije con una sonrisa dulce, tomando un poco de su comida, tal como me sugirió.

–De nada, me gusta mucho cuando sonríes –mencionó, pellizcando ni mejilla de manera leve.

Noté que algunos empleados nos miraban algo extrañados, pero no era algo que nos importara. Estábamos en el área de comedor, esperando a que Jin terminará su reunión con su socia de Londres.

En un principio, pensamos en que estaría presente, pero no lo considere importante, así que solo voy a pasar por algunos papales que quiere que revise, para hacer las evaluaciones del mes.

Los empleados creen que sólo vengo a ver a mi hermana y a estar de vaga, pero lo cierto es que formó parte del equipo súper secreto de Jin para evaluar el rendimiento de los empleados, siendo su evaluadora incógnita. Tomé un poco del almuerzo de Namjoon, deleitándome con su sabor.

–Vaya, esto sabe delicioso –mencioné, totalmente maravillada.

–Lo sé, es de un restaurante cercano, cada día paso por ahí por mi almuerzo.

–Felicidades, has encontrado una mina de oro.

–Gracias –dijo, sacando su celular y viendo algo en él –. Oh, vaya.

–¿Qué?

–¿Conoces a la escritora Cleopatra?

–Claro, sus libros de ficción son mis favoritos, sus palabras te llegan al alma.

–A mí me encantaron sus dos primeros libros, han sido realmente increíbles.

» Cuando sus personajes experimentan el dolor, amor, tristeza, alegría, ira y gozo, me hace preguntarme que tanto ha vivido de cada uno de ellos, porque nos hace sentir tan reales –expresó, realmente emocionado.

–¿Eres alguna especie de fan?

–Claro. He ido a casi todas sus presentaciones en Corea, incluso hay una nota donde dice que en semanas próximas estará aquí, promocionando su tercer libro.

–¿Y te gustaría conocerla? –pregunté curiosa.

–Claro, sería un honor conocer a una mujer tan brillante y talentosa –dijo con ojos brillosos.

Sonreí ante su entusiasmo. ¿Qué pasaría si le dijera que conozco a su escritora favorita? Sé que Cleo me estima demasiado, somos bastante cercanas y comúnmente estamos compartiendo nuestros escritos una con la otra, ¿podría ella hacerme el favor de conocer a semejante gran ser humano?

–En ese caso, esperemos puedas cruzar unas cuantas palabras con ella en su firma de libros –dije palmeando con cariño su mano.

–¿Va a haber una firma de libros? ¿Cuándo? ¿Dónde? –preguntó bastante interesado. Ups, creo que se me escapó. Cleo va a matarme, si me alcanza.

–Namjoon, hasta que te encuentro –dijo una voz haciéndonos girar.

Frente a nosotros, se encontraba Jin con la que supongo es la socia de Londres. Era una mujer alta, de cabello negro lacio, largo y abundante, donde las puntas estaban decoradas de un tinte verde oscuro que lo hacían ver hermoso. Sus ojos eran de un negro intenso, muy oscuros y grandes. Su piel era algo pálida, pero no tanto como Yoongi, cuerpo curvilíneo y rasgos fuertes.

Esta mujer desprendía un aura de fuerza, determinación, oscuridad, intriga y sensualidad que me hacía estremecer, ella era una mujerona, de esas de las que te preguntas: ¿Cómo puede hacer un hombre para conquistar a alguien así?

» Señorita González, le presento a Kim Namjoon, otro de los colaboradores para este proyecto –presentó Jin –. Namjoon, ella es Carol González, la CEO de Paradise Garden.

–Un placer conocerla, señorita González –dijo Namjoon en un tono formal, estrechando su mano con respeto.