JungKook.
Está decidido. Hoy voy a pedirle a Jhoath, que sea mi novia. Lo pensé mucho, fueron días de reflexionarlo bien, y llegué a la conclusión, de hacerlo el día de hoy. Para mi buena suerte, Min Ho llegaría tarde, así que me daría tiempo para hacer mi proposición.
Metí la mano en el bolsillo de mi pantalón, tanteando este pequeño detalle que había mandado a hacer para Jhoath. No me importó gastar dinero de más, tampoco de hacer uso de mi poder para obtenerlo más rápidamente, esta vez, valía la pena.
Le mandé un mensaje a Jhoath, para saber dónde venía. Ella nunca llegaba tarde, a menos que sea porque un maestro la ha distraído. La estoy esperando en la biblioteca, para luego, salir y llevarla al pequeño jardín, donde estaré dispuesto a desnudar mi corazón frente a ella. Esperé algunos momentos, y cuando vi la hora en mi reloj, me di cuenta que había tardado más de lo que esperé.
Ya sea por mis ansias o emoción, me levanté de la silla, para ir a buscarla. Metí las manos en mis bolsillos, caminando con algo de lentitud por los pasillos, hasta que una voz me llamó la atención, haciendo que me detuviera.
–Es por eso que hago esto, necesitas una buena lección por lo que nos hiciste a nosotros –decía la voz de Jang Suk. ¿Ahora a quien estaría molestando?
–Atrévete a darme un golpe, y te juró, que te dejaré hecho un asco a ti y tus amiguitos –respondió la voz de Jhoath, haciendo que me acercará.
La vi sometida por los dos chicos que siempre lo seguían, mientras que Jang Suk estaba frente a ella, sonriendo con malicia.
–¿Quién habló de golpes? Sólo voy a enseñarte las consecuencias de tus acciones, después de todo, hoy no hay nadie que te defienda –aseguró
Me sentí furioso al ver, que estaba dispuesto a lastimar a MI chica, a mi amor, sólo para recalcar que sigue siendo un hombre. No puedo creer, que pasé tanto tiempo temiéndole a este cobarde. Caminé hacia él, en el momento exacto en el que alzaba una mano para golpear a Jhoath, sosteniéndolo de la muñeca, evitando que le tocará un sólo cabello.
–Atrévete a tocarla, y te mueres –siseé con furia, empujando su brazo, alejándolo de Jhoath.
–¿De verdad me estas amenazando, Ratita? –preguntó Jang Suk, sobando su muñeca, ante la fuerza que usé.
–Sí, y si vuelves a llamarme de ese modo, o tocar a mi chica, no responderé por mis acciones –respondí con seguridad.
–Veamos si tan valiente –insinuó él, sosteniéndome del cuello y acorralándome contra la pared.
Lo miré con cansancio. No esperaba que siguiera creyendo que soy el mismo chico asustadizo de antes, voy a demostrarle, que soy capaz de defender a mi chica, sin importar nada de lo que haga contra mí. Con fuerza, tomé su mano y la quité de mi cuello de un manotazo, para después, darle un golpe en el rostro, que lo dejó desorientado.
Aproveché ese momento, para tomar su brazo izquierdo y hacerle una llave, tal como Jhoath me lo enseñó. No me importaba si le rompía el brazo, tampoco si me expulsaban por esta pelea, iba a derrotar a este idiota, así sea lo último que haga en este mundo.
–Te dije que no respondería por mis acciones –señalé, lanzándolo al suelo sin ninguna compasión.
–¿Qué están mirando, idiotas? ¡Acaben con él! –ordenó a los otros, haciendo que lanzarán a Jhoath al suelo.
Luché contra esos idiotas, dando golpes certeros, donde sabía que les generaría más dolor. Aproveché estos momentos, para desquitar todos los maltratos que sufrí, todos los golpes, todas las burlas, aquí fueron pagadas con creces. Por poco me dejó llevar por la ira, pero el gritó de Jhoath, diciéndole a Jang Suk que la dejará, me hizo volver a la realidad.
Él estaba encima de ella, intentando someterla, lo que hizo que mi sangre hirviera. Le di otros golpes a esos imbéciles, dejándolos fuera de combate, justo a tiempo para ver una escena que casi me deja paralizado.
Jhoath acorralada.
Jang Suk, amenazándola con un bate de metal.
No lo pensé, debo decir, que sólo dejé que mi cuerpo actuará, así que pronto me vi abrazando a Jhoath, cubriéndola con mi cuerpo, protegiéndola de los golpes que ese idiota pretendía darle, sin ninguna clase de compasión.
Jang Suk nunca uso ningún objeto para golpearme, siempre usaba los puños. Ahora, con este bate de metal, los golpes eran más certeros, más dolorosos, más insoportables, pero no me importaba, no importaba el dolor, tampoco los ruegos de Jhoath por que la soltará, quería protegerla, incluso si la vida se me va en ello.