Jimin miraba con preocupación una vez más la nota que sostenía en sus manos, aquel miércoles había sido un día bastante normal, Ha-neul al fin llegaba de la escuela , temprano como siempre, sin embargo, tan pronto entró al local, como un niño responsable, le dio a su padre aquella nota firmada por la maestra, la cual ella misma le había dicho que era muy importante que se la diera a su padre tan pronto lo viera.
Aunque era extraño, Jimin tomó la nota y la leyó, en realidad, no era nada del otro mundo, solo le pedían que actualizara ciertos datos de Ha-neul, algo raro ya que normalmente piden las actualizaciones a inicio de año y no después de 4 meses iniciado el ciclo lectivo, sin embargo, el problema era que ciertos datos requerían de papeles importantes que tenía que ir a buscar en el hospital donde nació Ha-neul
-ciertamente es extraño que lo pidan ahora -comento Jin después de leer la nota- pero ya sabes como son, probablemente quieren actualizar la ficha sanitaria de Ha-neul
-Lo sé, pero esto es un problema -tomo asiento en la silla de los clientes, aprovechando que el local estaba vacío- el hospital donde nació Ha-neul esta ubicado en la capital, es algo lejos, me tomaría todo un día ir -suspiro
-¡oh, vamos!- exclamó Jin- ni que fuera tanto problema, ¿por que no vas el sábado? Puedo quedarme con Ha-neul todo el día, ¡nos divertiremos!
-pero... ¿cómo podrías encargarte del café? Para ir a la capital tengo que levantarme muy temprano, y probablemente regrese muy tarde, es imposible para una persona completamente sola atender un café, en especial los sábados, que es cuando hay más clientela -recordó
-¿qué no es obvio? -Jin se sentó en la silla al lado de Jimin y apoyo ambos brazos en la mesa mientras sostenía su cabeza con las manos- ¡no abriremos el café!
-¿qué?- levantó la voz- ¿cómo no abrir el café? ¿Y justo un sábado? ¡se perdería mucho dinero! Ahora mismo no es conveniente hacer eso
-ehh pero también necesitamos un descanso ¿no? -hizo un puchero- además, hace mucho que no pasó tiempo de calidad con Ha-neul, es aburrido solo trabajar y trabajar -se lamentó
-si pero..
-¡nada de peros! ¡Estoy harto de la rutina! Además, estos papeles son muy importantes, en algún momento tenías que hacer esto
-lo sé, pero aún así, siento que perderemos mucho, quizás podría pedirle de favor a alguien para que te ayude...
-no no no, el sábado será mi día con Ha-neul -su negativa fue sólida Jimin sabia que no cedería, estaba tan agradecido con este obstinado amigo suyo
-por otro lado -comentó Jin mientras se aseguraba de que nadie lo escuchara- el cumpleaños de Ha-neul es en tres semanas -se emocionó- ¡no puedo creer que ya cumpla ocho años!- dejó escapar un pequeño grito para nada masculino que divirtió a Jimin
-es cierto, el tiempo pasa muy rápido, aún no se que haré
Tenia planeado hacerle una fiesta a su pequeño, pero en realidad no es como si Ha-neul tuviera muchos amigos de su edad, tenía solo dos o tres como mucho, cuando Jimin le pregunto sobre eso, preocupado de que quizás los otros niños menosprecian a su hijo, Ha-neul le respondió que no le gustaba tener cerca a niños malos, jamás explicó a que se refería con "niños malos", pero Jimin no pudo notar tristeza en sus palabras, de hecho, parecía muy feliz y orgulloso ante ese hecho.
-le pregunté el otro día si quisiera que le organizaremos una fiesta -comentó Jin sacando del trance a Jimin- pero dijo que no quería, el prefiere invitar solo a dos amigos a una pijamas o algo así, la verdad no me sorprende que no quiera una fiesta
-¿por que lo crees?- preguntó sorprendido
-Bueno, el es un niño muy inteligente, ya sabes, valora más la calidad que la cantidad -se enorgullecio- además, conozco a sus amigos, son niños muy buenos, encajan con él
-oh -sonrió- tienes razón, es un niño bastante inteligente -a pesar de ser pequeño, sabia muy bien lo que quería, estaba orgulloso de su pequeño niño alfa
-pero si he de ser sinceros, se de algo que el también quería- comentó en un tono de complicidad
-¿en serio? ¡¿Qué es?! -se emociono al pensar que podría comprarle algo que le gustase, su niño sabía que no tenían mucho dinero, así que jamás era exigente, pero aún así, Jimin quería comprarle algo muy especial, no importaba el costo
-el otro día, el vio aquel comercial de la tienda de juguetes, donde promocionaban un nuevo auto con luces que se transformaba en un gran robot que hablaba y lanzaba pelotas -se río- dijo que sería muy bueno si pudiera tenerlo, claro que, cuando le pregunte si lo quería él rápidamente lo negó y se fue corriendo, pero obviamente yo, en mi calidad de adulto perspicaz, pude notar el inusual brillo en sus ojos, estaba claro que ese juguete le gustó demasiado
-ahora que lo mencionas -comentó Jimin- recuerdo haberlo visto, lo promocionaba esa juguetería grande que esta en la capital
-bueno, ahí lo tienes- se levanto dando un salto de emoción- aprovecha que vas por los papeles y date una vuelta por la juguetería
Entonces este era su plan, pensó Jimin, quería que le comprara ese robot a Ha-neul y aprovechaba la oportunidad para usar de pretexto los papeles del hospital. Su amigo podía ser muy astuto aveces. Aunque para ser sinceros, era un oportunidad perfecta, él también había notado aquel peculiar interés de su hijo por ese juguete y quería hacerlo feliz esta vez.
Ha-neul jamás se atrevería a pedirle algo que el sabía que era muy caro, su niño jamás era exigente a algo que considerara que era demasiado para su papá. Jimin estaba conmovido por la consideración de su pequeño, pero a la vez se sentía triste por provocar aquellos actos en su niño, ojalá pudiera darle todo lo que él quisiera y Ha-neul no tuviera que privarse de cosas que quería y se merecía.
Con ese pensamiento en mente decidió conseguir lo que Ha-neul ansiaba esta vez, seguramente estaría muy feliz, solo pensar en la sonrisa hermosa de su pequeño hizo que el costo no importara en lo más mínimo.