06
Rayita.
-Padre ¿para que me llamo a mandar? – me acomodo en la silla frente al escritorio de mi padre.
-Rayita… No sé cómo decírtelo… - habla con pesadez en su voz.
-Padre habla ya! -le exijo de manera amable, pero con temor a lo que dirá.
-Los socios me han exigido una explicación sobre tu condición. Y como esta afectara en el en trabajo.
-Qué has respondido? -pregunto con un nudo en la garganta ya que sé lo que a continuación viene.
-Les hable sobre todo y me han sugerido que de momento suspendiera tus labores como doctora. -se levanta del escritorio y se dirige al ventanal del fondo.
-Lo venia venir… pero… ¿Qué hare?... Estudie todos estos años… -no podía hablar ya que si seguía rompería en llanto.
-Muy bien, ya no trabajare… Pero cuando me den los resultados que todo está bien volveré a mi trabajo. No lo estoy pidiendo, lo estoy afirmando -dicho eso salgo de la oficina directo a mi habitación.
Jungkook
Con el psicólogo
-Muy bien Jungkook, por favor a recuéstate en el sillón -hago lo que me pide y comienza con las mismas preguntas del otro día.
-¿Sigues soñando con esa niña?
-Si, pero los sueños se vuelven más complejos cada día que pasa. Y también aparecen personas que no recuerdo, pero su voz suena muy familiar.
-Cuéntame. ¿Qué sucede con esas personas en tu sueño?
-Pues… Estoy en una cama de hospital, hay dos personas mayores sentadas en un sillón al lado de la puerta. Mientras ellos conversan llega la niña de mis sueños, los abrasa y empiezan a platicar. Ese fue mi último sueño.
-Muy bien, eso seria todo por la sesión de hoy.
-Gracias – Me retiro del consultorio y me dirijo a la casa de mis padres.
-Ohh, Estas aquí hijo – habla mi madre mientras me abraza. -Tienes meses de no venir, sabes que me preocupo por ti.
-Lo se madre, pero últimamente no me eh sentido bien y aparte tengo mucho trabajo.
-Bueno, lo importante es que ya estas aquí. ¿Te quedas a comer? – pregunta mi madre volteándome a ver.
-Claro, estaré en mi habitación por si ocupas algo – digo a lo que ella asiente, me dirijo a mi estudio y empiezo a dibujar los rostros que veo en mis sueños. Pasan las horas y con esto me voy quedando dormido.
-Hijo, hijo, despierta -escucho a mi madre hablarme mientras me sacude.
-Ya voy madre – hablo con la voz rasposa. Me levanto del escritorio y gire a ver a mi drea que esta con los ojos llorosos.
-¿Cómo los conoces?¿Sabes quienes son ellos? ¡Contesta! -grita mi madre mientras dirige la mirada a los bocetos de las personas de mis sueños.
-Madre ¿estas bien? – la sacudo ya que entro en una especie de shock.
-Solo contéstame – habla susurrando.
-No, no los conozco son han aparecidos unas cuantas veces en mis sueños.