Capítulo 41

Zed

Ver el rostro de Tyler al recuperar a su hermana fue reconfortante para mí; había un hermoso brillo en sus ojos y lucia feliz. Quiero que este bien, él lo merece  después de todo. Me asuste demasiado cuando su padre estuvo a punto de tocarlo y aunque él me detuvo la verdad es que no me podía mover, esa escena me hizo recordar las veces que lo viví con mi padre y temí que el chico de los ojos turquesas sintiera eso. Mis traumas me paralizan, si no hubiera llegado su hermana todo estuviera peor, eso solo hace que recuerde que no puedo ayudarlo teniendo tantos problemas.

De alguna forma todo siempre me lleva a la misma conclusión, demasiado difícil de aceptar, pero has de creer que todo sucede por algo aunque no tenga idea del porque debe haber muchas cosas negativas en mi vida.

—¿Estas bien? —pregunta, Roma. No había notado que se encontraba sentada junto a mí, hace un momento estaba con los niños caminando por el pequeño parque; yo decidí sentarme en una banca y observarlos.

—¿Por qué preguntas? —cuestiono.

—Pues porque parece que tu mente está  muy lejos de aquí y por los gestos que haces en momentos no debes estar pensando cosas buenas—ella vigila a los niños mientras espera que responda.

—Todo cambio…                                                            

—¿A qué te refieres? —pregunta con curiosidad.

—Umm, no deseo hablar de eso, pronto lo sabrás. Mejor cuéntame de ti ¿Cómo has estado? —ella me mira por unos segundos, creo que me analiza.

—Normal, clases aburridas, depresiones de mi edad. Intente una relación con un chico, no resulto bien.

—Lo siento por ti—ella niega.

—El que debe sentirlo es ese cretino al perderme, en fin, hay muchos más. Oye ¿y los demás? Las hermanas, Trevor y Tany.

—Emm…—iba a responder, pero Zara capta mi atención; va caminado con dirección al edifico—¿podemos hablar después? Necesito hacer algo.

—Claro—le doy una pequeña sonrisa a Roma antes de pararme y caminar rápidamente para alcanzar a Zara. Cruzo la calle corriendo y troto un poco hasta llegar junto a ella.

—Zed—dice cuando nota que estoy a un lado  y me abraza, hago lo mismo. Necesitaba un momento con ella, no me atrevía pedirle que viniera, su lugar es con su hermana, pero me alegra que este aquí; es la persona que más logra comprenderme—vamos a tu departamento, tengo cosas que decir—pide cuando nos separamos, acepto. Minutos después nos encontramos hablando, le conté absolutamente todo, debí mostrarle desde un principio que confiaba en ella como ella lo hace en mí, pero era difícil; hablar de mis problemas sabiendo que cada vez que los recuerdo me pondo mal. Escucho atentamente todo y pude ver la tristeza en sus ojos. Un largo rato se quedó viéndome, pensé que se iría y me dejaría atrás, no he sido buen amigo y además lastime a Tany, una amiga con la que ha compartido más.

—Todo lo que has dicho… ¿sabes que es lo que duele? que no confiaras en mí, yo no te hubiera juzgado porque bien sabes que soy igual…—comenta.

—Lo sé, es que yo solo he estado traumado, temía revivir algunas cosas…lo siento.

—La única persona que debe pedir perdón soy yo. Siempre lo he sabido, también sabía lo que habías pasado…yo quise ayudarte porque me vi reflejada en ti, quería que mi historia fuera un modelo para ti, lo siento.

 —¿Cómo te enteraste?¿Por qué no me dijiste nada?

—Porque al igual que tú, yo solo buscaba cuidar a las personas que quiero y para eso debía saber sobre ti; no fue difícil, un par de perfiles y algunas imágenes. Solo no quería que alguien malo se acercara porque como sabes muchos nos plantean como algo que no somos. Me sentí mal después de conocerte bien y no quería que te enojaras conmigo. Odio que a la persona que debí investigar más fue a Trevor y no a ti, pero de él no salía nada fuera de lo común; sé que debes pensar que soy una loca, pero yo no confió en muchos y menos si son desconocidos. No te dije nada porque quería que en algún momento me dijeras y poder apoyarte, pero eso no paso…

—Tus razones no son malas, pero invadiste mi privacidad; por algo me mude.

—Lo sé. Soy algo raro, lastimo a las personas queriendo protegerlas. Clary me culpa por lo de nuestra madre, quizás mi padre lo piense, no sé si deba decirles que esa mujer engañaba a mi padre y si, por mí se fue porque la corrí, la amenace, no iba a permitir que lastimara a las personas que amo y este secreto me consume, su asquerosa imagen con ese hombre mientras lo hacía en la cama que compartía con mi padre no se me borra; malditos años y aun duele. No soy buena amiga, porque para que estés cerca de mi tengo la obsesión de investigarte para después no arrepentirme, solo porque no quiero sentir el dolor de que me fallen. Que fui mala hermana al no decirle a Clary sobre mis sospechas de Trevor ¿pero cómo podría decirle que la persona que le gusta está siendo acusado por abuso? Necesitaba pruebas y no quería, no me sentía preparada para decir que una persona a la que apreciamos es capaz de cosas horribles. Para joder me enamore de Julián, digo, el detective Jules y me confesé, resulta que no siente lo mismo, fue muy amable al rechazarme, pero…Estoy cansada, no entiendo porque hago todo mal.

Luce frustrada, derrotada, en estos meses nunca la vi mal, ella es muy alegre y busca lo bueno, pero ahora solo parece que colapsara con tantos pensamientos negativos. No creo que este mal lo que ha hecho, oculta tanto para no herir a su familia y solo quería proteger a sus amigos…aunque es algo que duele que haya buscado de mí, pero sé que no me conocía y eso me reconforta un poco. Tampoco soy nadie para juzgar, he hecho cosa más grave y sola por mí, ella hace las cosas por los demás.

—Zara, no te culpes por nada, tus intenciones nunca han sido malas y yo no tengo nada que perdonarte, te quiero. Toma un consejo de una persona que guarda secretos, tarde o temprano salen a la luz y deberías decirle la verdad a tu familia, no debes cargar sola con ese dolor de culpa.